Capítulo 33.

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No sabía qué hora era, solo abrí los ojos con una especie de sexto sentido y escuché la canción que le tengo de tono de llamada a Vicent a lo lejos, muy a lo lejos, era un sonido casi imperceptible pero igual me despertó.

Fui corriendo a buscar mi móvil a la sala de estar y alcancé a contestar. Vi la hora, ocho de la mañana, muy temprano para un día sin trabajo en mi opinión.

—¿Vicent?

—¿Yun? ¿Estás bien? Vi que me llamaste de madrugada...

—Oh, sí, eso...—Dije de manera vaga y analicé el escenario.

Vi el bolso de Ellie sobre el sofá y sus botines a los pies de este. Parecía una especie de amnesia temporal que tuve al levantarme y recién recordé que ahora ella estaba ahí, durmiendo en mi cama, no percaté de eso al salir de mi habitación.

Ella está aquí... Durmiendo en mi cama...

¿De verdad pude dormir al lado de otra persona?

Hace muchísimo que no podía...

—¿Estás bien? ¿Qué ocurrió? ¿Necesitas que vaya a verte?—preguntó preocupado, trayéndome de vuelta a la conversación.

—Tranquilo, estoy bien... Solo... —No tenía ninguna gana de contarle lo que ocurrió.— Tuve un pequeño percance en una fiesta y no hallaba manera de regresarme a casa, pero... Llamé a alguien y fue por mí.

Llamé a Ellie y vino por mí incluso si estaba hirviendo de la fiebre...

Ayer se durmió diciendo que estaba mejor, pero quería verificar que así fuera lo más pronto posible. Miré en esa dirección ansiosa por ir a comprobarlo, pero no podía cortarle de la nada a Vicent ni quería despertarla.

—¿Llamaste a alguien más? ¿A quién?

—A una... ¿Amiga?—contesté insegura de llamarla así.

—¿"Amiga"? ¿La conozco?

—¿Tengo que darte explicaciones de todo?

—No, pero... Se me hace muy raro que pidas ayuda a alguien que no sea yo, supongo que es un avance. —Hubo una pausa y escuché murmullos.—¿Segura que estás bien? Perdón por no contestar, a esa hora ya estaba durmiendo y recién reviso mi número personal...

—Está bien Vicent, en serio no te preocupes... Te llamo luego, ¿Sí? Ahora estoy ocupada.

—Bien, hazlo pronto, por favor. Tengo que hablar algo contigo, pero yo también estoy ocupado en este momento.

—¿Por qué siempre me dices "Tengo que hablar contigo" y no solo me dices lo que quieres decirme?—Reclamé.— Me dejas con la duda...

—Perdón Yun, pero de verdad tengo que irme. —Contestó apresurado.—¡Adiós! Que tengas un buen día.

—Igualment- —Me cortó.

No le tomé mucha importancia a pesar de que era algo raro, debió pasar algo relevante como para irse así. Además, mi atención estaba en otra parte. Fui a refrescarme al lavabo y analizar la situación en la que me encontraba, me seguía pareciendo surreal.

Regresé a mi dormitorio con cuidado, caminando en puntillas y en silencio. Me asomé por el marco de la puerta entreabierta y tuve que apretar mis labios para no dejar escapar la risa que se me quería salir. No era una carcajada burlesca ni nada similar, solo me encantó ver que Ellie no deja de verse bien incluso durmiendo, como si estuviera esperando a que alguien le tome una foto, acurrucada en las sábanas y todos mis gatos aprovecharon nada más abrí para colarse y quedarse a su alrededor, incluso Fernando ya se acomodaba usándola de almohada.

Después de la tempestad.Where stories live. Discover now