Restart | #1 Niall Horan

40

Noviembre, 17
2040

Por primera vez desde que estoy en Legión, la sala de control está tan llena que logra sorprenderme.

En la gran mesa hay en el centro del cuartel, se encuentran alrededor de seis personas, incluyendo entre esas a Lance de cabecilla y a Marek a su derecha. Seguido de eso está el doctor Jonivich y otras personas que desconozco pero deben ser influyentes si están sentados ahí. Más allá, hay varios técnicos y científicos. Y del otro extremo de la habitación estamos nosotros cinco. Niall y Rust a mi derecha, Dean y Even a mi izquierda y yo posicionada en el medio. Los cinco portamos el traje de Legión, enfundados en pantalones camuflaje azul oscuro al que camisas del mismo color con el bordado de Legión en el lado izquierdo, acompañados de botines.

— Tenemos aproximadamente cinco horas para iniciar el protocolo —habló Lance una vez que todos guardaron silencio. Escucharlo hablar con tanta potencia y seguridad me hizo preguntarme si él no tenía miedo por lo que pasaría en tan solo horas. A mi la sola idea me causaba cierta ansiedad—. Marek junto con Khalawand alistarán las tropas, quiero que una salga cuanto antes y la otras se lleven a las personas a la zona segura. No quiero que nadie quede en estas instalaciones a más tardar a que amanezca, ¿entendido?

—¿Y que les diremos a las personas? —hablo un hombre de cabellos castaños en la misma mesa, desconocía su nombre—. Si mencionamos a Monarquía entrarán en pánico.

— Y por eso mismo no diremos nada, Whitzg —le dijo con cierta obviedad—. Seremos los más discretos. Queda prohibido decirle a las personas lo que pasará, no por ocultarles dicha información, sino por su seguridad. Cuando esto acabe se les dirá todo lo que tengan que saber, pero por ahora tomaremos la cosas con calma y precaución.

— Lo que menos necesitamos es calma, Hossien —volvió hablar el tal Whitzg—. Lo que necesitamos es un milagro.

— Y espero a que ese milagro sea que te calles de una maldita vez —espetó—. Si no puedes con la presión entonces te pido que abandones la sala, pones a todos nerviosos con tus cuestionamientos y no estoy para soportar eso.

— Solo digo lo que quizás todos nos estamos preguntando y no son capaces de decir por respeto a ti, pero no estoy tan seguro confiando en tu juicio. No se si fue buena idea confiar en alguien tan joven como tú que parece no tener conocimientos de lo que es la vida real, y por vida real me refiero a lo que nos espera allá afuera. Habré los ojos.

Con dichas palabras la tensión en la mesa se aumentó. Le lance una mirada a los chicos y ellos me la regresaron de la misma manera, preocupados.

Lance solo una risa carente de humor, más bien sarcástica.

— Que pienses que por se el más joven de esta mesa no pueda con lo que pasará demuestra que tú tampoco estarías listo para tener un cargo tan grande como un líder —su voz sonaba inexpresiva con cada palabra que salía de sus labios—. Tengo más conocimientos de cosas que tú claramente no y estoy aquí tratando de solucionar esto mientras tú solo juzgas mis actos y no das opciones que logren ayudarnos. Solo eres un asiento siendo ocupado por un mente vacía. Así que estás relevado de tu cargo, te pido que te marches de esta sala.

—¿En serio, Lance? —espetó de manera incrédula.

—Nunca hablé tan enserio. Así que si no aportaras nada, repito, márchate de esta sala —finalizó.