La enfermera

172 22 18
                                    

Recuerdo que cuando Pattie dijo esas terribles palabras, George se quedó estupefacto, no sabía qué hacer, decir o pensar. Yo me quedé quieto, intacto, sin mover ni un solo musculo, no sabía si irme y dejarlos discutir a solas... o quedarme, creía que sería peor si me iba deliberadamente.

—Pat... ¿Es en serio?

—Sí—sollozó—desgraciadamente es cierto, pero no te preocupes, estoy segura que la radioterapia volverá a aniquilar el tumor.

—P-pero... debe ser falso, ¿No? Por favor, dime que el doctor se equivocó—se estresó.

—George... cálmate y siéntate—se miraron frente a frente—, no, no es error. Pero lo último que quiero es verte llorar, es fin del siglo, no podemos limitarnos a llorar toda la noche. Mañana es noche vieja, yo no creo en esos presagios de que se acabará el mundo, pero si es así... me gustaría pasar las últimas horas contigo, con mis amigos... pero si es que seguimos adelante, no quiero que las cosas cambien.

— ¡Oh, Pattie!

Ellos se abrazaron con tal fiereza que no podía creerlo, no hice más que llorar lentamente. Me dijeron que hiciera los preparativos para la fiesta de San Silvestre, todo saldría tan bien, omitiremos por momentos está nueva tragedia, probablemente si sería nueva desgracia, pero la ignoraremos por el momento.

(...)

Fue un poco precipitado hacer la fiesta de año nuevo en estas circunstancias, George no quería hacer nada para su festejo, pero Pattie terminó convenciéndolo, así que hicieron una gran fiesta para todos.

Sus hijas todavía no lo sabían, y no ellos no tenían ni la más ligera idea de cómo se lo iban a decir, pero como dije anteriormente, iban a dejar los problemas de largo y se iban a dedicar exclusivamente a disfrutar las cosas de la celebración.

Todos estuvieron presentes: Maureen, Ringo, su hija Lisa, mis hijos, mi tía... Pauline, Maurice McCartney y... Jane.

Desde la última vez que la vi, no he dejado de dudar respecto a sus palabras, parece que me ignora, me saludó pero no hizo la gran cosa, no se dispuso a hablar conmigo y se centró únicamente en Maureen, fue algo un tanto incómodo, y más que nada, porque ellas no sabían de la terrible noticia de Pattie.

Después de que terminamos el brindis por el nuevo milenio, yo estaba decidido a una cosa, una importante y vital cosa, hay una duda que Jane no me pudo resolver... y voy a empezar el nuevo milenio sabiéndola.

Aproveché que ella fue al baño, la seguí discretamente sin que nadie me voltease a ver. Espere pacientemente a fuera de este, y ella salió. Se espantó y dejó caer su copa al suelo.

—Hola Jane...

—Hola John—al principio lucía tranquila, pero la iba a poner en jaque.

—Mucho tiempo... ¿No?

—He estado ocupada con varios asuntos musicales, tú entiendes—dijo nerviosa.

—Oh vaya...sí, sí, no nos hemos visto durante un largo tiempo, ni siquiera fuiste al funeral de mi mamá.

—Vamos John... 1998 no fue nuestro año, ni para ti ni para mí. No quería asistir otra vez a un cementerio, sigo de luto, por si tienes duda—suspiró.

—No, no te reclamo por ello, todos tenemos nuestras razones—admití—, pero bueno... lo gratificante es que ya estamos aquí, listos y...—crucé mis manos— dispuestos a hablar directamente.

—Claro, te escucho—confesó insegura.

—Hay algo que me ha dado vueltas en la cabeza y no he podido responder. En fin, ¿Cómo está James Richard? ¿Ya lo vas a excluir de la familia?

The Beatlegirls 2Where stories live. Discover now