Revive la magia.

Capítulo 36. Descubrimientos.

BLAISE ZABINI.

En ese momento, Draco y Hermione me miran, con una sorpresa en sus rostros idéntica a la mía. El chico levanta ambas cejas en señal interrogatorio, y yo me encojo de hombros.

-¿Katniss?-dice Hermione, y los dos centramos la vista en ella-. ¿Qué te ha pasado?

La nueva Slytherin niega con la cabeza. Parece que no quiere hablar. Draco se pone serio al instante.

-¿Te han atacado los mortífagos?

La chica pone una expresión neutra y hasta cierto punto, cuidadosa.

-Creo que vosotros no deberíais estar aquí a estas horas, es tarde.-responde con voz suave y desafiante-. Y ella ni siquiera es de esta casa-. señala a Hermione, que pone los ojos en blanco-. Si me disculpáis, me voy a la cama.

-Te he hecho una pregunta.-la voz de Draco se vuelve más peligrosa a cada palabra que pronuncia.

-Sí, me habéis hecho preguntas que no pienso contestar. Buenas noches.-replica en tono frío.

Se gira con rapidez, con la intención de subir las escaleras hacia el ala de dormitorios femeninos. Pero Draco no le da tiempo. Aunque Hermione intenta impedírselo, el chico se levanta del sillón de un salto. Se planta frente a Katniss y la agarra por el brazo que no tiene herido. La estampa contra la pared y saca su varita del bolsillo para apuntarle directamente al cuello.

-Escúchame bien, no es una petición. Te exijo que me digas ahora mismo qué es lo que te ha pasado.

Katniss le mira con frialdad.

-No me asustas.

Draco se ríe.

-No juegues conmigo, monada. Podría asustarte fácilmente. Incluso podría matarte ahora mismo.

-¡Malfoy!-le reprende una escandalizada Hermione.

-Déjala, tío.-le digo.

Pero ellos no escuchan. Parecen estar librando su propia batalla personal. Katniss sonríe de forma burlona.

-¿Y crees qué yo no podría? Tú no me conoces en absoluto.

-Tú tampoco. Y no te lo repetiré más. Zabini te curará.-me señala y yo asiento-. Pero dinos exactamente qué es lo que ha pasado.

La suelta con un empujón, pero ella se endereza cómo si no hubiera pasado nada. Le mira y da un suspiro. Quizá ha decidido que tres contra uno no es equilibrio. O se ha creído sus palabras. Chica lista.

Draco vuelve a la butaca. Katniss se sienta despacio enfrente de nosotros, con una mueca de dolor.

-¿Y bien?-pregunta-. ¿Qué es lo que queréis saber?

-¿Te atacaron?

-Es evidente.-responde secamente.

Draco suspira. Creo que ha decidido tener paciencia. En ese momento, la chica se sujeta el brazo herido, que todavía sangra.

-¡Ay!-exclama.

-Puedo curarla mientras habláis.-tres pares de ojos se giran hacia mí-. Quizá su mal humor se deba al dolor.

-Muy gracioso.-me espeta la chica.

-Yo creo que será lo mejor.-corrobora Hermione.

Asiento y le hago un gesto con la mano a Katniss para que se acerque. Me evalúa con la mirada.

-No seas tonta, no te voy a morder.

-No sé yo...-dice Draco con una sonrisa de lado. Le doy un puñetazo amistoso en el hombro.