La lluvia de recuerdos inunda mi mirada recorrriendo lentamente hasta mi barco de papel.
Un barquito que aún no tiene un puerto y al que busca no lo deja anclar en él.
Es un puerto que ya ha sido ocupado y es normal siendo tan hermoso como es.
El barquito la mira desde lejos, soñando a diario con podérsele acercar.
Solo espera a que el puerto le sonría y diga algo que le invite a pasar.
Le entristece que no tenga el permiso de llegar, pero le alegra saber que ella sola no está.
Es un puerto como ningún otro, uno que el barquito por siempre querrá.
Anclado en la orilla le sigue sonriendo, acompañándola en la distancia siendo feliz por su felicidad.
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Chocolates de formol
PoetryNada es tan cierto, claro y preciso como la poesía, por eso es la mejor manera que tengo para hablar contigo de frente. Estos poemas son solo pensamientos que ya no caben en ninguna parte de mi alma y a veces de mi imaginación, pero casi en su total...