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El corazón me bombeaba fuertemente en mi pecho y lo que era la adrenalina correr por todo mi sistema.

Hace cinco meses atrás yo daba la conclusión de que todos habían muerto por la cantidad de cadavéres que había. Nunca me pasó por la mente que alguien aparte de mi hubiera sobrevivido a tal acontecimiento. Para mí era y es ilógico. Vi grandes cantidades de personas muertas por distintas acciones y ahora me preguntaba cómo habrá sobrevivido aquella persona.

Después de haber conectado una pieza con las del montón yo seguía en un estado de shock absoluto que tuve que agarrar el mapa y verlo tres veces para decirme: 'esto es real'.

Sentí como mi estómago se revolvió y quice vomitar. Todo esto me está afectando. Pero no me adelantaría a sacar conclusiones rápidamente. Puede que esta persona esté muerta o viva a estas alturas. Puede que este mapa estuvo más tiempo del que pensaba o puede que fuera reciente. ¿Entienden? Estaba en ese estúpido dilema de creer o no creer.

Si me inclinaba por la primera, puede que no esté sola en este mundo y que hay alguien más ahí afuera buscando preguntas al igual que yo, o puede que me incliné por la segunda y termine siendo real. Quería arriesgarme, pero al mismo tiempo no. No quería llevarme una ilusión y al final no encontrar nada.

Volví a ver el mapa entre mis manos y una vocecita en mi cabeza me gritaba que no sea una tonta y que vaya al lugar marcado en el mapa, pero había otra que me decía que al llegar ahí sería en vano.

Mire a mi alrededor tratando de aclarar mis pensamientos. No había nada que me atara a este lugar, no estaban mis padres, ni mis amigos, ni mucho menos personas o animales, no había nada. Todo era silencio, soledad y oscuridad. Y decidí, decidí que lo haría, iría a ese lugar. No tenía nada que perder y si me desilusionaba, no importaba.

Deje el mapa en la silla del copiloto extendido y enciendo el auto para ponerlo en marcha a ese lugar. Por lo que miraba no quedan muy lejos, sino a las afueras de la cuidad. Así comencé a manejar hacia lo que era mi destino.

Iba hacer un largo viaje.





Cada cierto tiempo le daba un vistazo al mapa que se encontraba en el asiento del copiloto. Ahora me encontraba en la carretera, mis manos me temblaban y tenía que sujetar el volante del automóvil fuertemente. Mi corazón latía aceleradamente en mi caja torácica y no tenía idea de porque, algo en mi cabeza me decía que esto iba hacer una mala idea, que terminaría con una desilusión por delante y que una vez más caería en depresión.

Pero siempre estaba esa parte optimista de ti que te decía que le diera una patada en el trasero a la negatividad y que me arriesgara. Me motivaba para seguir adelante y tratar de resolver mis dudas.

La carretera se encontraba vacía, tampoco era de extrañarse por obvias razones que no hacen falta mencionar ya que hablan por sí solas. El sol estaba en su plenitud indicándome que era medio día, así que me quedaban un par de horas. Lo único a la vista era el pasto un tanto marchito y después nada más. Así que volví a darle un vistazo al mapa y decidí que era hora de cambiar la ruta.

Gire hacia la derecha adentrándome en el pastizal, el auto se sacudió levemente en el cambio brusco de suelo y pronto estaba un auto conduciendo en el pastizal para adentrarse al área del bosque.

Estaba un poco emocionada con todo esto, la verdad. Pero para mí mala suerte el auto comenzó a detenerse.

— No, no, no —negué reiteradas veces incrédula—. No otra vez, por favor.

El auto fue perdiendo velocidad hasta finalmente detenerse en la nada, golpee el volante en un ataque de enojo hasta hacer sonar el claxón del auto.

Decidí que no me rendiría fácilmente, así que tome el mapa y baje del auto para comenzar a caminar en línea recta. No sabía si este era el camino correcto o que estaba propensa a perderme y morir en un bosque, esa sería una muerte muy patética si me lo preguntan.

Al pasar de lo minutos sentía mis pies doler, faltaba poco para llegar hacia el bosque. Tenía hambre y sed y ahora que lo recuerdo deje los condimentos de la noche anterior en el auto, pero que inteligente de mi parte.

Y cuando no creí que llegaría, lo hice, llegue a la parte donde en el mapa salía señalada. Lo volví a ver en busca de algún inicio para que me ayudara a saber dónde ir, pero nada.

Y la frustración llego.

Me dejé caer en el suelo apoyándome en el tronco de un árbol, estaba enojada conmigo misma por no saber qué hacer. No tenía ni la más remota idea de que seguía, no había armado un plan para cuando llegara. Había actuado sin haber pensado en las consecuencias y ahora las estoy pagando por mi arrebato de estupidez.

— ¡Demonios! —grite intentado de sacar la frustración.

Lancé la linterna que cargaba lejos de mí hasta escuchar el estruendo de esta al impactar con un árbol. Rápidamente me arrepentí de mi acto increíblemente estúpido, me levante del suelo y camine rápido hacia dónde había caído el objeto, que era un poco más profundo al bosque.

Visualice la linterna con el cristal roto y la tome entre mis dedos maldiciendo. Esto no podía estar pasando, claro que no. No tenía agua, ni comida y ahora sin linterna, ¿qué más sigue? ¿Morirme ya? Las lágrimas caían por mis mejillas y dejo caer el objeto ya inservible en el suelo lleno de hojas y ramas.

Necesito tranquilizarme.

Alzo la vista tomando una profunda respiración y veo algo. Un brillo a lo lejos, frunzo el ceño y doy un paso hacia adelante y lo vuelvo a ver. Camino lentamente sin quitar la vista de donde sea que provino el brillo y lo vuelvo a ver por tercera vez, esta vez más fuerte que logra cejarme por unos segundos. Sigo caminando pero esta vez más rápido y con el corazón bombeandome aceleradamente a causa de la adrenalina y vuelvo a ver el brillo más cerca y corro, sin pensarlo dos veces, corro hacia él.

Esquivo árboles y piso con cuidado para no caer y me detengo en seco cuando el brillo a desparecido. Veo a mi alrededor cautelosa y cuidadosa, el suelo está lleno de hojas de un café oscuro y una hilera de árboles me rodea en forma de círculo sin ninguna hoja en ellos se alzan por encima mío.

Y a mis oídos llega un sonido demasiado agudo como para que suelte un quejido de dolor, siento mis oídos doler y un pitido molesto en ellos, me llevo las manos a estos tratando en un vano intento detener el fuerte dolor que recorre mi cabeza. Grito cerrando mis ojos y retrocedo hasta escuchar vagamente algo crujir en mis pies.

Y entre mi dolor caigo bruscamente al suelo cuando algo me logra derribar. Mi cabeza choca contra el suelo y suelto un quejido y después escucho un gruñido que logra calarme los huesos, mi corazón se acelera que hasta puedo escucharlo sonar contra mis tímpanos. Abro los ojos y grito, el grito logra desgarrarme la garganta pero no me detengo, el miedo se instala en cada poro de mi piel cuando frente a mis ojos y encima de mi cuerpo un animal que nunca en mi vida lo había visto me acorrala contra el suelo.

Su boca se abre para soltar otro gruñido logrando así verle sus grandes y amarillentos colmillos dándome a decir que esta será una muerte dolorosa. Mi vista se cristaliza y es cuestión de segundos en los que ya me encuentro llorado. El animal acerca su rostro hacia el mío y siento su pesada respiración chocar contra mi piel, me muerdo los labios tratando de no soltar ningún sonido pero falló cuando algo se clava en mi brazo izquierdo enviándome una corriente de dolor y un grito se escapa de mi boca. El animal ruge ante mi reacción y solo abro los ojos cuando este se abalanza hacia mi y cierro los ojos lista para mi muerte.

Pero eso nunca llega.

Antes de cerrarlos en un mili segundo soy capaz de ver cómo un objeto pasa frente a mis narices y se incrusta en uno de los pequeños y negros ojos de aquel animal. Este gime y gira su cabeza hacia dónde provino el objeto solo para que otro se incruste en su otro ojo, el sonido que hace este al perforar me eriza la piel y el enorme animal cae al suelo, a unos centímetros de mi.

Y después veo la misma oscuridad.

Restart | #1 Niall HoranWhere stories live. Discover now