Capítulo 17

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Se acercaba Navidad, las tiendas estaban llenas de adornos navideños para que compraras y la escuela estaba a unos cuantos días de llegar a las vacaciones, habría una fiesta por Navidad pero honestamente prefería quedarme con West a ver maratones navideños.

Charlie se había ofrecido para llegar por mí e irnos juntos a la escuela, justo ahora me encontraba desayunando con mis padres, West ya se había ido.

—Ya es seguro, mis padres y todos mis hermanos vendrán el día de Noche Buena.— Comentó mi padre para después tomarle al jugo de naranja. Alguien tocó la puerta. —Yo abro.— Dijo papá dirigiéndose a la entrada, yo lo seguí y vi por detrás de él quien era, se trataba de Charlie.

En cuanto el castaño vio a mi papá abrió los ojos asustado, después sonrió nervioso.

—Ho-hola, vengo con Cassy, digo Cassidy.— Habló nervioso, yo reí en voz baja.

—Está desayunando.— Dijo papá con una sonrisa. —Pasa, tal vez puedas esperarla.— Cuando dijo eso pasó dejando a Charlie en la puerta, él ojiazul me sonrió y pasó.

—Espérame aquí, iré a terminar de almorzar.— Pedí dirigiéndome al comedor, Charlie se quedó parado en la sala.

Me senté al lado de papá y seguí con mi desayuno, mamá se asomó a la sala.

—¡Charlie! ¿Ya desayunaste, hijo?— Preguntó con una sola sonrisa ¿Por qué mamá trataba mejor a Charlie que a mí?

—No, pero no tengo hambre.— Respondió Charlie con amabilidad.

—¿Seguro Charlie? Éste huevo con tocino está tan delicioso.— Hablé volteando a mirar al castaño, él me miró molesto.

—¿Todavía le queda comida, señora Jones?— Preguntó mi amigo acercándose al comedor, mi madre asintió y Charlie se sentó en frente de mí.

Mamá le sirvió su comida a Charlie y éste comenzó a comer, me causaba gracia ver como mi papá miraba al castaño con enojo, a veces mi amigo hacía contacto visual con mi padre e inmediatamente hacía un comentario como "Que bonita está tu casa, amiga" "Amiga ¿Recuerdas que nos habían dejado de tarea?" y cosas así.

Cuando Charlie terminó de desayunar, nos dirigimos a su auto, en cuanto cerré la puerta mi amigo soltó un suspiro.

—El momento con más tensión que he vivido.— Habló encendiendo el auto. —Por suerte salí vivo.

—No entiendo por qué mi papá te da tanto miedo.— Dije divertida.

—Me han dicho que los pelirrojos son peligrosos.— Habló mi amigo sin despegar la vista del camino, cuando tocó un semáforo me miró. —A parte ¿Ya viste sus músculos? ¡Podría matarme de un golpe!

Reí cuando Charlie dijo eso ¿Por qué pensaba eso? En el fondo mi padre era una buena persona.

—¿Qué harás en Noche Buena?— Preguntó Charlie justo cuando salió un anuncio navideño en la radio.

—Mi familia vendrá a casa.— Respondí mientras veía el camino.

—¡MI familia igual!— Dijo emocionado. —Que coincidencia.

—No creo que sea una gran coincidencia ¿Sabes? Todo mundo hace eso en Noche Buena.— Hablé seria, Charlie no dijo nada.

El camino a la preparatoria estuvo lleno de Charlie platicándome que regalos le dará a todos sus amigos, a Batman un balón de fútbol americano, a Alice un brazalete entre otros chicos que no conozco. Estaba segura que diría algo como "Y a ti te regalaré esto" pero... no mencionó nada de mí, así que... vamos ¿Quién no se sentiría mal? Cuando llegamos a la preparatoria cada quien se dirigió a sus respectivos casilleros, tomé las cosas que necesitaba y me dirigí al salón, cuando llegué, Charlie aún no se encontraba ahí, pero Coraline sí así que fui con ella.

ImbécilOù les histoires vivent. Découvrez maintenant