Revive la magia.

Capítulo 48. Todo cambia.

NARRADOR.

Los meses comenzaron a pasar, siguiendo de nuevo una pauta clara y ordenada. Marzo llegó en todo su esplendor, con días de sol primaveral y otros de viento frío que recordaba al invierno. Draco seguía durmiendo en el cuarto de Hermione casi siempre. Los restantes miembros del ADS ya se habían enterado del plan que quería llevar a cabo el Señor Tenebroso, pero aún así, el chico salía a escondidas de la torre de Gryffindor. De todas formas, nunca volvió a suceder lo mismo de aquella primera noche. Vigilaban muy de cerca a Hermione Granger, pero nunca hubo ningún incidente que debiera preocuparlos.

Los alumnos de octavo habían comenzado a tomarse más en serio el asunto de los ÉXTASIS, pues apenas faltaban tres meses para Junio.

El tercer mes del año dio paso al cuarto. Se jugaron varios partidos de quidditch entre ambos. Hufflepuff perdió con Slytherin y con Ravenclaw, quedando último y sin ninguna posibilidad de ganar la Copa. Ravenclaw se colocó tercero, ganando a Hufflepuff y perdiendo contra los leones. Gryffindor, por su parte, ganó a Hufflepuff y a Ravenclaw, quedando en cabeza. No era un reinado solitario, pues estaban empatados con los Slytherin. Éstos habían ganado a Ravenclaw y a Hufflepuff. Al parecer, todo se resolvería en un último y decisivo partido. Slytherin contra Gryffindor, las serpientes contra los leones, que se jugaría el fin de semana anterior a las vacaciones de Pascua.

El tiempo siguió pasando sin nada digno de mencionarse. Faltaban unos días para las ansiadas vacaciones, y en el castillo reinaba una atmósfera de júbilo, entremezclada con la desgana que producían los estudios y las tareas atrasadas. Aunque las vacaciones de Pascua se caracterizaban por ser cortas, los profesores decidieron dar a los alumnos más mayores (de séptimo y octavo curso) un par de semanas para su disfrute, por lo que pasaban a ser tres en total.

Y volvemos al presente.

BLAISE ZABINI.

Doy un gran bostezo. Es Viernes por la tarde, el último antes de Pascua. Nos han dado parte de la tarde libre, supuestamente para estudiar. Ya está anocheciendo. Nadie está estudiando, ni mucho menos. Estoy sentado en una butaca con las piernas colgando por uno de los brazos, con los ojos cerrados. Katniss se sienta en otra a mi lado, y Anna frente a nosotros.

-Malfoy, estáte quieto.

La voz de Katniss casi hace que me sobresalte. Anna suelta una risita al verme abrir de repente los ojos.

-Cállate, Bloom. Joder, esto es más importante de lo que creéis.

El chico la mira de reojo y sigue dando vueltas por la Sala Común, vacía a excepción de nosotros cuatro.

-No tiene porqué significar nada, Draco. Quizá solo quiera esperar y ver qué pasa.-intenta tranquilizarlo Anna.

-No, no quiere esperar y ver qué pasa. Está tramando algo, lo presiento. Han pasado meses desde que nos reunimos en la Mansión. ¿Por qué no han atacado a Granger aún?

Draco se frena para encararnos.

-No tengo ni la más remota idea, pero te agradecería que pararas de dar vueltas por ahí. Parece que estás enjaulado, y me pone de los nervios.-vuelve a replicar Katniss.

-¡Pero está tramando algo! ¡Estar tan inactivo no puede ser bueno! Tenemos que...

-No podemos hacer nada, tío.-le digo rápidamente-. Tenemos que esperar a que entre en acción, y tú lo sabes.

-Me desquicia estar aquí sin poder hacer nada.-contesta el rubio, dejándose caer en otra butaca al lado de Anna.

Katniss murmura algo que suena a "con esto solo estás consiguiendo desquiciarnos a los demás", pero Malfoy la ignora por completo. Sacudo la cabeza. Parecen dos críos cuándo se comportan así. Pueden estar horas replicando y no cansarse. Anna parece estar pensando algo parecido, porque sonríe y dice con voz pausada: