Capítulo 11.

2.3K 300 58
                                    

Hablé con Vicent la situación de mi abuela y me dio su apoyo, me ofreció encargarse de eso, como es más responsable y sabe más de finanzas acepté su oferta.

El tema me deprimía y necesitaba distraerme, una tarde al revisar mi móvil tenía mensajes de Ivy invitándome a otra fiesta más en su casa y vi la oportunidad en esto.

En unas cuantas horas me encontraba llegando a su casa con un vestido negro que una marca me había regalado, algo producida con maquillaje, mi cabello recogido en una coleta con mechones a los lados y botas de tacón hasta encima de la rodilla. Quizá si las reuniones que hacen no estuvieran llenas de gente famosa con glamour no me importaría tanto el parecer un sujeto sospechoso con mi ropa de siempre.

—¡Corazón! ¡Te ves hermosa! —Se acercó para darme un beso en la mejilla saludándome. —No sabía que vendrías al final, en año nuevo no me contestaste.

—Estaba ocupada con trabajo y no me apetecía mucho compartir con otras personas.

Me limité a decir eso, no creo tener la confianza como para decirle todo lo que pasó durante esas fechas que parecen una especie de imán de desgracias.

—Hubiera sido bueno tenerte aquí, Devan estaba preguntando por ti.

—¿Devan?

—El chico con el que te encerraste en el baño la última vez. —rio. —El de pelo negro largo y rizado, bajito y delgado...—Yo aún seguía con mi cara de no saber a quién se refería.— El guitarrista de la banda Talvinen...

—Ah, ese... —interrumpí al recordarlo. —¿Estaba preguntando por mí? ¿Por qué?

—Sí, preguntaba por ti porque le llamas la atención, ¿Por qué más?, ¿Acaso no es de tu gusto?

—Pues... es que no es para nada feo y de hecho fue agradable si quitamos el estar en un maldito baño, pero, no lo sé... tengo un gusto más cliché; la gente alta, rubia y de ojos celestes a poder ser son mi prototipo.

—¿Estás describiendo a Nathaniel Abbey?—Subió una ceja con una sonrisa cómplice.

—Tal vez...

En realidad no lo estoy describiendo a él, solo al estereotipo de hombres con los que suelo meterme, pero creo que ahora mismo aparte de Nathaniel no hay nadie más así en mi vida que vea seguido. Llegué a sentir un pequeño escalofrío cuando mi mente me traicionó haciendo pasar la imagen de la señorita Ward unos segundos, debo haber perdido la cordura luego de leer parte de ese libro, solo dos páginas discontinuas me afectaron de manera tan ridícula.

Estar con otra mujer...

He besado mujeres solo para probar o a modo de chiste y no soy homofóbica, pero jamás me acostaría con una. Ni siquiera creo que ella sea lesbiana, quizá decidió escribir algo así como cualquier otra historia de amor trágica, no es diferente a una heterosexual, puede ser que solo quería tocar el tabú. Después de todo tiene una hija y ese hombre con el que la veo siempre que creo es su esposo. Mejor dejo de darle vueltas al asunto, es un sinsentido.

—Como supe que te estabas volviendo amiguita de él lo invité hoy a pesar de que Matthew me pidió que no lo hiciera, que se aguante.

—¿"Amiguita"?—Repetí con cierta indignación. —Hasta ahora él y yo no nos hemos besado fuera de cámaras.

—Ay, Juno, pero está claro lo que pasa, tú no eres ninguna santa.—Vi como se distraía mirando a otros invitados llegar.—Tengo que ir a saludar, disfruta de la fiesta.

Bebí mi primera cerveza, la gente comenzó a bailar y yo me uní junto a las caras conocidas del lugar hasta que sentía mis piernas cansadas, además del calor que hacía en esa multitud no me dejaba recuperar mi oxígeno. Fui a buscar mi segunda lata y última, no soy fanática de emborracharme fuera de mi cueva, salí un momento al balcón para descansar observando la hermosa vista que tenía la casa de Ivy a toda la ciudad.

Después de la tempestad.Where stories live. Discover now