Tácticas

303 26 25
                                    


Le explicamos y le dimos el panorama en general a Ringo, él estaba confundido y con extrañeza, además de que Maureen no dejaba de hacerle indirectas de bajo nivel. Angus tomó la palabra e hizo que todos nos tranquilizáramos.

—Señor McElfatrick—dijo Jane— ¿Somos suficientes para buscar este gran misterio?

—Oh, claro señora McCartney—respondió—, no es necesario más personas, con este número o menos podremos resolver este misterio.

—Es un alivio...

Díganme paranoide o exagerado, pero desde que Angus entró a la casa de John... Jane sinceramente solo quería hablar con él o estaba emocionada cuando se oía la voz de Angus, creo que soy un exagerado.

—Bueno, reunidos todos aquí, por favor—pidió—, a mí lado, que nadie se quede sin escuchar.

Todos acatamos su orden y nos sentamos cual niños en campamento o escuchando a su profesor:

—Este es algo envolvente que la mediocre policía de Londres no va a poder resolver, agradezco al señor McCartney por haberme llamado.

—Él es muy listo—Jane me besó en la mejilla y tomó mi mano.

—Como sea, el punto es... ustedes son las personas que más convivieron con Cynthia, así que... ¿Tienen idea de quién pudo haber sido?

—Linda Eastman—respondió Jane.

—Yoko Ono—continúo Pattie.

—Roberto Bassanini—prosiguió John.

—Ringo—habló Maureen.

— ¿Qué?—preguntamos todos.

—Bueno, no creo que él haya sido—corrigió Mo'—, pero quería decir algo para que se fuera de aquí.

—Muy bien...

Angus sacó dos fotografías, eran Yoko y Linda, las pegó en la pared que tenía muchas manualidades y recuerditos típicos.

—. ¿Qué es aquello que les hace creer que estás dos mujeres son las culpables de la muerte de Cynthia?

—Yo—Jane alzó la mano—. Teníamos problemas con ellas, eran una verdadera amenaza para las Beatlegirls... y que casualidad que haya pasado esto a días antes de nuestro gran regreso.

—Buen punto—dijo Pattie—, pero Yoko nos invitó a su boda y Linda no era mala con nosotras.

—Aparentemente, ya todo estaba bien—dijo George—, los 70s fue la época en donde todos nos pudimos arreglar y corregir, sin problema alguno. No debía haber razones para que Yoko y Linda hubieran hecho eso.

—Y no solo eso—siguió Mo'—, fuimos a hablar con ellas y no tenían nada que decir.

Angus apuntó en la pared sus nombres, les puso: "Yoko Ono-Cox" y "Linda Eastman-See", hasta que Mo' comentó eso y su plumón se cayó, volteó cual bestia furiosa e intentó mantener la paciencia.

— ¿Q-qué? ¿QUÉ? Repítelo...

—Que... fuimos con Linda y Yoko...

—Un momento—Angus lucía muy molesto—, no me digan que... ¿LE DIJERON A LAS PRINCIPALES SOSPECHOSAS QUE ESTABAN BUSCANDO AL ASESINO?

Jane, Pattie y Maureen se quedaron viendo una a la otra con culpabilidad y no asentir la inminente realidad.

—No... puede ser...

—Lo sentimos, fue un ataque de locura—replicó Jane.

—Eso fue lo más estúpido que pudieron haber hecho. Cuando un compañero les puso de sobre nombre "Las tontas de Liverpool" no creí que fuera en serio—chocó su mano contra su frente.

The Beatlegirls 2Where stories live. Discover now