A Step Forward (Juliantina)

Capítulo XIII

Nueva York

Años Atrás.

Valentina Bradley.

El amor, una simple palabra que puede cambiar tu vida, tu mundo, tu forma de pensar hasta tus sentimientos, algo así como dos sustancias que se transforman, cambiando su estructura molecular y sus enlaces creando así una reacción química. El amor te cambia, te transforma y te hace daño, pero todo esto es un riesgo que se tiene cuando intentas amar.

—¿Vas a salir así?—preguntó Eric desde la cama de Valentina.

—Si mi amor, por qué no te gusta?—Eric negó y se levantó de la cama hasta quedar frente a Valentina.

—Te ves como un puta Valentina, eres una puta?—la ojiazul negó—Entonces cambiate, no vas a salir así tan...mostrona harás que te violen.

—A mi me gusta...—Eric se giró para verla.

—¿Crees que a mi me importa? Tu eres mía y yo decido que te pones o no, entendido?—Valentina asintió.

—Tienes razón no debería vestirme así, pero no te enojes yo te amo...—dijo Valentina haciendo un puchero.

—No seas estúpida Valentina, el amor que yo siento por ti se agota cada vez que te veo con ese tipo de ropa, quieres que te deje?—Valentina negó muy rápido y él asintió.

—No, no...no puedes dejarme tu eres mi todo Eric—el hombre sonrió y acarició la mejilla de Valentina repetidas veces, después levantó un poco la mano, Valentina sabía que venía después y lo estaba esperando muy convencida de merecerlo.

Su mano dió justo en la mejilla de Valentina causando un fuerte dolor y ardor en esta, cosas así habían pasado antes pero cada vez se hacían más fuertes, con el tiempo Valentina se dió cuenta de eso.

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—Srta Bradley—no hubo respuesta—Srta Bradley, la esperan en la puerta—esta vez Valentina salió de sus pensamientos y se topó con la realidad.

—Déjala pasar Candice, recuerda que tu y yo tenemos una charla pendiente—Candice asintió preocupada—Cierra la puerta una vez que entre.

—Srta Villyn puede pasar, me retiro—replicó Candice dando paso a Juliana Villyn que vestía un traje negro.

—Te ves bien hoy Juliana—dijo Valentina hipnotizada por la belleza de la morena.

—Lo se, no hace falta decirlo—Valentina frunció el ceño—¿Qué?

—¿Hasta cuando vas a comportarte así? Ya somos socias, puedes hacer de Bradley Corporation lo que sea y me hiciste pagar por mi error que más quieres para que me perdones?—preguntó Valentina muy frustrada.

—¿Crees que lo material va a hacer que te perdone? Valentina jugaste sucio, ahora yo jugaré rudo—Valentina rió y Juliana se percató de la burla—¿Te causa risa?

—Sí, me da risa tu papel de mala, vas a actuar para una novela?—la morena rió cínicamente luego de pasarse la mano por el cabello—Juliana por qué estás acá?

—Quiero invitarte a cenar, quiero arreglar las cosas contigo—Valentina lo dudó—Estoy siendo sincera.

Valentina le creyó, pensó que una oportunidad del cielo había caído para devolverle lo que una vez alguien le quitó.

—¿De...de verdad?—Juliana asintió—¿Por qué cambiaste de opinión? Tu...tu quieres cenar conmigo?

—Sí Valentina, quiero invitarte a cenar, como una cita. Quiero empezar nuevamente contigo, sin mentiras, por favor...