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La manera en la que no me reconozco frente al espejo me hace sentirme perdida y provoca cuestionarme si en realidad soy yo. Creo que después de todo esto no soy la misma chica de hace años que sus padres apresuraban para subirse al auto he irnos al aeropuerto sin saber qué horas después estaría corriendo con manchas de sangre y intentando ocultarse para sobrevivir de lo que justo en ese momento pasaba en diferentes partes del mundo.

Ahora veo mi cuerpo desnudó frente al espejo gigante que adorna la pared del baño. Mi cabello castaño está revuelto, estoy tan delgada que me preocupa y trato de no concentrarme en los diferentes moretones que adornan mi cuerpo, pero fallo cuando mis temblorines dedos toca la cicatriz en mi abdomen que provocó aquel objeto que se enterró con furia.

Me giré lentamente y tratando de no caer me dirijo a la bañera, entre en ella con lentitud y dejé que el agua me cubriera de pies a cabeza cuando me sumergí.

El tiempo se detuvo en ese instante.

Solo fui capaz de prestar atención en los latidos de mi corazón y cuando mi cuerpo exigió aire recosté mi cabeza en el borde mirando el techo en completo silencio. 

Luego de que el líder de Legión abandonara la habitación dejándonos a nosotros cinco solos, Niall y Rust no perdieron tiempo y me llevaron a está habitación para que tomara una ducha y me dieran un par de ropa.

Me sentía tan perdida y aun no creía que estaba con ellos. Sentía que aún estaba en Monarquía, delirando en aquella habitación y rogando silenciosamente que esta tortura acabara. Y ahora que estaba aquí, temia de lo que nos esperaba a futuro.

***

— Hey...

Un débil susurro y casi imperceptible llegó a mis oídos.

Yo me encontraba en la cama con las piernas pegadas al pecho y mis brazos alrededor de ella luego de que saliera del baño cuando Niall asomó su cabellera por la puerta. Su imagen se mostró tímida y esa faceta era de las que poco mostraba conmigo.

Lo mire expectante cuando note que su miraba vacilaba en si entrar en la habitación o abandonarla, pero tomó la primera opción cuando cerró la puerta tras su espalda y a paso lento llegó a la cama y se sentó en el borde aún mirándome.

— ¿Como te sientes?

Algo en mi se rompió, pero reuní todas mis fuerzas para que mis ojos no se cristalizaran y dejaran caer una lagrima en evidencia de lo mal que me sentía.

— Te extrañé.

Sus labios se curvearon hacia arriba en una pequeña sonrisa y sacudió levemente la cabeza.

Lo tome como un "yo también".

— ¿Podemos hablar? —inquirió aún con timidez y yo reí.

— Creí que eso estábamos haciendo, Niall.

— Sabes a que me refiero.

— Lo sé —suspire y solo desee que me abrazara—. ¿Qué sucede?

Sus orbes celestes me miraron por varios segundos que sentí eternos. Creo que olvide la última vez en que Niall y yo estuvimos en una habitación sin tener alguna pelea o estar burlándonos de nosotros mismos.

Creo que nunca estuvimos en un escenario así. 

— Te seré honesto, Logan —escucharlo decir mi nombre luego de tanto tiempo me ponía inquieta—. Es sobre ti y tu salud.

En su momento no entendí nada y no sabía porque de repente hablaba sobre mi salud. Ya sabía que no estaba bien físicamente y quizás emocionalmente, y tal vez había escuchando de que tenía anemia, pero no era algo de lo que me preocupara.

Hasta que el chico de ojos celestes siguió hablando.

— Monarquía experimentó contigo —soltó de golpe—. Según un archivo que leí decía que te hicieron varios experimentos y te sometieron a tratamientos de electroshock. Estaban lavándote la mente, Logan.

Niall seguía hablando frente a mi pero de repente solo podía ver sus labios moverse sin emitir sonido.

Una parte de mi sabía que yo era un conejillo en el cual podían experimentar a su antojo, pero había otra parte de mi que se negaba a siquiera pensar en eso.

— Logan, ¿estás prestándome atención? —de pronto Niall se encontraba frente a mi tomándome por los hombros y con miraba analítica.

— Si, si —conteste atropelladamente.

— Estás pálida —comentó y su mano se posicionó en mi frente—. Joder, no debí decírtelo.

— E-Estoy bien.

— No parece —soltó con sarcasmo.

— Estoy bien, Niall. Solo que no es como que me de tiempo de procesar las cosas cuando me las sueltas de golpe.

— Ya, ya, entendí. Ya sabes como soy.

Trato de no rodar los ojos y soltarle un comentario filoso pero la puerta abrirse llama nuestra atención.

Un Rust con una tímida sonrisa se asomó como tal niño pequeño pidiendo permiso para entrar.

— Holaaaa.

El ambiente raro en que el pálido y yo nos encontrábamos se disuelve a uno cálido con la presencia del pelinegro.

— Se que nadie me invito pero por eso existe algo llamo auto invitarme —su habladuría me hace soltar una risa porque la sola presencia de este chico calma el ambiente a uno más ligero donde solo puedo pensar en reírme—. ¿Cómo estás, Logan? —me pregunta dejándose caer en la cama y mirándome de arriba hacia abajo verificando que esté en una pieza.

— Recuperándome —masculló y asiste pero rápidamente voltea a ver a Niall.

— ¿Ya le dijiste?

— ¿Decirle qué?

— Pues lo que dijo Lance.

— No.

— ¿Y qué esperas?

— Que cierres la puta boca.

—¿Decirme qué? —espetó ya cansada de que hablen como si yo no estuviera frente a ellos.

— De qué si quieres unirte a combate.

— Ah.

— Novak le sugirió a Lance de que si puedes unirte a combate.

— Alto, ¿qué? ¿Novak?

Ahora si estoy perdida.

— ¿Even Novak?

— Ese mismo.

— No entiendo nada.

— Largaaaa historia.

— Sigo sin entender, chicos.

— Lastima —dice Niall con pesar.

— ¡Oye!

Luego de dejarle ir un golpe al de ojos celestes y un par de palabras más que intercambiar, Rust relata todo y ambos se encargan de aclarar mis dudas aunque Niall se harta luego.

Restart | #1 Niall HoranWhere stories live. Discover now