Capítulo 26.

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- ¿Me extrañaste?

- Carajo... ¡AXEL! ¿Que haces acá? - Pregunte llena de euforia, luego de correr y lanzarme en los brazos de Axel.

- Supondré que eso es un si - respondió devolviendo el abrazo.

- ¡Obvio que si!

- ¿Y para mi no hay abrazo? - pregunto una conocida voz masculina.

- ¡Papá! - exclame al verlo.

Finalmente por vez primera en mucho tiempo, la familia Shëckler-Valech estaba junta y en casa.

Dejamos todo el equipaje en la sala principal, mamá encargo comida china y mientras esperábamos nos sentamos en la cocina a hablar de las vacaciones improvisadas de los adultos Schëkler, yo les conté del proceso de investigación que llevamos los pequeños primos al rededor del mundo para sabes que hacían nuestros padres en Venezuela.

- ¿Y dónde anda Sukumi? - pregunto al rato mi madre, recordado el hecho de que yo debía cuidarla.

- Tía Mahoney llego hace un par de días y ella se fue ayer en la mañana.

- ¿Si? Pende que Mahoney viajaría a Tokio, luego de volver de Venezuela.

- Pues no lo hizo - contesto Axel con cierta impertinencia.

Mamá le regalo una de esas miradas de "Aunque seas mayor de edad aun te puedo golpear con un coleto" poco después de eso, llego la comida, mis padres estaban cansados así que después de cenar, se fueron a dormir, yo me quede en la sala con Axel y un par de tazas de café.

- Bien, cuéntame de ese tal Nathan. - dijo finalmente Axel, tras unos cuantos minutos de cruzar miradas.

- ¿Qué no es trabajo de Su, hablarte de eso? - Dije sin levantar la vista de mi café.

- Vamos, háblame Val...

- ¿Val? Tenías años sin llamarme así. - reí por lo bajo.

- Sí, creo que es porque al decirte Val, recuerdo a esa nenita de seis años con trencitas y lentes más grandes que su cara que corría detrás de mí todo el día, es difícil recordar a esa niña para luego volver a la realidad y ver que ya es una chica, grande y hermosa, que por mucho que me desagrade ya está empezando a salir con chicos.

- Cállate, me harás llorar - Ambos reímos por mi falta de tacto - Así que ¿Qué puedo decirte de Dekker? Es holandés, tiene mi edad, va en mi año, es increíblemente romántico y detallista, me hace reír, es tierno, sus ojos son preciosos...

- Avalon... ¿Te acabas de quedar colgada mirando a la nada? - pregunto incrédulo.

- ¿Ah? ¿Qué? - pregunte saliendo de mi trance.

- ¡Joder, hermana! ¡Santa mierda, estás enamorada! - Exclamo en un grito que bandeaba entre la emoción y el pánico - Vamos, sabía que te gustaba pero no pensé que sería tan seria la cosa como para que pusieras esas caras de babosa mientras hablas de él.

- ¿Qué? ¿De qué caras hablas? Estas alucinando hermano - chille, sintiendo como el color invadía mis mejillas.

- Claro, se nota que no te gusta nada, son solo imaginaciones mías - sonrió sarcásticamente. Tras guardar silencio unos segundo gesticulo - ¿Ya es tu novio?

- Aun no... - confesé rindiéndome ante lo que se estaba volviendo mi realidad - Estamos saliendo y sé que le gusto, pero no sé qué demonios somos. Y si, Axel. Dekker me gusta, aunque me da miedo pensar la posibilidad de que me guste de gustar gustar.

- ¿Te da miedo amarlo? ¿Por qué, Avs? - pregunto él ya perdiendo la sonrisa.

- ¿Y aun preguntas? - respondí con apatía. - Todo lo que me importa siempre termina destruido...

- Yo te importo y sigo aquí...

- Axel, sé que tu adolescencia fue un infierno y lo fue por mi culpa...

- Eso no es verdad pequeña.

Dejo su taza a un lado y me envolvió en sus brazos, al igual que cuando era una niña asustada, del mundo, de los medios, de los adultos que la creían un peligro.

- Nunca huyas del amor, Avalon. Es lo más hermoso que tendrás en la vida, que no te de miedo amar...

Por esa noche, me sentí segura, sentí que realmente estaba en casa y sabía que ni Turner, ni un juez, ni nadie podría dañarme nunca más, porque mi familia estaba allí y con ellos estaba a salvo. Esa noche también fue cuando caí en cuenta del excelente padre en el cual mi hermano estaba a punto de convertirse, él siempre me cuido con un desbocado instinto paternal y ahora tendría a su propia nenita a la cual proteger. Estaba feliz por él, y también por mi ¡Seré tía!

Ah la mañana siguiente no fui a clases pasé todo el día en casa viendo películas con mi familia, pues no es algo muy común que estemos los cuatro bajo un mismo techo, así que internáramos aprovechar cada minuto al máximo. La noche anterior le prometí a Axel que le presentaría a Nathan algo día de esa semana. Llegue la conclusión de que entre más pronto fuera, mejor.

~sms~

"¡DEKKER!"

-Avs.

"Hey hermosa! ¿Qué pasa? Estabas desaparecida."

-Nathan

"Necesito un favor... Bueno no es exactamente un favor, pero... No se qué te parezca la idea."

-Avs.

"Princesa estas divagando... ¿Ocurre algo? Puedes pedirme lo que quieras ¿lo sabes, no?

-Nathan.

"AXELESTAAQUIYQUIERECONOCERTE."

-Avs.

"Ouh"

-Nathan.

"Si, ouh..."

-Avs.

"Si sirve de algo, creo que internamente le agrado la noticia de que tenemos algo, lo que sea que sea esto."

-Avs.

"igual no tienes que hacerlo si no quieres"

-Avs.

"¿Nathan?"

-Avs

"Supongo que eso es un no..."

-Avs.

"¿Cuándo?

-Nathan.

"Amm... ¿Mañana? ¿Luego de la escuela?"

-Avs.

"Vale."

-Nathan.

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