Capítulo 3

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West se acomodó al lado de mí enredado en una cobija mientras veíamos en la televisión programas poco interesantes, al menos para mí. Era sábado por la mañana, nuestros padres estaban en sus respectivos trabajos y nosotros solo nos encontrábamos en el sillón, enredados en cobijas ya que nuestras pieles no soportaban el frío, mientras West cambiaba canal, por canal, por canal, para ver si uno nos parecía interesante.

–Deberíamos salir– Propuso West al ver que nada interesante pasaba en el televisor, lo miré seriamente. –Conocer mejor el vecindario, platicar de lo que nos ha pasado en la escuela, por que estoy seguro que no le cuentas todo a nuestros padres– Habló mientras yo lo seguía mirando con indiferencia.

Me encogí de hombros y seguí viendo el televisor, mi hermano se puso en frente de mí y frunció el ceño, mirándome como si fuera una especie de animal recién encontrada, yo lo miré a los ojos, sin quitar mi cara de indiferencia hacia él

–¿Cómo puedes ser así?– Preguntó mi hermano mientras ponía una mano suya en mi mejilla.

–¿Cómo?– Pregunté mientras quitaba su mano de mi mejilla, él apretó mi mano mientras me seguía mirándome.

–Como si no tuvieras sentimiento alguno, eres cruel Cassidy, y nosotros no te hicimos así– Respondió mi pregunta rápidamente.

–Probablemente es hereditario de alguno de mis padres biológicos, soy adoptada ¿Lo recuerdas?... ¿Vamos a salir o no?– Pregunté cambiando de tema, mi hermano asintió así que ambos nos levantamos de nuestros lugares y nos dirigimos a nuestras habitaciones, tomé un cambio de ropa que me cubriera del frío que había, lo dejé en mi cama y me dirigí al baño para tomar una ducha, cuando acabé me cambie y arregle mi cabello.

Cuando ambos estuvimos listos, salimos de la casa y comenzamos a caminar por la banqueta.

–Y... ¿Cómo te ha ido en tu nueva preparatoria?– Preguntó West mientras seguíamos caminando.

–Súper... no me pudo ir mejor– Respondí quitando el detalle de Charlie Franklin.

–Que bueno, eso me alegra pequeña descorazonada– Dijo mientras pasaba un brazo por detrás de mi cuello. –¿Quieres llegar ahí?– Preguntó apuntando una cafetería.

–Conozco un mejor lugar– Dije mirando el lugar.

Mi querido hermano me comenzó a seguir a donde yo iba ¿A donde nos dirigiamos? A la Elliot's, ese lugar me había encantado.

Al llegar al lugar, West solo miraba todo "inspeccionándolo". Tomamos lugares, él quedó en frente de mí, después una chica con patines se dirigió a nosotros.

–¡Hola! Buenos días, bienvenidos a Elliot's ¿En que puedo servirles?– Dijo mientas nos daba un menú a cada quién, revisé todas y cada una de las bebidas. Yo pedí una de vainilla y West pidió una de galleta.

-Buen lugar- Mencionó mi hermano mientras veía todo. –¿Cómo lo encontraste?–

–Un chico me trajo aquí una vez, se llama Charlie Franklin– Dije simple

Mi hermano me sonrió pícaramente.

–¿Un chico?– Preguntó West sin dejar de sonreír, me di un golpe mental.

–Sí– Respondí mientras tomaba una servilleta y la hacía bolita.

La chica de los patines nos interrumpió y dejo ambas malteadas en la mesa, después dejó un plato lleno de galletitas, fruncí el ceño, nosotros no habíamos pedido galletas.

–Disculpe, nosotros no pedimos las galletas– Dije tomando el plato y dándoselo a la chica. West me miró molesto, pero la chica solo rió y dejo el plato.

ImbécilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora