El consejo-EDITED

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Adjunto foto de Charyes

Aero

Al tocar las alas del arcángel Darien pude darme cuenta de su textura arenosa y en el transcurso de la charla me di cuenta de que A. Darien miraba de vez en cuando a Vania y se sonreían.

No quería sentirme incómodo pero no logré ocultarlo, Vania se preocupó un poco pero la convencí de que todo estaba bien.

Pasó el tiempo y relativamente había avanzado en mi investigación de la composición de las alas y en una de mis observaciones vi que la arena que cubría los suelos de Ciudad blanca reaccionaba extrañamente cuando las alas la tocaban.

No afectaba en el funcionamiento de las alas pero en una pelea de arena entre Vania y yo( obviamente Vania ganó gracias a la extrema fuerza de sus alas) al lanzarle arena esta se convertía por unos instantes en arena plateada y tenia una semejanza extrema a la consistencia de las alas...

Vania estaba siendo presionada por Gabriel para que fuera a un retiro de la soledad, que es básicamente alejarse de ciudad blanca hasta el ojo de agua y esperar el llamado y cuando se sintiera lista regresara y ser puesta a prueba para convertirse en Arcángel.

Veía que Vania no quería realizar su retiro de soledad por la promesa que hicimos tiempo atrás. Así que insistí en que tomara esa oportunidad para que yo tuviera más tiempo de dedicarme a la investigación de los seres alados. Y lo logré.

Ella se fue ese mismo día.

A. Darien un día vino a buscarla pensando que ella estaría de regreso y bueno no había pasado mucho tiempo desde que se había ido.

En esa visita conocí a Ágata, ella estaba en el grupo seleccionado con Vania y al parecer iba en búsqueda de A. Darien. Ya que su tutor principal el Ángel Charyes (tampoco creo que exista en los libros jaja) lo buscaba con insistencia. Así que se retiró. Ágata se quedó un rato más me miró y me sonrió.

Le resulté interesante eso quiero pensar y con frecuencia nos veíamos así que empezamos a relacionarnos más. Y más hasta que fue una amistad como la que tengo con Vania.

Entre más nos veíamos, más le empecé a compartir de mi investigación y un día ella llevó unos granos de arena muy transparentes y de 10 veces el tamaño de la arena convencional que A. Darien repartió a los otros 4 ángeles seleccionados con el fin de que repartieran los granos de arena a las personas que necesitaran una guía en su camino. Puesto que desprendían una luz constante.

Ágata me las entregó todas por su parte ya que me vio desesperanzado y las guardé con recelo viéndolas en los momentos más obscuros de mi investigación.

Un día Ágata me sorprendió y me alzó por los cielos y fue ahí que decidí seguirla hasta el final. El gesto me conmovió así que bajo ese juramento silencioso resolví quedarme a su lado.

Dos o tres veces más A. Darien regresó para buscar a Vania sin éxito alguno. A mí no me molestaba en absoluto que me visitara siempre que venía a verme me dejaba contemplar sus alas. Y le explicaba algunos detalles que me asombraban.

Ese día en especial Charyes y Gabriel fueron por A. Darien a mi lugar de meditación, ya que se iba a seleccionar el consejo de ancianos.

Así que me reprendieron por tenerlo desordenado, como era costumbre. Y salieron muy altivos siempre tratando de no tocar el suelo como si de lava se tratara.

Ágata llegó tiempo después y bueno olvidé la seriedad de todo. Se creó el consejo de ancianos ya que al parecer los seres humanos al fin habían puesto en acción su creencia hacia las cosas y al ser superior de universo y ciudad blanca tuvo que reorganizarse para ayudar a los seres humanos.

Las Crónicas del Ángel de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora