Country Side Love [L.Joe, Teen Top]

Capítulo 19

Primero un pequeño jalón, luego vino otro, luego unas patas frías tocaban mi rostro, lentamente abrí los ojos y me encontré con el pequeño gatito jugueteando sobre mi para despertarme, seguramente tenía hambre. Di un gran bostezo y comencé a acariciar al pequeño animal.
Luego de un rato me levanté, aún era temprano, tome al gatito entre mis brazos y me dirigí a la cocina, la abuela ya se había levantado.- Buenos días - Ante mi saludo ella se giró hacia mi con una sonrisa- Buenos días, mi tesoro - Contestó ella y fijó su mirada en lo que traía en los brazos- ¿Y eso? - en su mirada pude ver sorpresa- Eh...sobre eso quería hablarte, L.Joe me trajo a este pequeño, fue algo así como un obsequio ¿Te molesta si me lo quedo? prometo hacerme cargo de el y correr con sus gastos- Dije rápidamente y la anciana se echó a reír- Está bien, está bien, por mi no hay problema ¿Ya le has puesto nombre?- Su respuesta me dio alivio, mi abuela siempre era tan comprensiva con todo- No, no quería darle un nombre hasta asegurarme que me quedaría con el- La mujer caminó hasta mi y tomó al pequeño gato, quien no hizo problemas para cambiar de brazos- Es macho ¿Que te parece llamarlo Jeonggam? -Aquel parecía un buen nombre, a pesar de tenerlo desde ayer a mi no se me había ocurrido ningún nombre para el animal- Perfecto, entonces será Jeonggam~ - Ambas sonreímos. Tras darle leche al gato, comimos nosotras, le dije a mi abuela que iría a comprar alimento para mascotas y algunas otras cosas para la casa, ella no puso mayores problemas y así lo hice una vez que terminamos de desayunar, dejé al gato con ella y Salí de  casa, rumbo al pueblo, no tardé mucho en comprar, no era mucho lo que faltaba en casa, a la salida conseguí un taxi para poder llevar las cosas y emprendí viaje nuevamente.
El taxista me ayudó a descargar las cosas del auto y se marchó una vez que pagué por sus servicios. Jeonggam dormía en una banca en el jardín, entré a casa llevando las bolsas conmigo, me extrañó no ver a la abuela, una vez que dejé todo dentro, salí en busca de la anciana, apenas llegué al jardín cuando la vi, venía caminando a paso lento pero lucía extraña, una gota de sudor se deslizaba por su frente, me apresuré para llegar a donde ella, lucía pálida y apenas sonrió- ¿Estas bien? - Pregunté tomándola del brazo- Si, solo necesitaba algo de aire- Asintió a mi pregunta y detuvo en seco su andar. Posé mi mirada en ella y de pronto, se desplomó, por reflejo atiné a afirmarla para que no se golpeara al caer- Abuela...abuela que te pasa. - Dije sobresaltada, ella no reaccionaba, la sacudí con cuidado y aun así ella no despertó.
Saqué rápidamente mi móvil y me dispuse a llamar a emergencias, pero luego recordé que aquel número solo servía para emergencias en la ciudad, no tenía el numero de nadie que pudiese ayudarme, comencé a desesperarme, no sabía que hacer, no podía dejarla ahí como si nada, pero estaba sola. Había comenzado a llorar, tenía miedo, no tenía la menor idea de que hacer en un caso como este, de pronto el ruido de las piedras, me avisó que un automovil se aproximaba, Alcé con rapidez la mirada y pude ver la camioneta que L.joe manejaba, estacionó cerca y corrió hacia mi-¿Que pasó?- Preguntó y en su rostro pude ver preocupación- No lo sé, de la nada se desplomó- Contesté entre sollozos, el se situó junto a la abuela y la tomó en sus brazos- Debemos llevarla al hospital, abre la puerta trasera- me ordenó refiriéndose a la puerta de la camioneta, me levanté del piso y corrí a abrir, con sumo cuidado, Byunghun, puso a la abuela en el asiento, yo por mi parte volví a entrar a la casa, dejé algo de comida para Jeonggam y tomé mi bolso antes de correr a la camioneta nuevamente, me subí en la parte trasera, para así afirmar a la anciana. L.Joe echó a andar el auto y manejó tan rápido como el camino de tierra y piedras se lo permitía. Había llegado en el momento preciso, realmente no sabía que habría hecho si el no hubiese aparecido.
Al cabo de unos minutos, ya nos encontrábamos en el hospital, pasaron a mi abuela a urgencia de inmediato, el doctor trató de tranquilizarme diciendo que haría todo lo que estuviese a su alcance, pero yo no podía estar tranquila en esa situación, la camilla de la anciana se perdía de vista al fondo de un largo pasillo blanco. Justo cuando dejaba salir un largo y pesado suspiro una mano se posaba sobre mi hombro, era L.Joe que me abrazaba de manera protectora - Ahora solo queda esperar, esta en mano de los doctores, Dios quiera que no sea nada grave...- No pude dar respuesta a sus palabras y solo asentí un par de veces, con delicadeza, Joe hizo que diera media vuelta y comenzamos a caminar alejándonos de la puerta que daba inicio al largo pasillo por donde se habían llevado a mi abuela- Ven, vamos. Un café te hará bien. - La voz del chico era dulce y tranquilizadora de alguna forma, me guió hasta la cafetería que se encontraba en la misma sala de espera y tras pedir dos cafés fuimos a sentarnos a una mesa. Nuevamente suspire- No sé que habría pasado si tu no hubieses aparecido....- Mencioné jugueteando con el vasito de café que tenía entre las manos- Fue una suerte realmente - Agregó el antes de beber un sorbo de café- ¿Que habías ido a hacer? - Pregunté con la mirada fija en el café- Quería saber si el gato te había dado problemas y si podrías quedarte con el-
-Ah, ya veo. Mi abuela...me dijo que si- La voz me tembló y L.Joe notó aquello, de inmediato tomó una de mis manos entre las suyas, levanté el rostro y mi mirada se encontró con la ajena- No estás sola- Dijo con una voz totalmente dulce y cálida, que abrigó mi corazón en aquel momento de angustia - ¿Familiares de la señora Herveaux? - vociferaba el doctor que antes había hablado conmigo, me paré de golpe y L.Joe mantuvo mi mano tomada, ya habían noticias acerca del estado de mi abuela. Tragué saliva y caminé hacia el hombre de delantal blanco, sosteniendo la mano de Byunghun, debía reconocer que en aquel momento era víctima de la incertidumbre y tener junto a mi a  aquel chico hacía todo un poco mas soportable.