Capítulo 14: ¿Qué tipo de asesino? (Editado)

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Me levanté asustada e intranquila, no tenía ni la más mínima idea de que esperar esa mañana. Amaya era una persona que "explotaba" en cualquier momento. Temía volver hacer que se enojara.

En la noche, luego de reflexionar un poco, se me ocurrió que sería mejor si la dejaba contarme lo que quisiera, sin presiones ni nada por el estilo. También intuí que podría evitarme otro ataque si no me acercaba mucho a ella, fue un error haber tratado de consolarla. Al menos estando lejos, podría prever y hacer mi mejor esfuerzo por esquivar cualquier ataque.

Me levanté con toda disposición, diciéndome que no debía preocuparme más por el asunto de la señora Macline.

Al alistarme me puse unos pantalones entubados con unas botas de nieve y una chaqueta de color rojo. Doménico traía lo mismo, sólo que la versión masculina. Comenzaba a cansarme de vestir igual que él, en especial porque se le veía mucho mejor que a mí y eso no lo aceptaba.

~*~

Cuando acabamos nuestro desayuno, que consistía en unos muffins deliciosos, fuimos a La caja de juguetes y estuve esperando por Amaya, algo preocupada. Habían pasado diez minutos desde que mi llegada y nadie había entrado por la puerta.

Por temor a que la señora Macline se hubiera caído y golpeado la cabeza de camino a mi oficina caminé, apresurada, hacia la puerta. Antes de que siquiera pusiera mi mano en el picaporte, la perilla se giró.

Sentí un poco de alivio hasta que vi que la persona que había ingresado a la habitación era Lucy trayendo a fuerzas a Violeta.

Quedé en shock. No piensen que fue por Amaya, en ese momento prefería líder con la mujer que con Violeta.

¿Alguna vez les ha pasado que un profesor te pide un trabajo muy importante antes de tiempo y no lo has siquiera empezado? A mí nunca, pero me imaginé que se sentía parecido a ese momento. El plazo de la apuesta que habíamos pactado ambas era hasta que nos viéramos de nuevo y yo aún no había podido averiguar qué era ella, tenía planeado preguntarle más cosas a Lucy esa misma tarde. Era consiente de que en ese momento perdería una verdadera oportunidad si no pensaba en algo.

Lucy, al verme sorprendida por su llegada, creyó que debía explicarme por cuál razón estaba ante mí Violeta y no Amaya.

-Te he traído a Violeta porque Amaya está...-Hizo una larga pausa antes de continuar. No quería revelarme mucha información sobre qué había hecho a su juguete-. Indispuesta-completó, con una gran sonrisa.

Ella pensó que mi silencio era algo aprobatorio. Al menos eso creo, porque salió de la habitación sin siquiera preguntarse por qué parecía que había visto un fantasma.

-Hola-saludó apáticamente la pelinegra, logrando sacarme del trance en el que había quedado.

-Hola, Violeta-contesté a duras penas.

-Amaya no vino porque le dio uno de sus ataques esquizofrénicos, Lucy trata de torturarte con dudas-explicó como si no le importara en lo más mínimo lo que acababa de decirme. Yo sólo me le quedé mirando.

La joven supuso que lo que acababa de decirme me preocupaba, y que eso explicaba por qué la estaba observando de arriba para abajo. En realidad estaba contemplándola para encontrar una mágica pista que me revelara toda de su vida pasada. Pero nada de eso sucedió.

De nuevo, ella romper el silencio entre las dos.

-¿Y bien?-preguntó para atraer mi atención-. ¿No has logrado saber qué soy?

No crean que no pensé decir cualquier cosa para ver si le atinaba. Lo que me impidió seguir con ese plan era que quería ganar la confianza de los juguetes. Sabía que jamás lo lograría mintiéndoles, como hacía Lucy.

-No-admití derrotada.

En ese instante sólo quedaba esperar a que se riera de mí. Pero, en lugar de eso, me encontré con su desconcertada mirada.

-¿Tienes algunas pistas?-preguntó.

-También algunas hipótesis, pero sé que no quieres que adivine.

Se me quedó viendo de manera desaprobatoria, como si esperara a que dijera algo. Creí que tal vez sentía que su juego había fracasado.

-Dime qué hipótesis tienes.

-Creo eras una asesina, eres muy impulsiva-agregué en voz baja.

-Estás en lo correcto-me dijo y sentí que ya había ganado-. ¿Qué tipo de asesina?

La pregunta última pregunta me tomó desprevenida, pensaba que con decir qué era bastaba para ganar su juego. Sin protestar, admití que ignoraba ese dato.

-No sé.-De nuevo puso esa mirada de desilusión, como si hubiera tenido más expectativas de mí.

-¿Otras cosas que sepas?-preguntó tratando de ayudarme.

Consideraba extraño el que me auxiliara para ganar su juego. Era como si ella quisiera que supiera sus razones de estar en ese lugar.

-Eres inteligente, muy meticulosa y asesinabas mujeres-dije enlistando las pocas conductas que una vez repasé en mi habitación.

-A ver, Charlotte. ¿Qué tipo de asesino es inteligente, muy meticuloso al hacer las cosas y asesina a personas con una característica en común?-preguntó como si hablara con un infante de preescolar. Poco le faltó para decirme "Dah, es muy obvio".

Penosamente, después de mucho pensar, di con el clavo. Me dio vergüenza no haber entendido antes. ¿Y así quería estudiar psicología forense?

-Una asesina en serie.

Cae Nieve en el InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora