Epílogo

44.9K 2.6K 455
                                    

POV: Amélie

Me mantuve cerca de Eric durante todo el tiempo, con miedo de que desapareciera si cerraba los ojos. Me resultaba todo tan irreal que creo que incluso estaba flotando en una nube de algodón de azúcar.

Lo llevé a través de las calles de París hasta el apartamento. Bueno, en realidad lo podía llamar 'mi'. Es el lugar que eligieron para Amélie Maunier dentro del Programa de Protección de Testigos y supuestamente ahora es mío.

Hasta hace unas horas odiaba mi vida y ahora lo tengo a él.... aquí, conmigo.

No me puedo quejar, es verdad, tengo un apartamento en una de las zonas con mayor seguridad de todo París, asisto a la Universidad y no me falta nada material.

Ventajas de haber destapado una red de drogas y de ser el ojito derecho de algunas personas importantes dentro del gobierno de E.E.U.U. y de Europa. Era algo así como una 'superheroína muerta' y ahora tenía todo lo que pedía.

Arianne Lowell Woodgate había sido borrada completamente del mapa. No había ningún tipo de información mía. Si alguien buscaba por mi nombre, solo encontrarían algún artículo de un periódico en el que aprecía que una joven había muerto a manos de un atracador no identificado.

Por el contrario, habían creado a Amélie Maunier de la nada y en poco tiempo. Si me preguntaban había nacido en las afueras de Lyon y había estudiado en un pequeño colegio en el que incluso habían puesto fotos mías retocadas digitalmente. Si ibas al pueblo y preguntabas por mí, seguramente la mayoría no se acordarían de quién era Amélie, pues se había mudado con 12 años a París con mis abuelos.

Incluso tenía unos agentes retirados que decían ser mis abuelos, pues mi madre había muerto en un accidente (del que había constancia) y mi padre no se había hecho cargo de mí.

Estaba todo perfectamente milimetrado para que no hubiesen cabos sueltos. Lea se aseguró de ello.

No odio a Lea. No puedo hacerlo, pues es la única familia que sabe de mi existencia y lo único que me queda, junto con Andrew.

Ellos dos ahora estaban viviendo aquí en Francia, para estar un tiempo a mi lado, pero sé que pronto tendrán que regresar y me quedaré sola de nuevo.

Miro a Eric que me sonríe y siento como mi cara mantiene una sonrisa. Me pega a él, sujetándome por la cintura.

No sé cómo llegó a encontrarme pero quiero creer que Lea tuvo algo que ver.

Sigue igual. Oh dios mío, creo que incluso mejor.

El simple hecho de estar cerca hace que mi cuerpo suspire y un hormigueo me recorra.

Sentí miedo, lo reconozco, cuando lo vi acercarse, una parte de mí esperó que no me reconociera, ya que mi corazón no soportaría si no le gustaba la nueva Amélie pero mi parte egoísta necesitaba tenerlo un poco más.

-Bueno, pues aquí vive Amélie... -le dije con timidez mientras encendía las luces. Decidí darle un poco de espacio para que curioseara (pues aunque no lo reconozca es un cotilla) mientras yo encendía la chimenea, pues todavía hacía muchísimo frío por la noche.

Mi apartamento era demasiado grande para mi sola, por lo que había decidido comprarme un par de tortugas, sí tortugas.

Las tenía en el patio en un pequeño estanque y eran súper monas.

-No puedo creerlo-dijo mientras cogía un cuadro en la pared. Era el dibujo que me había hecho al principio del curso, en el que yo salía con mi famosa carpeta de nubes con la que él tanto se metía.

-Si te soy sincero pienso que esto es algún tipo de sueño y que me despertaré y tú no estarás a mi lado... -se acercó hasta mí y acarició mi mejilla. Notaba como analizaba mi rostro de nuevo, prestándole mayor atención a mi pelo.

Quiero darte un besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora