Muñecas de compañía

🎁🎄ESPECIAL DE NAVIDAD🎄🎁

—¿Puedo ayudarte mami?
—De acuerdo, tú puedes decorarlo, mientras yo, iré a cambiar a tu hermanita —le dijo Ann, con una dulce sonrisa a su hija.
—Mami, ¿Por qué Gisselle duerme mucho?
—Porque es muy pequeña aun mi amor —le explicó, tomando a su bebé de casi cinco meses en brazos.
—¿Y cuándo hablará? —le inquirió Lizzie, mientras tomaba unos confites y se los ponía encima a un budín.
—Uff, para eso aún falta mucho, mucho.
Miró a la pequeña bebé, y no pudo evitar sonreír, sus hijos y su marido eran su mayor felicidad.
Y ésta, sería la primera navidad que pasarían en familia... con su familia completa.

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Se puso de cuclillas frente a su hija, y la tomó de ambos manos.
—Okay Becca, ¿Qué quieres que te traiga Santa?
—Santa no puede traerme lo que yo quiero —pronunció haciendo un mohín.
—¡¿Cómo qué no?! —exclamó Josh con exageración—. Santa puede traerle lo que sea a esta hermosa princesa.
—Okay. En ese caso.
El castaño observó esa sonrisa traviesa plasmada en la carita de su hija, y se preguntó con que le saldría.
—Quiero dos cosas —le dijo enseñándole dos dedos.
—Lo que quieras mi amor.
—¿Seguro Santa me lo traerá?
—Sí.
—¿Lo prometes?
—Ajam.
—Okay, quiero un hermanito, y que Stephan esté aquí.
La miró neutral, luego respiró profundo y se puso de pie.
—Bueno... Santa cree que un hermanito no es posible en este momento.
—¡Pero dijiste que me daría lo que yo quisiera!
—Pues no es legal el contrabando de niños, Becca.
—¿Y Steph?
—Steph —repitió—. ¿Por qué ese niño?
—Es mi amigo.
—No me gusta.
Se cruzó de brazos, y miró hacia otro lado.
—A mi tampoco me gusta tu barba de indigente papá.
Rompió a reír al escuchar aquello, ¿barba de indigente? Esa niña era terrible.
Era verdad, había dejado que le creciera la barba por varias semanas, pero para él, le quedaba bien.

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Se observó en el espejo, lucía un vestido de corte recto, unos cinco centímetros por encima de las rodillas. Tenía el cabello suelto, ondeado desde la mitad hasta las puntas.
Suspiró, jamás hubiese creído que se encontraría alguna vez pensando en aquello, pero hubiese querido ver su vientre crecido.
Su marido apareció en la habitación, y la abrazó por la espalda, pasando sus brazos por su cintura.
—Te ves hermosa.
Ella sonrió levemente y apoyó su cabeza contra el pecho de él, y sus manos sobre los brazos de Noah.
—Gracias.
—¿Qué ocurre? No te ves feliz.
—No es nada.
Respiró profundo y la giró para que lo mirara.
—Dime, ¿Qué pasa?
—Solo mis dramas, Noah.
La abrazó calidamente a él, y besó su cabeza.
—Te amo —susurró sin soltarla—. ¿okay? Jamás lo olvides.

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—Éste.
Aiden tomó el listón rojo que su hija le había pasado, y lo envolvió en una de las coletas que le había hecho a su hija.
—Y quiero una trenza, y que le pongas este verde.
—¿Quieres ser un arbolito de navidad? —pronunció el rubio sonriendo.
Sí, quizás era visto como un tipo frío, podía ser un completo bastardo con la mayoría de las personas, pero, cuando se trataba de sus hijos o mujer, Aiden era una persona muy diferente.
—Papi, ¿Por qué no vendrá Becca?
—Porque pasarán la navidad con la familia de Josh.
—Pero será diferente si no está ella —murmuró la pequeña, mirando hacia abajo.
—Pero vendrá Stephan, podrán jugar juntos.
—Sí, pero... No es Becca.
Sonrió y besó su frente.
—Lo sé hija, pero ellos pasaran en familia, y nosotros también.

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—Casa de la familia Phoenix, ¿Quien habla?
"—Lamento la hora y el día tan especial para comunicarnos con usted, pero el señor Phoenix pidió que le notificáramos cuanto antes los resultados."
—¿Resultados? ¿De qué? —pronunció Tessa, confundida.
"—Nos pidió la valoración de una posible subrogación de vientre. Hemos analizado su situación y perfil, y queríamos notificarles que la respuesta es positiva."
Miró hacia las escaleras, donde su marido e hija venían bajando.
—Agradezco su llamado, nos comunicaremos en la brevedad —le dijo antes de cortar.
Observó a la pequeña castaña, antes de mirar a Josh.
—Becca, ve a la cocina por un momento, debo hablar con tu padre.
Observó el rostro molesto de su mamá, y asintió con la cabeza, antes de irse.
—¿Qué ocurre amor?
—Me acaban de llamar por la subrogación de un vientre.
Josh abrió los ojos sorprendidos.
—¿En serio? ¿Tan rápido? —exclamó tomando su celular.
—¿Quieres decirme por qué no me habías dicho?
—Fue algo de último momento, no creí que responderían tan pronto. Ésta mañana los llamé.
—¡Josh! —Exclamó molesta—. Tener un hijo debería ser una decisión de ambos, no solo tuya.
—Becca tiene casi seis años ya Tessa, y hace mucho nos pide un hermanito. No quiero que le ocurra lo mismo que a mi. Tengo a Aiden que es como un hermano... Pero jamás será lo mismo, y no quiero eso para mi hija.
—Un bebé es mucha responsabilidad.
—No tendrás que cuidarlo sola, estaré contigo.
Respiró profundo y asintió con la cabeza.
—Tienes razón, pero...
Él sonrió y se acercó a ella, tomándola del rostro.
—Te amo, sé que no querías esto, pero te agradezco que me acompañes una vez más.
—Yo también te amo Josh.