Confía en el

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New York, City.

-¡Gemelos! ¡Oh Miley! –La abrazó con fuerza- voy a ser tío de dos preciosos bebés.

-Serán niñas, dos hermosas niñas y van amar a su tía–le gruñó Emma.

-Paren ya, los dos. El único tío legítimo aquí soy yo –John besó la frente de su hermana- estoy feliz por ti, linda.

-Gracias –murmuró.

-¡Tienes que llamar a Justin! –Chilló Emma- ¡Se desmayará al escuchar la noticia, puedo estar segura! ¡Mi dios! Que loco ¿no lo creen? Padre gemelo, tendrá gemelos. ¡Oh! ¿Y qué tal si se parecen a Miley? Serían tan hermosos, Y si se parecen a Justin sería tan raro… en el buen sentido, claro. Me refiero a que tendríamos gemelos que se parecen a su padre y tío gemelos. ¡Sería como tener 4 Justin! ¡O cuatro Derek! Solo que unos chiquitos y otros grandes. ¿Cómo los llamaras si son niñas? por favor considera el nombre que te eh dicho…

-¡Ya, Emma! No te para la boca –gruñó Kevin a su lado- me estas provocando dolor de cabeza.
Miley soltó una risita mientras se alejaba de John para acercarse al teléfono que empezaba a timbrar, la llamada provenía de California.

Justin.

-Hola –dijo cuando levantó el auricular, nadie respondía. -¿Justin, eres tú?

Pudo notar las breves miradas confusas de sus amigos y su hermano. Tapó la bocina y susurró:

-La llamada viene de California, pero nadie contesta.

-Vuelve a intentar –propuso Kevin.

-¿Hola, quién habla?

-Miley -la voz estaba un poco perdida y no le resultaba conocida para nada.

-¿Quién habla? –repitió.

-Miley Cyrus ¿Cómo va tu embarazo, querida? –el tono de la voz fue recuperado, era superficial y vacío, lleno de un sentimiento que Miley no pudo identificar.

-¿Quién eres? -¿y cómo sabía de su embarazo?

-¿No reconoces mi voz? -Miley frotó su cabello, no, no la reconocía.

Un silencio tomó la línea telefónica y ella pensó brevemente en cortar la llamada, era incómoda.

-Soy Olive, Olive Bieber -Miley gruñó junto al teléfono.

-Ese ya no es tu apellido.

-No, pero me gusta cómo suena con mi nombre ¿a ti no? Es como si ese apellido estuviera hecho para mí.

La morena rodó los ojos -¿Has llamado solo para decir eso?

-Oh, no. Quería saber cómo estaba tu bebé.

¿Qué estaba planeando?

-Sé que te importa muy poco. ¿Qué es lo que quieres?

-Voy a visitar a Derek mañana, ¿gustas que le diga algo de tu parte?

-No, Olive. Gracias. –Velozmente Emma estaba a su lado, mirándola con ojos abiertos. Había reconocido el nombre.

-Justin vino a verme hoy, trajo un regalo para mí bebé. Va a ser una niña ¿sabes? Le ah regalado una hermosa muñeca.

-Que buen detalle de su parte, me alegro que ya sepas el sexo de tu bebé.

-Sí –suspiró. Miley sonrió al notar que estaba frustrada, su plan para darle celos no había dado resultados.

-Olive me tengo que ir, aún no logro ver el sentido de tu llamada, pero de todos modos gracias por tomarte el tiempo de hacerla, buenas tardes. –colgó dejando el teléfono en su lugar y se recostó junto a la rubia.

El farsante (Miley Cyrus & Justin Bieber) ©Where stories live. Discover now