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Capítulo 21.

                "Bien, llego el día" pensé. Era domingo, en unas horas Nathan Dekker estaría en mi puerta y no sabía exactamente como debía sentirme al respecto ¿Nerviosa? ¿Ansiosa? ¿Feliz? ¡No tenía idea! a decir verdad ni siquiera sabía sí se trataba de una cita o si era sólo una salida de amigos. Pero cita o no, era mi primera salida, a solas, con un chico mayor de seis años que no fuera Charles, Josh o alguien de mi familia. Tome mi teléfono y revise nuevamente los mensajes.

<SMS>

06/04/2013

“Schëkler. ¿Estás?”
- Quesito H. (22:13 hs)

“Hey Dekker.¿Qué pasa?”
- Avalon  (22:19 hs)

“¿Aun disponible para mañana?”
- Quesito H. (22:20 hs)

“Claro (;”
- Avalon.  (22:24 hs)

“¿Carita con guiño? ¿Schëkler te me estas insinuando? :o”
- Quesito H. (22:25 hs)

“Ya quisieras. QH”
-Avalon. (22:25 hs)

“En realidad si quiero ;)”
-Quesito H.(22: 25 hs)

“¿QH?”
- Quesito H. (22: 27 hs)

“Schëkler… sigues ahí?”
-Quesito H (22: 38 hs)

“¿Avalon?”
- Quesito H (22:53 hs)

07/04/2013

“Buen día Stalker <3”
- Quesito H (07:21 hs)

“Hey Stranger ¿Stalker?”
- Avalon. (07: 21 hs)

“Se te escapo un like  ¿Cómo amaneces?”
-Quesito H (07: 22 hs)

“¿¿EN SERIO?? Mierda… bueno feliz de haber dormido más de dos horas”
- Avalon (07: 28 hs)

“Jajaja sí, pero no me molesta ¿Lista para hoy?”
-Quesito H (07:29 hs)

“Mmmm aún sigo en pijama (y ni siquiera es un pijama sexy es un pijama de Julius) ”
-Avalonn (07: 29 hs)

“¿Acaso hay algo más sexy que un mono?”
-Quisito H. (07:30 hs)

“¿Una oveja quizá?”
-Avalon (07:30hs)

“¿Una oveja y un mono en un Ferrari?”
- Quesito H (07: 30 hs)

“Mucha sensualidad junta”
- Avalon (07:31 hs)

"Demasiada"
- Quesito H. (07:32 hs)

“Sigues sin decirme a donde iremos”
- Avalon (07:35 hs)

“Sigue siendo una sorpresa”
-Quesito H (07:35 hs)

“Paso por ti a las 11am”
-Quesito H. (07: 36 hs)

<>

                “Genial, estará aquí en tres horas y aun ni me he duchado” Pensé. Corrí al baño a ducharme, al salir me puse un short de jean, una franela  Mrs. Mouse blanca y unas pantuflas Monster Feet y baje a desayunar. Sukumi estaba en la cocina devorando un plato de cereal de chocolate mientras revisaba su Smartphone.

- ¿A qué hora llegaste? Pensé que te quedarías a dormir con Annabella. – dije sacando un plato de la alacena.
- La mamá de Ann me trajo a las once, tú ya estabas babeando la almohada. – respondió con la vista en teléfono. - ¿Qué tal te fue con Aaron?
- Bien… supongo…
- ¿Tan tapado es? – pregunto volviendo la vista a mí.
- Nooo – respondí – En realidad entendió todo muy rápido.
- ¿Entonces porque el “supongo” y el tono triste? 
- Le conté todo – me volví hacia ella.
- ¿Todo? ¿Qué te gust…
- Nooo – la interrumpí – El dije de mí, de… ya sabes, el periódico y todo eso.
- Ouh… ¿Salió corriendo? ¿Se asustó? ¿Te echo agua bendita? He oído que los italianos son muy devotos a la iglesia católica.
- No, a decir verdad lo tomo mejor de lo que pensé. Me cree un genio.
- Eres un genio – replico Su.
- Sí, claro – objete con sarcasmo.