49. El diablo anda suelto

467 9 6
                                    

Aqui cada esquina es un obituario distinto y las calles se llenan de indigentes mendigando paz.

Cada día es una guerra invisible, disfrazada de alegría pero por dentro rasga la voluntad de cualquiera.

Haciendo difícil respirar sin intoxicarse con tantos desechos de vidas.

El diablo anda suelto y entre todo este desorden me ha visto.

Ha escuchado como mi respiración trota al paso de mi miedo. Y le gusta. Le obseciona. Le excita.

Ha visto la deseperación por huir en mis ojos.

Ha puesto su dedo en mi nombre y quiere borrarlo,  cuando antes adoraba solo saberlo.

Todo cambió.

Era lo que jamás pensé que podría ser.

Hizo lo que jamás creí que lograría en mi.

Y en realidad será lo que yo le permita ser.

Pero no puedo, me supera, me paraliza.

Se esconde entre la buena intención y el amor pero a espaldas de ellos no ve lo que en realidad hace.

Me hace más fuerte, más capaz y en algún momento también me dará la voluntad.

Solo entonces todo acabará y de mí pasará.

Chocolates de formolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora