57. Un infinito en ti

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El vacío de una mirada solo otros ojos le pueden llenar.

A través de estos mismos se encuentra el camino más seguro y placentero hacia uno mismo.

Asi se comprueba que un alma no encuentra su otra mitad, su alma ha estado siempre completa.

Encuentra un alma que simula dos cuando en realidad se han hecho una al mirarse.

Y así reinicia su vida porque ahora todo es posible ante sí.

Caminar entre la gente se ha hecho un mito porque la realidad apenas lo alcanza.

Es lo divino encarnado en su esencia.

Un infierno en el goce de sus labios al besarle.

Una pausa del tiempo que muere envidioso de su belleza.

Y los placeres, miles de detalles de tu propio universo se concentran todos en su persona.

Quien te hace grande nada más con voltearte a mirar.

Chocolates de formolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora