Capítulo 25.

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- Por favor escúchame – suplico el chico, forcejeando para que yo no cerrara la puerta.
- ¿Escucharte? Lo único que evita que no llame a la policía es que de hacerlo yo saldría aún más perjudicada – dije con la voz quebrada del miedo.
- Avalon, vine a ayudarte, escúchame, es importante – insistió. Vacile un momento, no podía dejarlo entrar, de ese chico solo concia el nombre, pero estaba consciente de que necesitábamos hablar.
- Okey, te voy a escuchar – dije abriendo la puerta, el hizo un ademan para entrar, lo detuve – pero aquí no David, espera.

                Busque mi chaqueta, mis llaves y salí a reunirme con el Hacker contratado por Turner. No cruzamos palabras, ni siquiera miradas hasta llegar a un pequeño parque cercano a mi casa, nos sentamos en unos columpios, a esa hora el parque estaba lleno de niños, era un lugar seguro.

- ¿Cómo me encontraste? – me limite a preguntar.
- No soy la persona que piensas, soy más parecido a ti de lo que crees – dijo con un sonrisa, ese chico guardaba un secreto, pero para el momento no era de mi incumbencia – El cómo te encontré no es relevante, lo que realmente importa es que nadie más va a encontrarte, eres muy lista, tomaste las suficientes prevenciones y créeme que eres indetectable.
- No tanto al parecer, tú me encontraste.
- Tengo una gran ventaja, pero como te dije eso es irrelevante, vine a  ayudarte – dijo ahora mirándome a los ojos – Turner me comento de tu amenaza, vine tan pronto me entere, ahora tiene aún más ansias de encontrarte, contrato a otros para buscarte.
- ¿Por qué me estás diciendo esto? ¿Por qué me quieres ayudar? – pregunte.
- Porque sé que si vuelves a tener una demanda te deportaran Egipto, si, también se sobre “la pequeña terrorista” Eres especial Avalon, tienes un algo y ese algo te llevara a grandes cosas, no quiero que lo desperdicies por un descuido. Hiciste bien con lo de la amenaza, lograste asustarlo, si lo presionas un poco más, te dejara. Pero si no lo hace, actúa. – Se acercó a mí y susurro - puedes hacer más daño con un par de códigos que la mayoría de las personas con un arma de fuego. Piensa bien en los pasos que vas a dar a partir de ahora Avalon, eres capaz de mucho más de lo que crees, no te límites.

Se levantó del columpio, sacudió sus jeans y volvió nuevamente la vista hacia mí.

- Me mantendré cerca Schëkler, si tienes problemas no dudes en llamarme, mi información, y me refiero a mi verdadera información, está en una carpeta sellada en tu laptop, sabes cuales son los códigos… Hasta pronto. 

Y dicho eso, se fue. “Grandes cosas” ¿a qué se refería? ¿Quién era realmente David? Fueron unas de las preguntas que rondaron por mi cabeza de camino a casa. Al llegar me encontré con Sukumi y Annabella intentando hacer brownies, las salude y subí a la guarida, me mantuve un rato pensando. ¿De qué me vale presionar a Turner? Sabía que no iba a dar el brazo a torcer, era momento de actuar. Antes de hacer nada revise la carpeta que David dejo en mi laptop, tenía un documento en formato txt.

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Nombre: David Jenner
Numero de contacto: xxx-xxx
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- ¿No será mucha la información? -  me pregunte con sarcasmo.

Olvidando momentáneamente a David, entre Keynote y me dispuse a escribir.

“Sra. Turner, me dirijo a usted mediante la presente para informale ciertas cosas que son de su entereza, quiero esclarecer el punto que no busco perjudicarla, solo quiero que abra los ojos, vea la luz sra. Turner. Dese cuenta de la clase de escoria con la que comparte su lecho.”

Bajo el texto estaban insertadas tres fotos muy claras y comprometedoras de Turner  y Consuelo, no pude evitar preguntarme como es que una persona que es infiel a su pareja puede llegar a ser tan idiota como para dejar tales evidencias. Lo peor de todo es que no es solo él, el único imbécil, son muchos los que comenten estas malatías, pero como un muy sabio y loco hombre dijo “Solo existen dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. Y del primero no estoy seguro”

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