VIII (PARTE UNO)

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Escuchó que la puerta se abría una vez más, y pudo oír la voz de tres hombres.
—Así que ella es —expresó un voz rasposa.
—Sí, ella es la muñeca ¿Tiene lo acordado?
—Por supuesto, y en efectivo como siempre.
—Perfecto entonces, en cuanto nos de el dinero, usted-
No lo dejó continuar, ya que le dio un maletín.
—Cuéntalo si quieres, está todo ahí. Es todo lo que tenía esta noche, así que no me verás por aquí hasta dentro de un mes —expresó el tipo pasando por su lado, hacia la muchacha amarrada a la silla.
Se colocó frente a ella y la observó detenidamente, ella lucía aterrada.
—Quítale la mordaza —le dijo a Esteban, ya que Hector se encontraba contando el dinero.
En cuanto lo hizo, ella comenzó a sollozar.
—Por favor, dejenme ir.
—Claro que te dejaré ir, vendrás conmigo.
Negó con la cabeza, llorando con desesperación.
—N-No... yo quiero volver con mi dueño.
—Lo siento cariño, pero él ya no te quiere, te vendió a mi.
Abrió sus ojos aturdida... ¿Aiden había hecho eso?
—Por lo que veo estás bien cuidada. Fue una buena inversión, y no gasté ni la mitad de lo que tú sales realmente.
—Está todo —pronunció Hector—. Puedes llevártela.
Observó con horror al hombre de edad adulta, sonriéndole.
Cerró los ojos con fuerza y apretó sus labios, conteniendo sus llanto.

-o-o-o-o-

Salió a buscarla, ignorando las opiniones de su amigo. Sí ella se había ido de su casa, alguien tenía que haberla visto en algún momento del día, por lo que decidió comenzar a preguntar por aquellas personas que pasaban todo el día en la calle, los vagabundos.
—Ey —exclamó acercándose a un tipo que estaba con una caja de cartón en la mano—. ¿Has visto a una muchacha  de cabello negro y vestida con poca ropa?
El tipo lo observó desconcertado, tenía los ojos rojos.
Aiden bufó con molestia y continuó caminando, era obvio que estaba drogado o ebrio... o ambas cosas.
—Ey tú, despierta —exclamó sacudiendo con su pie a un tipo que estaba durmiendo bajo un árbol—. ¿Has visto a una muchacha  morena con poca ropa?
—Sí —pronunció señalando hacia la izquierda —. Ella se fue hacia allí.
Aiden lo observó no muy convencido.
—¿Seguro?
—Sí.
—Okay, gracias —le dijo dejándole un billete.
Jamás solía hacer eso, pero la situación lo ameritaba. Sólo esperaba que fuera cierto.
Y en efecto, había una mujer morena, con un top negro y una minifalda blanca, pero esa no era Ann.

-o-o-o-o-o-

—Camina —ordenó apretando su brazo.
Ella solo asintió con la cabeza, resignada.
Sabía que era una molestia para Aiden, pero no creyó que él fuera a venderla a cualquier tipo.
¿Por qué había decidido quedarse con ella entonces?
Llegaron hasta un auto negro, con vidrios polarizados.
—Sube —expresó soltándola.
—Señor-
—Has lo que te digo si no quieres que te vaya mal antes de que lleguemos.
Aquella advertencia le heló la sangre, ¿Qué le fuera mal antes de llegar? ¿Qué le haría luego?
Su cuerpo tembló por completo al escuchar la puerta cerrándose.
Se abrazó a si misma  y no pudo evitarlo más, comenzó a llorar con angustia.
—Ya deja de llorar, odio cuando lo hacen, más aún, cuando no les he hecho nada —pronunció el tipo sentándose en el asiento del conductor, poniendo en marcha el auto.

-o-o-o-o-

Frustado y muy molesto, se sentó en una banca, sacando su celular para ver la hora. Eran pasadas las tres de la madrugada.
—Ey, amigo —expresó un hombre de mediana edad, en un tono lento.
No solo su pobre gesticulación lo delataba que estaba ebrio, también ese olor a alcohol en su aliento lo hacía evidente.
—Piérdete —masculló el rubio  sin apartar la mirada del celular.
—Eres muy grosero —pronunció arrastrando su lengua.
Levantó la cabeza y lo observó con el ceño fruncido.
—Si no quieres que te patee el puto culo ahora, será mejor que te largues.
—Vete a la mierda, infeliz —exclamó poniéndose a la defensiva.
Se acercó a Aiden con clara intención de golpearlo, pero sus malos reflejos, solo sirvieron para ser él quien recibiera un puñetazo por parte del rubio.
—Escucha basura, no estoy de humor esta noche, y te lo advertí. O te largas, o juro que mañana amanecerás por primera vez en una cama, y será la de un hospital.
—Eres igual al idiota anterior —exclamó poniéndose torpemente de pie.
—No sé de quien diablos hablas, largo de mi vista.
—Ese que se llevó a la chica —pronunció comenzando a caminar con pasos errantes.
¿Qué se llevó una chica?
No le costó mucho alcanzarlo y detenerlo al tomarlo del brazo.
—Ey, espera ¿Cómo era la chica?
—Que te importa.
Apretó su mandíbula con rabia, ese vagabundo se estaba ganando una golpiza.
—Habla o te arrancaré la lengua.
—Ayúdame y yo te ayudo —pronunció extendiendo su mano y sonriendo.
¿El tipo de persona que más odiaba Aiden? los alcohólicos y drogadictos.
Sacó la billetera de su bolsillo y el dinero que tenía en ella.
—Te lo daré todo si me dices como era esa chica.
Los ojos del tipo brillaron. Patético, pensó el rubio.
Patético él por tener que llegar a esos extremos, y patético el maldito borracho.
—Ella tenía pelo negro, un pantalón muy corto negro y-
No necesitó seguir escuchando, supo de inmediato que se trataba de Ann.
Le entregó el dinero rápidamente.
—¿A dónde se la llevó? ¿Cómo era el tipo? ¿Tienes al menos idea de hace cuánto ocurrió eso?
El tipo contó el dinero y luego miró a Aiden con una sonrisa.
—Si quieres saber más, me tendrás que dar más dinero.
—Te di todo el dinero que tentia —le dijo apretando los dientes.
—No es suficiente.
—No tengo más nada, o me dices lo que te pregunté, o juro que te golpearé y te quedarás sin nada.
—Tienes un celular.
Le dio el celular de mala gana.
—Bien, ya tienes esta mierda, dime lo que te pregunté.
—Fue hace como dos horas, y se la llevó en un auto.
Josh tenía razón... la habían secuestrado.
—¿Como era el tipo?
—No lo sé, tenía el rostro cubierto.
Chasqueó la lengua con molestia y se alejó.
Tenía que encontrar la forma de saber quien y a donde se la habían llevado.

...

Hola, hola ❤ Con esta nueva edición, les traigo algo nuevo ❤
En el día de hoy, 20 de abril, les traigo la recomendación de una nueva historia, y no, no es mía ❤ ¡Pero es ciencia ficción también!
Hay algunos que ya conocen mi proyecto, otros no, pero tengo un libro de recomendaciones para nuevos escritores.
En esta ocasión, es la ganadora de un pequeño reto que hice en mi cuenta de Instagram, y el grupo de Whatsapp.

Y para promocionarla, nada mejor que este párrafo ¡que me encanto! 😍❤
Pueden encontrarla en el perfil de su autora: Forever-Sally

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Muñecas de compañíaWhere stories live. Discover now