Revive la magia.

Capítulo 5. Baile y sucesos en la biblioteca.

HERMIONE.

 Un ruído me despertó a la mañana siguiente, como una puerta que se cierra de repente o el golpe de algo al caer al suelo. Abrí los ojos con dificultad, pues la luz de la mañana entraba por la ventana y me impedía ver las cosas claras. Distinguí una maraña de pelo color rojo anaranjado, y unos ojos azulados que me miraban con atención. Era Ginny.

-¡Hermione, Hermione! ¡Tengo noticias para ti!

-¿Que pa-pasa?-pregunte, bostezando.

-¡Hay un nuevo cartel en el tablón de anuncios! ¡Venga, venga! ¡Baja a verlo!

Me levanté despacio de la cama, y miré la hora. Faltaba una hora y media para que las clases comenzaran.

-Caramba, Ginny... ¿Como te has despertado tan temprano?

-No se. Estuve leyendo un rato el libro que me dejaste, y luego baje abajo. Cuando vi el nuevo cartel... ¡Ya no pude dormir mas de la emoción!

-Pero... ¿Que dice ese cartel para que estés tan emocionada?

Ginny suspiro, y me miro con una gran sonrisa. Al parecer, estaba muy contenta.

-Hermione, Navidad es este fin de semana, este próximo Domingo.

-Si... ¿Y que tiene eso que ver para que estés tan feliz?

-¡Han organizado un Baile de Navidad la noche del Sábado! ¿No es genial? ¡Podremos distraernos un poco de todos los deberes acumulados! ¿Que te parece?

La mire. La emoción de esta chica no tenía límites. Sonreí, sincera.

-Me parece genial, Ginny, en serio. ¿Tendremos que buscar pareja, no?-me reí.

-Yo... Bueno... Creo que ya la tengo...-contesto, ruborizándose ligeramente.

-Harry, por supuesto.

-Bueno, si, claro. ¿Y tu, con quien irás?-pregunto rápidamente, intentando desviar la atención hacia mi.

Suspire.

-Creo que me cambiare ¿vale, Ginny? Nos vemos en Gran Comedor.

Ella suspiro, admitiendo su derrota y sin poder sonsacarme nada, y escuche como bajaba las escaleras.

Me di una ducha rápida antes de ponerme la túnica y peinarme. Cuando bajé al Gran Comedor, ya estaba abarrotado. Y yo ya estaba lista para una nueva semana.

 Esa semana transcurrió sin nada digno de mención. Los profesores nos pusieron pocos deberes, decidiendo así que empleáramos nuestro tiempo en encontrar pareja o comprar regalos. La verdad, estaba feliz ante la perspectiva de un baile. Era lo que todos necesitábamos para descansar un poco de la rutina diaria.

Ese Viernes, la totalidad de alumnos de Hogwarts tenia ya una pareja. Ron me lo había pedido el Jueves (muy ruborizado, todo hay que decirlo) en un momento en que ambos nos habíamos quedado solos en la Sala Común de Gryffindor. Yo, con una sonrisa, había dicho que si. Luna iría con Neville (como amigos, eso habían dicho) y Harry con Ginny, por supuesto.

 Y llego el gran día. Los nervios asolaban el castillo por completo. No había excepciones.

Antes de las ocho de la tarde, todos los alumnos se encontraban en sus respectivas Salas Comunes, preparándose. Yo me despedí de Ginny (la cual estaba muy nerviosa y feliz) y subí a mi cuarto a cambiarme. Primero me di una ducha, y luego empecé con el pelo. Me aplique grandes cantidades de poción alisadora, hasta que el resultado fue satisfactorio. Esto me llevo mas de media hora. Luego, lo solté sobre los hombros, recogiendo una parte en una especie de moño en la parte de atrás de la cabeza. Para finalizar, me ondulé un poco las puntas con la varita. Cuando me gustó como había quedado, salí a la habitación. Había dejado mi vestido sobre la cama. Me gustaba mucho, tenia que reconocerlo. Me lo había comprado en una visita a Hogsmeade. Era de color azul, casi turquesa, vaporoso y con finos tirantes. Luego me puse los zapatos de un color similar al del vestido, y unos pendientes que Luna me había dejado, y bajé a la Sala Común. Allí ya estaban Harry, Ron y Ginny. Harry vestía un traje negro, y Ron uno de color gris oscuro. El vestido de Ginny era de color negro y de palabra de honor, ajustado. Su pelo caía formando suaves ondas por su espalda, contrastando con el negro del vestido. Estaba guapísima, cogida del brazo de Harry. Me dirigí hacia Ron y éste me dio un beso en la mejilla.