16: segunda parte.

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El sol darme directamente en la cara me despertó. Extrañamente cuando mire toda la habitación en la que estaba me sentí en casa. Las paredes pintadas de color piel me daban tranquilidad, no había ningún cuadro o retratera en las mismas, lo único que había era la cama en la que me encontraba, una pequeña mesita de noche con una lámpara y un armario frente mío.

Salí de la habitación para bajar las escaleras y dar con el cuerpo de Rust descansar en el sillón dormido, mis pies me dirigieron al comedor y me senté en una de las sillas, alargue mi mano hacia el otro extremo de la mesa donde mi mochila descansaba en la superficie, la atraje a mi cuerpo y la abrí para sacar un par de galletas de vainilla.

La puerta ser abierta hizo que mirara sobre mi hombro para ver quién era, Niall apareció por esta, me miró despectivo y se acercó a mí. Su cuerpo tomó asiento frente al mío y luego de un largo silencio, tuve que hablar ya que se estaba volviendo incomodo todo.

— ¿Dónde estabas? —modulé.

El chico clavo su vista en mi, supe que estaba absorto en sus pensamientos hasta que hable sacándolo de ellos. Por la forma en la que me miró sentí el sarcasmo asomarse a la puerta y darme un bofetada.

Pero no puede evitar mostrarme sorprendida al escucharlo.

— Estaba recorriendo el lugar —pronunció.

Digerí sus palabras y de tanto el tiempo en que llevaba con él, por fin me hablo como una persona normal.

— ¿Y encontraste algo? —me atreví a preguntar tentado a mi suerte.

Niall desvió la mirada en algún punto de la casa, sus cejas se fruncieron levemente y después decidido volver hacer contacto visual conmigo.

— Nada —respondió con seriedad.

Decidí no preguntar más, me lleve otra galleta a la boca y deje que mis pensamientos atacaran mi cabeza. Estos me llevaron a ir más allá. Me vi armado teorías, la principal era que el gobierno tuvo que ver con esto. No era un secreto que constantemente estos hacían experimentos y trataban de ocultarlos al ojo de la sociedad. La segunda era que el Proyecto Restart era el experimento. Y ahora que lo meditaba le encontraba la lógica, pero como siempre algo no encajaba, sentía que algo más faltaba. Era como cuando armaba un rompecabezas y una pieza faltaba para terminarlo, pero lo que no sabía era cuál era la pieza faltante en todo esto.

•••

Los tres salimos de la casa, íbamos a ir por el auto ya que lo habíamos dejado en la colina, era nuestro único medio de transporte así que si algo le llegaba a pasar no teníamos como salir de aquí.

Como era de costumbre Niall iba a unos pasos de nosotros, Rust a mi lado mientras comía un paquete de galletas de chocolate. Tenía una leve hinchazón en la comisura de su labio debido al golpe que le había proporcionado el rubio la noche anterior y me encontré riendo discretamente porque en cierto modo se lo merecía.

Una vez que llegamos a la colina Niall se acerca al auto, intenta encenderlo fallando en el intento, suelta una maldición al aire y abre el capó de este para ver lo que está fallado.

— Rust—pronuncia su nombre con irritación, el aludido le hace un ademán de que hable—, ¿tú sacaste el motor del auto? —pregunta entornado su vista en él. El pelinegro frunce el ceño y da un par de zancadas hasta posicionarse al lado de rubio.

— No —negó en un murmullo.

Mi entrecejo se frunce con extrañeza y desconcierto, yo también me acerco para verificar que el motor no está donde corresponde, en su lugar hay un espacio vacío.

Restart | #1 Niall HoranWhere stories live. Discover now