Despierta

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-Dos semanas más y el idiota de tu marido aun no le habla a Violeta… al menos me he dado cuenta que están comenzando a hablar por las noches –Comentó Criss sentado en el sillón con las piernas estiradas en dirección a Jenna, quien estaba en el sillón frente a él con una taza de té en las manos.

-Cielos Criss, esos hermanos son igual de tercos, que mierda tienen en sus genes que no son capaces de dar su brazo a torcer –Bufó Jenna exasperada –Pero al menos Ross ya habla más aunque no quiere decir mucho de lo que piensa o siente.

-Te comprendo perfectamente, la ultima vez que Violeta se puso en plan terca se fue del país, así que agradece que Ross sigue aquí –Jenna puso los ojos como plato al escuchar la declaración de Criss-.

-¿Cómo es eso de que Violeta se fue del país? –Preguntó ansiosa-.

-Sí, porqué crees que estamos aquí, antes de venir habíamos tenido toda esta gran discusión por el tema de haberle borrado la memoria y que Evan “mintiera” en  muchas cosas y se enojó, tenía esta oportunidad de estar en la compañía donde la vimos hacer esa presentación y bueno, agarró sus maletas y se montó en un avión, casi no alcanzamos a llegar al aeropuerto pero lo logramos y nos vinimos con ella porque no había manera en el infierno que se quedara en donde estábamos –Criss resumió la historia para Jenna que cada vez se veía más exasperada-.

-Sabes qué significa eso, significa que va a tener que pasar algo jodidamente grande para que Ross reaccione y por lo menos mire a la cara a Violeta o se siente con nosotros en la mesa –El tono de voz de Jenna tenía una leve capa de resignación, sabía en el fondo que las cosas no serían tan fáciles de arreglar y la persona que más sufría de todo eso era Violeta-.

-Realmente espero que no pase nada jodidamente grande Jenna, porque nuestra historia familiar dice que las cosas jodidamente grandes también son jodidamente malas y no quiero, realmente no quiero –Criss le tomaba las manos a Jenna y esta se las apretaba, había un sentimiento alrededor de ellos que les decía que algo malo iba a suceder pronto.

-Mira Criss porqué no sacamos un poco de tensión a todo esto, han sido unos meses bastante frustrantes y las actitudes de los chicos no están ayudando para nada, así que por qué no vamos a la tienda compramos algunas cosas y preparamos una rica cena y algún delicioso postre para Violeta, piénsalo, no la hemos consentido ni un solo día desde que supimos que está embarazada, rayos ni siquiera le hemos regalado un chocolate en estos ya casi 3 meses.

-Mierda Jenna tienes razón –Criss saltó del sillón en busca de las llaves y una chaqueta para dirigirse nuevamente donde estaba Jenna –Vamos antes de que se nos haga tarde, ni siquiera la felicitamos, somos unos cabrones, dile a Ross que esté pendiente porque Evan salió a conseguir unas cosas para el cuarto de los bebés.

Jenna le asintió con la cabeza en un movimiento afirmativo y salió por una de las grandes puertas de cristal que daban al patio, gritó el nombre de Ross y esperó un par de minutos, no más de dos, sabía que en cualquier lugar donde él estuviese dentro del bosque con aquel grito la iba a escuchar y en efecto apareció unos momentos después con cara de preocupación.

-Y ese grito, estás bien amor? –Preguntó Ross un poco agitado

No hay tiempo III: Esperaré...Hasta que te encuentreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora