¡Feliz cumpleaños!

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POV:Arianne

La luz me despertó, las cortinas amarillas provocaban que los rayos de sol entrasen sin consideración.

Esta habitación no era la que supuestamente iba a compartir con las chicas.

Esta era una de la planta del medio.

Sentía calor a mi lado, cuando enfoqué mi mirada, Peterson estaba junto a mí.

Despertarme abrazada a Peterson me confundió aún más de lo que ya de por si estaba.

Me explico: yo abrazaba el brazo de Peterson y él me rodeaba con sus brazos.

Repito: ¡yo abrazaba!

Es sorprendente y extraño, dado que no me gustaba el contacto corporal, y menos si se trataba de un chico, y aún menos si ese era Peterson.

Se supone que no debería estar cerca de él si lo que quiero es olvidarlo.

No obstante, ahí estoy yo, observándolo dormir, maravillada por la forma de su mandíbula o por la forma en la que le quedaba el pelo aplastado al estar de medio lado.

Busqué a mi alrededor y mi IPhone estaba en la mesa de noche. Me estiré para alcanzarlo y Peterson tiró de mí hacia él.

Eran las 7 de la mañana todavía.

Sonreí como una tonta.

Me hundí en su pecho, sin sentirme incómoda, es más estaba muy a gusto.

Sentí un pinchazo en la pierna y al intentar moverla, me di cuenta de que me dolía mucho más.

Los recuerdos del día anterior se sentían irreales, no parece que realmente hubiesen pasado.

Puedo recordar la frialdad con la que Lea llevó la situación, no parecía ella, en realidad, parecía ser otra persona totalmente diferente.

Peterson se removió a mi lado, así que para que no creyese que era una loca psicópata que lo observaba mientras dormía, cerré los ojos.

Lo oí bostezar y luego suspirar, me atrajo más hacia él.

Sentí un cosquilleo en mi mejilla y supe que me estaba acariciando, cosa que me produjo un tirón en el estómago, similar a los nervios.

Abrí los ojos lentamente, me quedé engatusada por sus ojos.

Él me miraba con simpatía, estaba demasiado cerca, sentía su respiración en mi cara, era relajante estar asi con él.

-Buenos días-murmuró en un susurro, con la voz pastosa por el sueño. Me provocó un escalofrío.

-Ho-hola-dije sonrojada, estábamos demasiado cerca.

Se apoyó en su codo, apoyándose en su costado, parecía preocupado:

-¿Cómo te encuentras?

-Bien-mentí, me dolía un montón la pierna.

-Mientes-dijo con una pequeña sonrisa. No sé como lo hace, pero siempre me pilla.

Me sonrojo y hundo la cara en la almohada no siendo capaz de soportar su mirada.

-Ma belle, me tenías preocupado-dijo él recolocándome el pelo, para luego acariciar mi mejilla. Se acercó lentamente, lo deseaba tanto...

Me aparté bruscamente:

-¿Qué estamos haciendo Peterson?

Un pinchazo ataca mi cabeza sin piedad y ahogo un grito. Todo a mi alrededor se distorsiona unos segundos y entre la neblina que me rodea, distingo una cara y una mano que se me acerca.

Quiero darte un besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora