No debiste

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Miley apoyó su frente en el hombro de Justin, quien seguía respirando entrecortadamente.

-¿Y si es como tu sueño? ¿Y si éste también se vuelve realidad? –cuestionó mientras retiraba el sudor de su cara.

-Miley, yo no podría soportarlo.

-No pasará Justin –consuela y le da un pequeño beso por debajo de la oreja.

-Eh tenido la misma pesadilla 3 veces en esta semana ¿no crees que significa algo?

-Estás estresado, eso significa.

-Tú soñaste que me conocías, aún antes de saber de mi existencia. ¿Por qué esto sería diferente? Es Olive, siempre es ella tratando de... de... –era incapaz de decirlo.

-De matarme –completa y él asiente. –Esa pesadilla no se hará realidad ¿De acuerdo? Te tengo a ti, a Derek, a John, Kevin, Emma. Todos me están protegiendo.

Justin la ve con ojos grandes y desesperados como si Miley se estuviera tomando todo a la ligera.Sí, ella también tenía miedo. ¿Cómo no tenerlo cuando Olive, una chica que desde el principio mostró signos de locura y ganas inmensas por hacerle daño, estaba desaparecida desde hace 7 días y portando un arma con la que la había amenazado en ocasiones anteriores? Estaba aterrada, pero Justin... Justin parecía un zombie.

No comía, no dormía, no hacía nada sin asegurarse primero que ella estaba a salvo.

Y sí, era lindo, era... de alguna manera romántica toda la preocupación que él mostraba, pero era cansado. Y preocupante.

La policía, no había podido hacer nada. Parece que la seguridad de este país solo es efectiva cuando se trata de películas o series, de seguro si vivieran en algún capítulo de CSI ya hubieran encarcelado a Olive desde hace mucho, pero no. Según las autoridades no había rastro alguno de la ciudadana Olive Weston.

Pero no es como si Olive tuviera todo los recursos universales para desaparecer de la tierra, debía estar por algún lado. Justin aún tenía esa alarma silenciosa en la cabeza.

-Solo estoy contando las horas para que nuestras vacaciones lleguen. Entre más lejos estemos de esta ciudad mejor.

-Justin no tengo ánimos de viajar.

-No podemos quedarnos, Miley. Solo eres un objetivo más fácil para ella. Entiende, no puedo soportar la idea de perderte –se revolcó en la cama, como si por el simple hecho de pensarlo estuviera muriendo de dolor.

- Todo esto es mi culpa, ahora es mi deber mantener a las únicas personas que me importan con vida.

-No es tu culpa.

-No mientas, Miley. Desde que llegué a tu vida no has tenido un día de paz –sus ojos se llenaron de una depresión profunda.

-Tuve un hermoso día de paz esa vez que fuimos al parque acuático en Hawái, ¿recuerdas? Me reí como loca.

-Miley.... –comenzó, tratando de interrumpirla pero ella lo impidió.

-Oh y el día que fuimos a comprar la ropa para los gemelos ¡Ese fue un día tan bonito! No podía dejar de imaginarme miles de cuerpecitos y caras diferentes vistiendo cada prenda.

-Pero...

-Y cada momento que me besas Justin, cada instante que me ves a los ojos y sonríes... ese es un momento de paz y felicidad para mí.

-Yo solo te eh traído problemas.

-Bueno no puedo negar que eres algo problemático –sonrió- pero solo imagina Justin ¿En dónde estarías en este momento si no me hubieras conocido?

El farsante (Miley Cyrus & Justin Bieber) ©Where stories live. Discover now