35.- Secuestros.

741K 62.2K 51.7K
                                    

Abby's POV.

—¿Y por qué deberíamos irnos? —preguntó Bianca luego de que les dijera de la forma más linda que se vayan.

—Voy a dar el examen —solté mirando a Zoe y Bianca, que me miraron emocionadas.

—¿En serio? —preguntó Zoe, a lo que yo asentí.

—¿En dónde? —Bianca habló sentándose a mi lado.

—Les diré luego. Si es que todo sale como lo estoy planeando, lo sabrán en una semana.

Entonces saqué una mochila con algunos libros y hojas que me habían dado en la biblioteca.

—No quiero que le cuenten a nadie —las señalé mientras salían.

—Consigue un novio, amargada —dijo Bianca saliendo y provocando la risa de Zoe que la seguía.

Rodé los ojos y puse seguro en la puerta, y cerré la ventana para evitar intrusos.

Y empecé a estudiar. Necesitaba esa beca porque no le iba a pedir a papá una sola moneda hasta que viera que podía conseguir las cosas por mi misma. Pasé tres días de estudio intenso, esta Universidad era muy importante y sus exámenes de admisión eran los peores. Los peores en el buen sentido, tenían mucho conocimiento y yo tenía que aprobarlo.

Salía solo para comer y no explicaba que pasaba. Y empezaba a pensar si estaba haciendo bien o no, porque Nate había dejado de mirarme.

Pero tenía que seguir.

El día del examen, salí sola a las tres de la mañana ya que el examen era a las ocho, y nosotros seguíamos en la finca. Cuando llegué al lugar de admisión entré en pánico.

Pero estaba preparada y sabía que lo lograría. Y di el examen.

Respondí cada pregunta de las trescientas que habían. Cuando terminé sentí ese alivio y libertad que necesitaba.

Había dado el examen en una de las universidades más importantes.

Manejé de regreso y llegué a las once de la mañana con paciencia y música.

Abrí la puerta y como si fuera -nuevamente- parte de una película, me encontré a la familia reunida, esperando a que llegara.

—¿Dónde estabas? —preguntó Nate, que miró a mi papá— Perdón, Don Vini. Hable usted.

—No, tranquilo, hijo. Digo lo mismo, ¿dónde estabas?

¿Qué?

¿Era una especie de alianza en mi contra?

—¿Hijo? ¿Y dónde quedó esto de insurrecto y renacuajo libidinoso? —reí dejando la mochila en el sofá.

—No cambies de tema, Abril.

Oh. Papá acaba de llamarme por mi nombre.

—Tenía algo importante que hacer, ¿por qué tanto escandalo? ¡Como si me hubiera ido de fiesta y estuviera regresando drogada!

—Abby, mi Topi —habló mamá saliendo de la cocina para abrazarme— ¿estás bien? ¡Te he llamado al teléfono muchas veces!

—Perdón, má. Tenía el teléfono en silencio.

—Topi, me tenías preocupada. Estás tan rara, no duermes, comed poco y ahora te vas en la madrugada —me miró mamá algo enojada, yo suspiré y la abracé.

—Luego te contaré mamá. Te prometo que es algo bueno —susurré mirándola.

—Confio en ti. Pero tu papá está insoportable.

True ColorsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora