Revive la magia.

Capítulo 12. Tratado de paz.

DRACO.

¡No! ¡No puede ser! ¡Se lo advertí, se lo advertí! ¡Estúpida y desobediente Granger! Le dije que no se entrometiera, le dije que sería lo mejor para los dos, para todos. No me ha hecho el más mínimo caso. ¿Y ahora qué hago? Theo, Jaden y Zabini me miran. Al parecer, la decisión es mía. Genial, lo que me faltaba. Vuelvo a mirarla a ella. Sus ojos transmiten miedo, sorpresa. Aún así, veo que intenta mantener el orgullo, seguir siendo valiente. Como una verdadera Gryffindor.

-¿Qué vamos a hacer con ella?-pregunta Theo.

-Abortamos la misión. Basta por esta noche.-contesto secamente.

-¿Qué?

-¿Cómo?

-Ya me habéis oído. Salid del Bosque, luego os alcanzo. No contéis a nadie lo que ha pasado aquí. A nadie. ¿Entendido? Blaise, Jaden, Theo. Fuera, AHORA.-respondo de nuevo, con evidente enfado.

Ellos me lanzan una mirada parecida a la que le lanzarían a alguien que se estuviera volviendo loco. Zabini camina hacia Theo, separándose un poco de nosotros, pero Jaden se queda mirándonos. Parece preocupado.

-¿Estás seguro de lo que haces, Draco?-pregunta, clavando la mirada en nosotros dos.

-Completamente, Jaden. Ahora, todos fuera de aquí.

Al escuchar el tono que estoy empleando, nadie rechista. Jaden lanza una última mirada a Granger, y los tres salen del claro, perdiéndose de vista al instante. Le lanzo su varita sin mirarla siquiera. Me giro, intentando controlar mi genio. No quiero matar a nadie por error, y ella tiene muchas papeletas en este momento.

-Gracias.-dice justo después. Su tono de voz es más frío de lo habitual.

La miro, furioso.

-Eres una estúpida egoísta, Granger.

Ella se queda helada un momento, antes de replicar.

-Perdona... ¿qué?

-Sólo piensas en ti misma, en tus conocimientos, en tu curiosidad. Eres una estúpida, porque te avisé. Te lo dejé bien claro. No me sigas, no intentes averiguar nada. ¡Pero no me hiciste ningún caso!

-¡Tu si que eres un estúpido!-contesta ferozmente-. ¿Crees que voy a dejar que hagas planes tenebrosos usando mi capa y todo lo demás¿ ¡Estás loco si piensas que voy a consentir algo así!

Me acerco unos pasos más a ella. La agarro por un brazo, apoyando su espalda en el tronco del árbol más cercano. Ambos temblamos de furia.

-Tu no tienes que consentir nada. ¡Es mi vida!-grito.

-¡Y es mi capa! Además, da la casualidad de que "tu vida" suele afectar a todos.-replica de nuevo.

-Yo no te obligué a que me dejaras tu capa, ni mucho menos. Eso fue tu decisión.

-Si, lo sé, y aún sigo sin creer como pude confiar en ti, con los antecedentes que tienes. Supongo que es imposible cambiar ¿no? Seguro que hasta te arrepientes de haberme salvado la vida.-dice con dureza.

Retrocedo, soltándola, como si me hubiera dado una descarga eléctrica.

-No tienes ni idea de lo que dices. Nunca... Nunca podría arrepentirme de algo así, no lo entiendes.

Su expresión se suaviza un poco.

-No, no lo entiendo, y tu parece que tampoco quieres explicar nada. Mira, te diré algo, Malfoy. No me voy a quedar de brazos cruzados mientras tu y tus amiguitos tramáis algo ¿vale? No, eso ni hablar.