Capítulo 9

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Faltaban poco menos de dos días para navidad. L.Joe venía a casa a diario, ya fuese para ayudar a la abuela o para llevarme de paseo a algún lugar nuevo. Ciertamente me había acostumbrado a su compañía y mi abuela parecía encantada de que hubiese alguien que no permitiera que me aburriera. A decir verdad, los días ahí resultaban mejores de lo que me había imaginado y en parte era gracias a Joe. Lo único que lograba poner mi humor por el piso, eran las escasas llamadas de MyungSoo, mas bien las que yo le hacía, se había vuelto cortante  y frío, pero aun así yo le quería y pensaba que si lograba aguantarle el tiempo suficiente, cuando volviese a la ciudad, todo sería como antes o al menos, así deseaba que fuese.

Acabábamos de terminar de almorzar, ya habíamos ordenado la cocina y sentí deseos de ir a dormir una pequeña siesta. Me recosté sobre la cama de mi habitación y cerré los ojos, pronto me encontraba en un sueño liviano. No sabía cuanto tiempo llevaba así cuando una tibia mano entró en contacto con mis rostro, apreté los ojos y rápidamente la mano fue retirada. Al abrir mis ojos no pude evitar sorprenderme- ¿Que haces tu aquí? - Pregunté a L.Joe que estaba sentado junto a mi- Tu abuela me ha dejado entrar - Contestó como si fuese lo mas normal del mundo- Yah...no es normal que observes a la gente mientras duerme ¿Acaso eres un acosador? - Pregunté abultando los labios con fingida indignación- No es culpa mía que luzcas preciosa cuando duermes- El color subió a mis mejillas dejando estás totalmente rojas, no lograba entender porque cada vez que el decía algo como eso yo me avergonzaba tanto- Tsk...callate, bobo. - Contesté de manera infantil lanzándole una de las almohadas a la cara. Rápidamente el se levantó y me apuntó de manera amenazante, se podía percibir en su rostro que al igual que yo, estaba conteniendo la risa- Será mejor que comiences a tratarme con algo mas de respeto si quieres que te de la sorpresa que te tengo- Espetó el con la mirada fija en mi, de inmediato mi actitud  cambió mostrándole una amplia sonrisa- ¿Una sorpresa? ¿Que es? - Pregunte con curiosidad - Levantate y vamos - Pronunció saliendo de la habitación y posteriormente de la casa, yo me levanté y con rapidez le seguí. Me detuve junto a el y miré lo que había allí sin entender muy bien.- ¿Acaso me vas a regalar un auto? - El reaccionó de inmediato dándome un pequeño golpecito sobre la cabeza- Boba, no. Te llevaré a pasear- El auto era distinto a la habitual camioneta que manejaba. Este era un mustang cabrio de 1964 descapotable. - ¿Es tuyo? ¿Que ha pasado con la camioneta? - Me sorprendía que un auto tan viejo estuviese en tan buen estado- Algo así, es de mi padre...No tendría gracia ir al lugar que vamos en camioneta. Arriba- dijo acercándose al lado del conductor mientras yo me quedaba inmóvil- Debo avisarle a la abuela- Como respuesta inmediata L.Joe negó con el rostro- No es necesario, yo ya lo he hecho. Así que vamos- Tras oír su respuesta no me hice esperar para subir al automóvil que ya tenía el motor encendido- ¿Donde vamos? - Recién caía en cuenta que no tenía idea de donde íbamos- Es una sorpresa, pero estoy casi seguro que te gustará- Su respuesta no me dejó muy convencida, pero sabía que no obtendría mucho mas de el. Luego de unos diez minutos manejando salió a una extensa carretera cercada por grandes árboles, por el lugar no transitaban muchos vehículos, la brisa daba en nuestros rostros de forma agradable puesto que L.Joe no iba demasiado rápido- ¿Falta mucho? - pregunté casi por pura ansiedad- No, no tanto- Dijo girando el volante guiando el mustang ahora por una carretera a la orilla de la playa. No tenía idea de que hubiese una playa tan cerca de casa. La vista era hermosa, el atardecer en la playa lograba verse en plenitud, el paisaje me quitó el aire- Es...hermoso- Pronuncié sin poder quitar mi mirada de la playa- Sabía que te gustaría contestó L.Joe de manera triunfante mientras estacionaba el auto- Bueno...¿Te parece si caminamos un poco? - Antes de esperar a que yo le respondiera, el ya había desabrochado su cinturón y bajado del mustang, yo hice lo mismo. Caminamos hasta la orilla del mar, el agua no alcanzaba nuestros pies pero si llegaba hasta muy cerca. De pronto todo lo que me aquejaba se había disipado, el estar ahí era algo realmente agradable.- Gracias...- Pronuncié luego de un largo rato en el que caminamos en silencio, simplemente disfrutando el sonido de las olas. - No es nada, me gusta pasar tiempo contigo - Oír eso, de alguna forma me hizo feliz, no entendía muy bien porque el era tan gentil conmigo, pero era algo que realmente apreciaba- Tu simplemente...- Comenzó a decir- No eres como las chicas de la ciudad que he conocido, eres distinta- Sus palabras me habían tomado por sorpresa y sin duda habían generado curiosidad en mi- ¿En que sentido? - pregunté de inmediato mientras el se sentaba sobre la arena- No se bien como explicarlo, sólo lo siento así. No pienses en ello como algo malo, por el contrario, es eso distinto lo que me hace querer estar junto a ti.- Me senté junto a el posando la mirada en él, lucía tan serio que los nervios se apoderaron de mi bloqueando toda respuesta coherente que pudiese dar a sus dichos- Yah...nunca pensé que te enamorias tan rápido de mi-Dije buscando disipar la tensión que probablemente solo existía en mi en aquel momento- Tsk ya quisieras, niñita boba. - Dijo lanzándose sobre mi con un feroz pero cuidado ataque de cosquillas del cuál no me pude defender. L.Joe me tiró en la arena y se situó sobre mi, mientras reía divertido de mi desesperación por liberarme. Traté de tomar sus manos para detenerle, pero terminó siendo él, el que tomó mis manos sosteniendolas una a cada lado de mi cabeza, en ese momento nuestras miradas se encontraron, la risa se acalló y su semblante cambió volviendo a la seriedad. Mi corazón se había acelerado pero no sabía bien si era por el juego o por la cercanía que manteníamos. Nos quedamos así un par de segundos, ninguno habló, solo nos miramos fijamente, por primera vez, me percaté de lo profundos que eran sus ojos- C-creo que es hora de ir a casa, ya comienza a ponerse helado.-Sugirió poniéndose de pie rápidamente- Si...vamos - Dije tratando de no tartamudear, me puse de pie e iniciamos el retorno al mustang. Esta vez no había sido la única nerviosa y lo podía descifrar por la manera de hablar del contrario. Cuando subimos al auto dejé salir un suspiro y abroché mi cinturón. Mi  acompañante subió al lado del conductor y echó a andar el auto. - ¿Tienes novio? - Preguntó de la nada y aquello me hizo sentir un nudo en la garganta ¿Aun lo tenía? Tragué saliva y asentí- Si..algo así. - Contesté bajando la mirada, no me había acordado de MyungSoo durante toda la tarde y a decir verdad, no me gustaba el haberlo recordado ahora- Ahh...ya veo - Contestó el de manera poco  animada. - ¿ Y tu? - pregunté de vuelta y me giré hacia el- No, nada de eso. - Aquella respuesta no me la esperaba, el resultaba ser alguien bastante encantador por lo que podría tener a quien quisiera, aun así era soltero. - No hay mucho tiempo para una novia...creo. - Agregó luego- Siempre hay tiempo, cuando se quiere, por ejemplo, en vez de salir conmigo podrías salir con alguna chica que te guste - Comenté encogiendome de hombros, aunque rogando para mi misma que no dejara de salir conmigo, realmente sería aburrida la vida aquí si el no gastara su tiempo conmigo- Tal vez estoy saliendo con la chica que me gusta - Su mirada se mantenía fija en el camino, en sus labios se veía algo parecido a una sonrisa pero mas vacía- Yah, pensé que era especial -Dije y me eché a reír -Espero que todo resulte bien con ella. - El solo me miró y negó con el rostro profieriendo una breve risa.

Luego de un rato, llegamos a casa. El pasó a saludar a la abuela y rechazó el café que esta le ofreció- Debo llegar pronto a casa, dije que saldría solo un rato y hemos estado un par de horas afuera - Se excuso y sin mayores retrasos se marchó de casa.

El resto de la tarde, estuve con la abuela, me contó un par de historias acerca de su juventud y las locuras que había hecho, realmente me agradaba oír ese tipo de cosas.

Una vez que la abuela se fue a la cama, pensé en llamar a MyungSoo, hace un par de días no hablábamos, pero desistí de la idea, hoy no tenía deseos de hablar con el. Había otra cosa que ocupaba mis pensamientos aquella noche, no entendía muy bien porque no podía quitarme de la cabeza el momento en que la mirada de L.Joe se encontró con la mía, la cercanía de ambos y como mi corazón se había agitado. No, debía dejar de pensar en ello. Mi abuela decía que no es bueno espiar por la cerradura porque puede ser que no te guste lo que encuentres y eso haría, no le daría mas vueltas al asunto porque no quería descubrir cosas que tal vez me complicarían mas la existencia. Aquella noche a diferencia de otras, me di un montón de vueltas en la cama antes de finalmente dormirme.

Country Side Love [L.Joe, Teen Top]Where stories live. Discover now