Ya no había vuelta atras

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-¿Quién eres? –preguntó, mientras lo veía fruncir el ceño.

-¿De qué hablas? –murmuró nervioso. ¿Lo había descubierto?

-¿Qué te hiciste en el cabello? ¿Y qué tomaste para crecer tanto? –Justin suspiro mientras intentaba volver a abrir sus ojos.

-¡No los abras! Espera un momento ¿sí? -Miley situó medio cuerpo dentro del cuarto y lo restante fuera dejando solo su cara y el escote del vestido a la vista.- Puedes abrirlos ahora.

Ahora fue Justin quien quedó pasmado, la mujer frente a él era muy diferente a la de la foto, la imagen que tenía fácil había sido tomada 2 años atrás, la chica que lo miraba con los ojos abiertos no podía describirse con la palabra hermosa, porque le quedaba chica.

Derek no tenía malos gustos, eso ya lo sabía él. ¿Pero cómo había conseguido a una mujer así?

-Contéstame, Derek.

-Ah, yo… me hice un cambio de look, las mujeres lo hacen siempre en sus bodas ¿no?, ya me había cansado mi peinado anterior, la boda fue mi oportunidad para deshacerme de él –sonrió-.

-¿Y desde cuándo mides 1.83? La última vez que te vi yo te llegaba a la barbilla, ahora me ganas por más de 20 centímetros.

-Me estire –contestó sin darle demasiada importancia, Miley no era nada tonta al parecer-.

-Es imposible…

-¿No estás feliz de verme, acaso? Ayer llegué muy tarde y preferí mejor dejarte dormir-mintió- Yo me estaba muriendo por verte.

Miley se relajó un poco, tal vez eran los nervios la que la ponían así.

-Yo me muero por besarte –murmuró bajito.

Justin se quedó quieto, con miedo que se diera cuenta de otra diferencia al besarlo. Pero no podía perder nada ¿o sí? Realmente la quería besar.

Se acercó y juntó sus labios, que encajaron como dos engranes hechos a la medida, sus labios se empezaron a mover para darle señal a los míos. Maldita sea parecía un adolescente dando su primer beso. Se alejó un poco y volvió a retomar el beso, mordiendo su labio inferior al terminar.

-Te veo en la iglesia- dijo mientras se alejaba de ella, si seguían ahí jamás llegarían a la boda.

~°~

La marcha nupcial empezó a sonar mientras Justin sentía sus manos sudar, se rascó el cuello nervioso y fue cuando sintió la cadena de la cuál colgaba el medallón con su nombre, jamás se había separado de aquella medalla desde que su abuelo se la regaló en navidad… pero ahora lo haría, la desabrochó rápidamente mientras Miley entraba a la iglesia, le hecho un último vistazo y luego la puso en su bolsillo, después se desharía de ella.

Miley nunca pensó en casarse a sus 25 años, todo parecía una completa locura; en el transcurso al altar se preguntó si no estaría en otro sueño, porque todo parecía irreal, pero veía a Derek frente a ella, sonriendo, tan elegante con su smoking oscuro, sí, estaba diferente pero ella se había enamorado de su actitud no de su altura ni mucho menos de su cabello.

La misa transcurrió normal, Miley notaba la mirada de él sobre su perfil a cada segundo, inspeccionándola como si fuera la primera vez que la viera.

-Derek Bieber Mallette, acepta a Miley Ray Cyrus como su esposa para amarla, respetarla y serle fiel hasta que la muerte los separe.

Cuándo la voz salió de su garganta sonó lejana como si no fuera él quien respondiera.

-Sí, acepto.

Miley sonrió.

-Y tú, Miley Ray Cyrus. ¿Aceptas a Derek Bieber Mallette como tu esposo y prometes serle fiel hasta que la muerte los separe?

-Sí acepto.

-Por el poder que me concede la iglesia y el estado de Nueva York, yo los declaro marido y mujer –Justin cerró los ojos fuertemente mientras oía la sentencia del sacerdote. Ya no había vuelta atrás.- Puede besar a la novia.

Se pusieron de pie y se miraron el uno al otro, Miley tuvo que ponerse en las puntas de sus pies para alcanzarlo, Justin le rodeó la cintura con los brazos y se dieron un beso corto.

Mientras salían tomados de la mano de la iglesia y sentían los pétalos de rosa y el arroz cubrirlos, Miley miró el perfil derecho de él y paró bruscamente.

¿Dónde habían quedado los lunares cerca de su oído?

El farsante (Miley Cyrus & Justin Bieber) ©Kde žijí příběhy. Začni objevovat