Ma belle

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POV: Eric

La directora Orwell llevaba como media hora dándonos un recorrido por el nuevo instituto. Que si la cafetería, que si el gimnasio, que si el laboratorio de física...

Dios como me aburrían estas cosas.

Y diréis wow, la directora dando una ruta turística por su maravilloso instituto, en el que se mezclaba la clase alta y las becas, a unos alumnos corrientes.

Bueno, somos Peterson, eso es similar a "dinero". Además mi madre y la directora eran amigas desde siempre.

Mi hermana Lydia asentía atenta a todo lo que decía la directora, mientras yo me limitaba a bufar molesto. Ella era la buena estufiante y la dulce de los dos.

Estaba cabreado con mis padres, por cambiarnos de instituto, de país y de continente. Echaba de menos Francia, dios, quería volver a París. Mis amigos,mis chicas, mi idioma...Todo. No era suficiente habernos llevado a Francia cuando éramos pequeños. Obligándonos a dejarlo todo aquí, en Estados Unidos.

Para ellos no lo era, ahora que ya nos habíamos acostumbrado a Francia nos devolvían a Estados Unidos,¿para qué? Para acabar el último año de secundaria. No es lógico ni para mí,que ya se dice.

¿Y cuál era la excusa que nos habían dado? Tan simple como Negocios.

Los odiaba, a ellos y a sus estúpidos negocios. No me malinterpretéis, siempre me había llevado bien con mis padres, porque eran mis padres. No era ningún tipo de "rebelde sin causa",además no son muy duros conmigo y con mis "travesuras".

Además el lema de los Peterson es  "la familia lo primero" y era cierto, lo eran todo para mí.

No me quejaba de mis padres, hasta ahora.

Esto ya era pasarse. Entiendo que tienen negocios. Siempre lo he entendido, pero ellos a mí no.

Con todo el dinero que tienen, un viaje a Francia todas las semanas no le costaría nada.

Y nos podían haber dejado a mis hermanos y a mí en París, mientras ellos hacían sus negocios aquí, a mí no me molestaba, más libertad para salir.

Miré a mi hermana Lydia,era la que peor lo había llevado porque es muy tímida, aunque intenta disimularlo con esa pose de chica dura, que no le salía muy bien, ya que siempre está sonriendo.

Yo la conocía demasiado bien y sabía que aunque no dijera nada y se quedase callada delante de nuestros padres, tenía ganas de gritarles hasta quedarse sin voz. Pero no se atreve.

Finalmente la directora acabó y nos llevó a su amplio despacho. Un poco clásico para mi gusto, pero los sillones negros tenía que reconocer que le daba clase al ambiente.

¿Qué? Es muy masculino,vale, no, para ser exactos a mi madre y hermana le encantan los programas de decoración y eran ellas las que controlaban la televisión, por lo que mi padre y yo estabamos siempre calladitos.

-Ahora vamos a dejar claras las normas-nos avisó-No quiero nungún tipo de comportamiento violento,irrespetuoso u obsceno-lo dijo de forma tan seria que daba miedo- No se faltará al respeto de ninguna forma a los profesores o compañeros- fijo que lo había practicado en su casa,esa pose de militar realmente acojonaba- Las normas de vestuario son muy estrictas, nada demasiado corto o que muestre demasiada piel. Estamos en un instituto y no en una fiesta en la playa. Esto va para ambos-dijo mirándonos fijamente.

-¿Qué puedo llevar que muestre...?-comencé a decir, pero ella levantó la mano.

-Te sorprendería lo que he visto-me interrumpió, algo me llevó a no preguntar más. Asentí con la cabeza.

Quiero darte un besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora