Capítulo 8

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Las risas llegaban hasta mis oídos, al comienzo se oyeron lejanas pero a medida que despertaba me daba cuenta que las risas venían del comedor. Con cierta pesadez y desgano puse los pies en el piso y caminé hasta la puerta abriendo esta de par en par, en el pasillo no había nadie, continué mis andanzas, oía a mi abuela hablar con alguien mas ¿Acaso se había vuelto loca? Me asomé a la sala esperando encontrarla sola, pero grande fue mi sorpresa al descubrir que tenía compañía, era ByungHun, me quedé inmóvil bajo el umbral de la puerta, acababa de caer en cuenta que estaba despeinada y andaba en pijamas. - Me gusta ese estilo- Dijo intrépidamente el joven antes de echarse a reír con mi abuela que se había girado a mirarme- Yo...Yo me iré a vestir...- Dije con torpeza y muriendo de vergüenza corrí a mi habitación  a cambiarme de ropa, luego me metí al baño y lavé mi rostro y cepille mi cabello antes de volver a la sala- ¿Que hace el aquí? - miré a mi abuela mientras fruncía el ceño y me sentaba frente al chico- Ha venido a dejar leña y le he invitado a desayunar- Contestó. El chico que tenía frente a mi, lucía completamente distinto al que había visto ayer, en su rostro había vuelto a aparecer aquella radiante sonrisa - Y yo no podía negarme a un delicioso desayuno de la señora Herveaux- Agregó L.Joe alegremente. Luego de desayunar, recogí la mesa y lavé la vajilla, el chico seguía sentado donde mismo, conversaba con mi abuela y era casi como si yo existiera, aproveché ese momento para ir a tender mi cama y ordenar la habitación. Luego salí de casa para mi paseo diario. Ya había caminado lo suficiente lejos de casa cuando decidí sacar mi móvil. Los días anteriores, MyungSoo no me había llamado por lo que pensé en llamarlo yo. El tono sonó un par de veces hasta que al fin hubo respuesta- ¿Hola? - Contestó la adormilada voz de MyungSoo- Hola, soy yo...Estos días no me has llamado - Dije algo dubitativa mientras me sentaba junto al río - ah, si lo he olvidado- Su respuesta fue seca, tal vez debería haber seguido esperando- Dime ¿Como has estado?¿Que has hecho estos días? - Decidí no darle importancia, tal vez lo había despertado- ¿Podemos hablar después? Te llamaré mas tarde. Adiós- No supe que decir, aunque no hizo falta decir nada, pues el ya había cortado la llamada. Sentí ganas de llorar pero me contuve, metí el móvil en mi bolsillo y me dejé caer de espaldas cerrando los ojos. Aquella llamada realmente me había desanimado.

La luz que llegaba a mi rostro se había atenuado, aun con los ojos cerrados lo pude percibir, volví a abrirlos y me sobresalté al encontrar a Joe inclinado frente a mi rostro, me miraba fijo como si me estuviese analizando- Y-Yah...No te aparezcas frente a mi como si nada- Dije casi en un grito- El simplemente sonrió y se apartó sentándose junto a mi- No estaba segura de si dormías, solo quería cerciorarme - Negué con el rostro y me reincorporé acomodando mi cabello que se había despeinado levemente al acostarme- ¿Que haces aquí? - Le interrogué manteniendo la mirada fija en el.- Te estaba buscando, tu abuela me comentó que siempre sales a recorrer los alrededores pero yo estoy casi seguro que hay un lugar que no conoces-

- ¿Y eso que? - Contesté con frialdad, ahora era yo la que no se encontraba de humor, quería estar sola. - Que te llevaré allí, como agradecimiento por lo de ayer- Por lo visto, en el no quedaban ni rastros del mal humor del día anterior- No es necesario, tu deuda la has pagado ayer trayendome a casa- No tenía ganas de ir y esperaba que el comprendiera la indirecta, pero no lo hizo e insistió- Vamos, no es lejos de aquí, estoy seguro que te gustará- Suspiré notando que el chico no aceptaría un no por respuesta y decidí aceptar la propuesta- Esta bien, vamos. - El se levantó casi de un salto y me ayudo a ponerme de pie antes de ponerse a andar por un camino que yo antes ya había recorrido- Cuidado aquí- Dijo deteniéndose, me percaté por primera vez que ahí había otro camino, las ramas cubrían gran parte del sendero ocultándolo de gente como yo, que jamas miraba al piso. Poco a poco nos adentramos en aquel camino, L.Joe tuvo la consideración de ir apartando las ramas para que yo pudiese andar con mas facilidad. No había sido un tramo demasiado largo pero lo que había al final, era simplemente hermoso. Los arboles enmarcaban un gran circulo de césped verde y reluciente. Pero mi atención se centró particularmente en un columpio que pendía de un gran manzano al centro de este particular espacio. No podía despegar mi mirada de aquel paisaje, claramente no era la primera vez que veía un columpio, pero si era la primera vez que veía uno en un lugar tan hermoso- Ve a sentarte, te daré impulso- Dijo mi joven acompañante que hasta ahora había guardado silencio. Yo solo lo miré y obedecí a sus palabras, contuve los deseos de correr pues no quería lucir como una niña emocionada por algo tan simple. L.Joe caminó conmigo y se situó atrás de mi. Con suma delicadeza, el mas alto comenzó a darme impulso, la brisa chocaba con mi rostro de manera agradable por lo que cerré los ojos para disfrutarla de mejor manera. Luego de un rato, los problemas se habían disipado. Joe se detuvo y se sentó en el césped junto al columpio y yo dejé que poco a poco este se detuviera- ¿Ya te encuentras mejor- Su pregunta rompió el silencio que ahí reinaba- Si...gracias- ¿Tan evidente era mi mal humor? Como fuese, ya había desaparecido- Dime ¿Siempre vienes a ayudar a la abuela? - Me extrañaba un poco verle tan seguido por aquí- Si...bueno, desde que murió su esposo. Ella siempre ha sido muy buena conmigo y sentí que era tiempo de devolverle la mano. La vida aquí es un tanto difícil, sobretodo para una mujer que vive sola- Asentí en silencio. Mi mirada estaba fija en el césped- Tal vez no se tienen las comodidades que tienes tu en la ciudad, pero aquí hay tranquilidad. Supongo que por eso la gente mayor prefiere quedarse y los mas jóvenes irse a la gran ciudad- Contestó con un rostro tranquilo- ¿Tu también deseas irte de aquí? - Lentamente comencé a balancearme- No, allá no hay nada que yo quiera. De hecho ni siquiera la conozco y tampoco lo haré- Joe se dejó caer de espaldas en el césped con la mirada en el amplio cielo- ¿Y si te enamoras y la persona se va a la ciudad?-La extraña falta de interés del chico provocaba mucha curiosidad en mi- Aun así no iría, nadie es lo suficientemente importante para hacer que yo vaya a ese montón de cemento.- Sus respuestas solo lograban desconcertarme aun mas, no lograba comprender su rechazo por algo que el ni siquiera conocía- Es hora de que volvamos a casa- Sugirió y yo asentí levantandome del columpio- Vamos- L.Joe me llevó a casa y tras pasar a despedirse de la abuela, se marchó. Aquella tarde, continué pensando en sus dichos. Había mucho que no conocía de el y que por algún motivo me intrigaba.

Ya había anochecido y yo seguía con el móvil en la mano, el sueño se apoderó por completo de mi. La llamada de MyungSoo nunca llegó.

Country Side Love [L.Joe, Teen Top]Where stories live. Discover now