Ataque inesperado

54.5K 2.5K 613
                                    

El cuerpo de Ethan aprisionándola protectoramente evitaba que viese lo que pasaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El cuerpo de Ethan aprisionándola protectoramente evitaba que viese lo que pasaba. El suelo bajo sus pies se movió, el barco comenzaba a ladearse hacia babor. Resbalaron hasta chocar contra la pared, con un golpe fuerte y una sacudida. Ethan volteó y luego regresó a su posición. Tanto la gente como los objetos de cubierta resbalaron también, algunas mesas y un bote salvavidas mal enganchado se destruyeron al impactar contra su espalda, con una fuerza tal, que habría matado a cualquier humano común.

Charleen se encontraba desconcertada, sentía a Ethan recibir los impactos y apretarla más contra la pared, casi hasta asfixiarla. El volteo del barco parecía inminente, la gente gritaba aterrorizada. Cubierta por los brazos del guerrero, la joven solo escuchaba los cuerpos cayendo al agua.

Después el sonido se apaciguó, pausadamente, como quien baja el sonido de una radio. El movimiento se detuvo y la embarcación se movió en sentido opuesto, volviendo a equilibrarse.

— ¿Tienes el Stelaro? —Ethan se separó por fin y le preguntó con preocupación.

—Sí, lo tengo —rezongó, enfadada porque le daba más importancia al libro.

— ¡Ya deja eso y ayúdame! —Liaw llamó su atención. Él era quien volvía a equilibrar el barco haciendo uso de un hechizo.

Su hermano corrió a ayudarlo, se colocó en la misma posición: piernas semi abiertas, asegurando firmeza y equilibrio, y las manos juntas. Cerró los ojos y se concentró, enseguida una luz dorada lo rodeó y el peso de su cuerpo incrementó cien veces.

Liaw y Ethan invocaban el mismo conjuro, contrarrestando el peso del lado opuesto del barco. Charleen corrió a colgarse de la baranda, cerca de sus amigos, para distinguir en la oscuridad qué era lo que ocurría.

— ¿Son piratas? —les preguntó, procurando adivinar las siluetas que hacían presencia en el agua.

—No, no son piratas, algo nos está jalando —Liaw gesticuló apenas, intentando incrementar aún más su peso.

Charleen sintió de golpe como algo la agarraba. Un tentáculo gelatinoso y semi transparente rodeó su tobillo, causándole un fuerte ardor.

— ¿Medusas? —se preguntó. Hacia el frente pudo verlas. Inmensas medusas del tamaño de ballenas eran las responsables. Por un momento se maravilló ante la imagen, eran hermosas, parecían tener luz propia. Medusas de esas magnitudes habitaban esos mares y ella nunca había tenido la oportunidad de ver una.

Sacándola de su asombro, el animal la jaló con fuerza, haciéndola resbalar hacia babor. Desesperada, sacó una de sus pistolas y disparó. La medusa la soltó, herida, pero eso no acababa ahí. Enseguida otros dos tentáculos la sostuvieron por los brazos, haciéndole lanzar un grito de dolor.

Liaw disolvió el conjuro y corrió hacia ella. La muchacha intentó batallar en vano, la fuerza de esos animales era sorprendente, la arrastraron hacia el agua, haciendo que se golpease la cabeza contra el barandal.

El tesoro de Charleen (Foris #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora