Capítulo 6

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Le di un sorbo a mi café para después soltar un leve quejido, me había quemado la lengua.

West llegó a la cocina sin siquiera hablarme, puso a calentar agua y fue a la sala, prendió el televisor, hizo todo eso sin siquiera mirarme, yo suspiré desganada, era obvio que seguía molesto.

Me fui a sentar en uno de los sillones de la sala y miré a West fijamente, su cara demostraba total enojo, no se veía relajado como siempre suele estar, me miró de reojo para después volver la vista al televisor.

Regresé a la cocina, tanto West como yo estaríamos mejor solos, él ignorándome y yo tratando de que me hablara.

—West ¿Quieres que te haga un desayuno?— Le pregunté, pero él me ignoró vilmente, frunci el ceño ¿¡Por qué me ignoraba!? Ya había pasado un día entero después de que le dije eso ¡Por Dios!

Le tomé otro sorbo a mi café, ésta vez cuidando de no quemarme, pude ver que en el comedor se encontraba el calamardo que Charlie me había regalado el día anterior, inconscientemente sonreí.

West se acercó a la cocina y tomó una taza, le puso lo necesario para hacerse un café y después sirvió el agua, yo me puse en la entrada impidiendo el paso, cuando West quiso pasar yo se lo impedí.

—¿Hacemos una salida de hermanos?— Pregunté con una sonrisa.

West me miró con indiferencia, la misma indiferencia que yo hago con todos.

—¿Por qué yo? Si ni siquiera soy tu hermano— Dijo para después apartarme bruscamente e irse a la sala.

Eso me dolió, ahora entiendo por que estaba tan enojado.

West y yo nos quedamos mirando fulminantes, en eso apareció mamá, pero ambos la ignoramos.

—¿Así que no soy tu hermana?— Pregunté cruzándome de brazos.

—No, solo eres la niña que adoptamos— Respondió seco, yo trague saliva, estaba bien que me dijera que no era su hermana, eso no me dolía tanto, pero "La niña que solo adoptamos" eso si que era doloroso.

—¡West!— Le gritó mamá a West molesta, él la miró. —¿Por qué dices semejante cosa?

—¿Qué? Es la verdad— Dijo para después mirar mi rostro.

—Sí, es la verdad— Dije en un hilo de voz, mis ojos comenzaron a arder, oh no.

Mamá se dirigió hacia mí, tomó mi rostro y me miró fijamente.

—¿Qué está pasando?— Preguntó ella preocupada.

—Un amigo vino a casa antier, West quiso que se quedara y me molesté con él, pero fue de esos enojos en los que estoy apunto de explotar y le dije "No tenemos la misma sangre, lo que implica que no somos hermanos" algo así, y ahora West está molesto y no me quiere hablar, y dijo eso para que yo entendiera el dolor que le dio, y ya lo entendí no hay ningún problema conmigo, el que sigue enojado es él— Respondí rápidamente, sentí salir una lágrima rebelde pero la limpié a toda velocidad.

—A tu habitación West— Ordenó mamá sin dejar de mirarme. —Y tú, quedate aquí.

Me senté en una de las sillas del comedor y seguí con mi café, mamá subió con West, dejándome sola, papá llegó y se despidió de mí para irse a su trabajo, cuando estuve completamente sola, tomé el Calamardo de juguete y lo vi, tenía un botón así que lo presione, éste hizo un sonido de su risa, rayos, si que era una horrible risa.

Mamá y West bajaron unos minutos después, mamá se despidió de nosotros mientras West se sentó en frente de mi.

—Lo siento— Dije mirando hacia la mesa.

ImbécilWhere stories live. Discover now