Muñecas de compañía

XVII

¡Hola! Ya casi estamos a los 10K 😍❤
Como no esperaba llegar hoy jajja 😅 no tenía nada preparado aún, así que les propongo algo :3
Subir un capítulo todos los días, durante este semana, además del especial que le prometí a varias chicas uwur que obviamente no lo publicaré por aquí.
¡Muchas gracias por leerme y votar!
Nota: y como plus, hoy capítulo doble 😉😍❤

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Se despertó y lo primero que notó, fue que ella no estaba.
Se sentó en la cama y se pasó una mano por el rostro, nunca era fácil levantarse temprano, pero... eran sus obligaciones.
Caminó a la cocina con calma y ahí estaba la morena, llevando solo una camisa de él.
Si, ya se había acostumbrado a verla así, ¿El avance? que al menos ahora llevaba calcetines en los pies.
Se acercó a ella, y realmente era algo que no habría hecho en otro momento, pero sabía que a ella le gustaría.
La abrazó por detrás, tomándola por sorpresa.
—Aiden —Exclamó casi dando un gritito.
—¿Qué haces levantada?
—Quería prepararte el desayuno —pronunció pasando sus manos por los brazos de él en su cintura.
Depositó un suave beso en su cuello y la soltó.
—Ve a dormir, yo puedo hacerlo.
—Pero-
—Ve Ann.
—No —le dijo mirando hacia abajo.
Arqueó una ceja, con cierta diversión ¿Lo estaba desafiando?
—¿No?
Negó con la cabeza y lo repitió una vez más.
—No, no quiero ir.
—¿Quieres que te lleve en brazos?
Levantó la cabeza y lo miró confundida, pero él no le dio tiempo a replicar.
La tomó por debajo de los muslos y ella rápidamente pasos sus brazos por detrás de su cuello.
—Dormirás, y luego me esperarás lista para la hora del almuerzo.
—¿Iré a trabajar contigo de nuevo? —le preguntó ilusionada.
—No, iremos a dar un paseo.
Odiaba salir a dar "paseos" pero Ann pasaba muchas horas encerrada en el departamento.
—¿A dónde iremos?
—No lo sé aun.
La depositó en la cama, y ella no quiso soltarlo.
—Aiden.
—¿Qué?
Lo miró a los ojos, tenía la misma expresión sería de siempre, pero su mirada reflejaba tranquilidad.
—¿Pensarás en mi?
Acercó una de sus manos a su mejilla.
—¿Eso haría te haría feliz?
Ella asintió en silencio, sin apartar la mirada de la suya.
Se inclinó hacia adelante y la besó.
Claro que pensaría en ella, siempre lo hacía, que no se lo dijera era otro tema.
Se separó de ella levemente.
—Duerme —murmuró contra sus labios antes de darle un rápido beso y dejarla en la cama.
Observó como él cerraba la puerta y se cubrió con las mantas.
¿Eso habría sido un si? se preguntó sonriendo.
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-o-o-o-o-

Estaba terminando de preparar un informe, cuando la secretaria de Josh se apareció en su oficina.
—Permiso señor Aiden, tengo-
—Te dije que no me llames señor —pronunció sin mirarla, tecleando.
La rubia se aguantó las ganas de mandarlo a la mierda.
—De acuerdo Aiden, Josh te espera en su oficina.
—¿Y no podía haberme llamado él?
—No lo sé, él solo me pidió que te trajera el mensaje.
—O sea que tú única función aquí es él de mensajera, porque desde los tres días que llevo, no te he visto hacer nada más que perder el tiempo.
—¿Cuál es tu problema conmigo?
La miró y luego tomó una carpeta amarilla.
—¿Mi problema contigo? —le inquirió poniéndose de pie—, yo no tengo ningún problema contigo.
—Desde que llegaste no has hecho más que tratarme de forma hostil.
—Detesto las pérdidas innecesarias, como tú, que supones diez mil dolares al mes, solo para traerme un mensaje el cual Josh podría haberme mandado tranquilamente a mi celular o simplemente levantar el tubo del teléfono en su oficina y comunicarse con la mía. Es evidente que no sabe que hacer contigo y por eso te envía a hacer estos pedidos absurdos.
Se acercó a la puerta y la abrió.
—Si me disculpas, debo salir y no suelo dejar la puerta abierta.
Apretó sus dientes con rabia y salió haciendo ruido con sus tacos de la oficina del rubio.
¿Diez mil dolares por cumplir el labor mediocre de "secretaria"? que claramente no lo hacía ¿En que demonios pensaba Josh? se inquirió con molestia.