18. Sonreír.

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18.

«No me hagas sentir triste. No me hagas llorar. A veces el amor no es suficiente y el camino se vuelve duro»

 

 

 

Zayn volvió y Charlotte no pudo estar más feliz por aquello. Era como si todos los colores vivos hubieran vuelto, llenando aquel espacio vacío en su corazón. Zayn estaba ahí. Lo tenía junto a ella otra vez, ya no debía esperar hasta la noche para escuchar su voz, no debía contar más días, podía verlo, tomar su mano, sentir su piel suave y simplemente abrazarlo.

Era la primera vez en mucho tiempo que Charlotte estaba siendo completamente feliz, y al fin se dio cuenta que Zayn no le contagió su tristeza, simplemente había llevado su felicidad por un tiempo.

Era el segundo día de Zayn otra vez de vuelta y Charlotte estaba haciendo muchas preguntas, sintiéndose viva y alegre; fuegos artificiales en su pecho y baterías alocadas en su órgano vital. Zayn y ella estaban en la sala, él estaba acurrucado cerca de Charlotte, escuchando la voz de terciopelo de la niña que no se detenía ni un segundo.

— ¿Y tenías amigos?

—No.

— ¿Qué comías?

— ¿Comida?

— ¿Las enfermeras te cuidaban?

—Sí.

— ¿Qué hora dormías?

—Casi todo el tiempo.

— ¿Estás triste todavía, Zayn?

—No lo sé —respondió, en voz baja—. Ahora que estás aquí no estoy triste. 

—Vaya ¡Yo pienso lo mismo! —Charlotte sonrió, y Zayn recostó su cabeza en el hombro de la niña, sus ojos se estaban cerrando sólo un poco. No quería dormirse, no quería dejar a Charlotte pero entonces, él estaba siempre muy cansado y era algo que no podía evitar.

— ¿Charlotte? —susurró Zayn, mordiendo su labio.

— ¿Sí, Zayn?

—Creo que voy a dormir ahora. ¿No te vas a ir, verdad?

—No —Charlotte dejó que Zayn la envuelva en un abrazo cálido y protector.

Zayn podía escuchar la respiración suave de Charlotte, y oler su perfume de flores, y el aroma de su ropa y la sensación en su pecho volvió, una mezcla de dulzura y algo muy amargo. A veces deseaba que Charlotte se fuera con él en sus sueños, en sus sueños donde todo era fácil y su mamá no lloraba y sus huesos no dolían tanto.

— ¿Me darías un beso? —le preguntó Zayn, casi inconsciente. Charlotte sabía a lo que Zayn se refería. Lo había hecho una vez, pero no sabía cómo realmente. 

—No sé dar besos, Zayn —le dijo, casi triste ¿Zayn se iba a enojar? No escuchó ninguna respuesta. Pero no porque él estuviera enojado o algo así, sino porque estaba completamente dormido.

Zayn soñó con un mar azul y su mamá sonriendo. Agua transparente y besos en la frente. Despertó y casi lloró al no ver a Charlotte ahí. Luego intentó dormir otra vez, pues así no sentiría dolor en absoluto.

(...)

Zayn estaba de muy malhumor. Charlotte lo supo apenas lo visitó aquél domingo. Charlotte pensó en darse la vuelta y decirle a Anna que volviera, que la llevara a casa, pero también pensó que quizás podría despertar al siguiente día y Zayn le diría que se tenía que ir otra vez. Y no quería que eso pasara, quería quedarse con Zayn aun cuando éste no estuviera exactamente bien. Porque los amigos hacen eso, están ahí en las buenas y en las malas y Charlotte quería ser la mejor amiga en el mundo.

Zayn no habló mucho, se quejaba por sobre todo y no parecía para nada entusiasmado por la visita de Charlotte.

— ¿Sucede algo? —preguntó ella, Zayn había dejado de lado sus colores y parecía derrotado.

— ¿Me vas a dejar? —Él dijo, con miedo y enojo—. Charlotte ¿dejarás de ser mi amiga si yo algún día dejó de estar feliz?

—No —le respondió, con sorpresa y acercándose a Zayn para abrazarlo. Le gustaba abrazar a Zayn, sentirlo cerca, sentir que era real y que no se iría a ninguna parte—. ¿Por qué dices eso?

—Porque creo que no soy muy feliz, Charlotte. Y quizás algún día ya no lo sea en absoluto.

—Encontraremos la forma para que seas feliz —le prometió ella, sentía que estaba mintiendo, pero lo dejó pasar—. Ya verás, Zayn. Serás muy feliz.

— ¿Me lo prometes?

—Sí. Y lo mejor es que yo estaré a tu lado.

—Eso me hace feliz, sí.

Charlotte se alejó, mirando los ojos de Zayn. Le gustaban mucho. En especial porque parecían brillar, como dos luceros bonitos, como luces que te guían a casa, como promesas silenciosas y amor incondicional.

Charlotte besó a Zayn otra vez ese día. Rápido y luego se había alejado con sus mejillas rosadas y su mirada avergonzada. Zayn sonrió un poco, abrazando a Charlotte con fuerzas.

—Eres mi persona favorita en este mundo —le dijo, Charlotte quiso abrazar a Zayn por siempre.

(...)

Charlotte y Zayn jugaban con un balón pero Charlotte no hacía mucho esfuerzo porque sabía que Zayn era frágil y lo quería mucho y quería que él estuviera bien.

Zayn sonreía, porque estaba ganando y porque junto a Charlotte podía sentirse feliz.

—Estás perdiendo —le gritó a Charlotte.

—Eso es obvio —le respondió ella.

— ¿Lo es?

—Sí, porque tú eres el mejor, Zayn. 

Charlotte haría cualquier cosa por ver a Zayn feliz, porque descubrió que si él lo era, ella lo sería también. Si veía el brillo en los ojos de Zayn, si lo sentía cerca, con sus abrazos o escuchando su respiración, ella estaba bien. Estaba completa, así como las estrellas y la luna, así como el sol y el cielo, como las sonrisas y la alegría, así como Zayn y ella.

Y eso era todo. 

n/a: ah, van a amar a Zayn cuando crezca ya van a ver ;)

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Cambio y fuera x 

 

Heart like paper » malik.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora