Mitos y leyendas del mundo

X. Rusalka

Lugar: Rusia

Origen: Mitología eslava

Características

En la mitología eslava existen unos espíritus femeninos del agua llamados Rusalkas, los cuales habitan en ríos, lagos y a veces, zonas costeras. Por lo general, se las describe como mujeres hermosas de piel nívea y larga melena verde. Sus ropajes suelen consistir en una túnica blanca o en escuetos vestidos confeccionados con hojas del bosque. Otras veces se las ve desnudas directamente. Se las presenta como mujeres jóvenes y atractivas, bellezas etéreas de rostro pálido y delicado. Con frecuencia teniendo el cabello verde, como las algas y las hiervas de la orilla del río donde retozan en las noches de luna. También son frecuentes las de cabello rubio pálido e incluso negro. Algo significativo es que la Rusalka lleva el cabello suelto y sin trenzar, una situación que se la asociaba con lo sobrenatural en la cultura eslava y rusa.

Hábitat

De todos los espíritus vinculados a ubicaciones concretas, las Rusalka es uno de los más complejos. En cierta medida, la idea popular de esta figura se ha ido atenuando por las historias románticas del siglo XIX de seductoras ninfas acuáticas y también, sin duda, por las sirenas de la literatura clásica contemporánea. Aunque es innegable la estrecha relación de las Rusalkas con el agua, su lealtad con una ubicación concreta y desde luego, su control sobre la misma. Se decía que las Rusalkas favorecían de forma especial los campos de centeno en flor y algunas fuentes incluso sugieren que tenían efecto benéfico sobre el crecimiento de la vegetación. Sin embargo, también hay pruebas de lo contrario, la vengativa personalidad de estos súcubos, casi como brujas, podían enviar un tiempo inclemente y desbastar una cosecha entera.

Naturaleza de las Rusalkas

Muchas de las creencias y anécdotas sobre las Rusalkas aluden a una muerte accidental o violenta, ya fuera por suicidio o por asesinato, y pueden tener una naturaleza sentimental. La infortunada a la que le han negado los ritos funerarios adecuados por ejemplo, entonces permanece en el lugar de su muerte, gimiendo lastimosamente y aterrorizando a quienes pasan cerca de allí, o vuelve a perseguir al amante que perdió, o al que la engañó en otras situaciones de índole sentimental. Eran muy temidas porque su condición de seres sin amor las convertía en vengativas asesinas, seducían hombres jóvenes con sus desnudos y esbeltos cuerpos, y sus dulces e hipnóticos cantos.

Dicen que si el pelo de una Rusalka deja de estar húmedo, esta muere. Por ello, siempre que se alejan del agua, internándose en el bosque o el campo, llevan con ellas su peine; al peinarse un pequeño y mágico chorro de agua fluye de él.

¿Cómo se sobrevive a una Rusalka?

Según afirman en Bielorrusia, para protegerse de las Rusalkas hay que arrojarles un pañuelo o, en su defecto, un jirón de la propia ropa. En otras zonas se dice que basta con llevar en la mano una ramita de ajenjo. Pero una vez que la Rusalka te atrapa, quizás (es como un mito dentro del mismo mito), la única manera en que alguien pueda escapar de este triste destino es comprometiéndose con la Rusalka a vengar su muerte, solo así despertarían en su corazón la bondad y el perdón siendo, talvez, la única manera de sobrevivir a este encuentro y de poder ayudarla a descansar en paz.

La Semana de las Rusalkas

A principios de junio tiene lugar la Semana de las Rusalkas (la semana anterior o a la festividad ortodoxa de la Santísima Trinidad), durante la cual es peligroso bañarse en el río y no se debe trabajar, ya que si las Rusalkas se enteran acabarán con el ganado y las aves de corral del infractor. Se creía que las Rusalkas eran más peligrosas durante esa semana, ya que en esta época abandonaban la profundidad de las aguas para columpiarse en las ramas de los abedules y de los sauces por las noches. Nadar estaba estrictamente prohibido por temor a que las sirenas arrastrasen al nadador hasta el fondo del río. Resulta conveniente tenerlas contentas, pues ellas pueden incidir en la calidad de las cosechas provocando lluvias o acunando a las mazorcas de maíz con sus cánticos. A veces también estropean las ruedas de los molinos y rompen las redes de los pescadores, se cree que no siempre es adrede.

Antes de ser sobrenaturales ninfas acuáticas, algunas Rusalkas fueron mujeres normales. El alma de las jóvenes que se suicidan, mueren estranguladas o ahogadas puede convertirse en una Rusalka como se explicó ya. Entonces, para evitarlo, sus familiares han de realizar ciertas ofrendas frente a la tumba de la infortunada, durante la Semana de las Rusalkas: verter alguna bebida alcohólica, romper varios Huevos de Pascua y dejar unas tortitas caseras, tras lo cual deben cantar una plegaria a las Rusalkas.

También las almas de los niños muertos antes de nacer o de ser bautizados pueden convertirse en Rusalkas, este es un caso especial en el cual tiene la apariencia de una niña de siete años aproximadamente. Las Rusalkas adultas se llevan estas almas de las tumbas y los velatorios, y las conducen a su morada subacuática. Cada Semana Santa, durante siete años sucesivos, el alma del niño tiene permitido salir a buscar a alguien que la bautice. Tras oír de boca de un ser humano: "Te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo", será libre de emprender su camino hacia el Cielo.

Concluyendo, un consejo, ten mucho cuidado si decides ir a navegar o nadar en algún paraje acuático para Pascuas, en Semana Santa. Y si llegas a encontrarte una hermosa joven desnuda y atractiva que intenta seducirte... ¡¡VETE CORRIENDO DE ALLÍ!!