Capítulo 16.

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Teníamos relativamente poco tiempo para grabar y mucho trabajo para hacer, así que nos despertábamos a las seis de la mañana para así tomar el transporte y llegar al sitio. Me fui hablando en el trayecto con el director, sentí una curiosidad repentina de saber por qué había viajado en primera clase con ellos o de la habitación tan costosa en la que me alojaba.

—Entre usted y yo...—Se acercó a mi oído.— Fue Ellie quien pagó, no sé por qué, quizá pensó que usted necesitaba estar más cómoda.

Dejé ver mi asombro, la busqué entre los asientos y solo la vi de espaldas ya que estaba adelante, pero tampoco planeaba ir con ella a decirle algo porque no sabía qué.

Incluso cuando llegamos ya había miembros del staff incluso desde antes, montando las cámaras, luces, etc.

No me equivocaba para nada el pensar que me iba a morir congelada con ese traje, porque cuando salí del remolque con eso puesto sentí mi piel de gallina y un temblor recorrió mi cuerpo. Tuve que pensar que el frío era psicológico pero es difícil cuando siento que voy a perder una extremidad en cuestión de segundos.

—¡Que culo se te hace con eso! —Sin previo aviso sentí como Ivy me daba una nalgada fuerte.

—¡Mierda! ¡Ivy!. —Me sobé la zona.

—Perdón, no pude evitarlo. —Empezó a reír. —No puedo esperar a que grabemos la segunda película y que mi personaje se empiece a corromper para poder ocupar ese traje.

—¿Ya estás pensando en la segunda película si ni siquiera estamos cerca de terminar la primera?

—¡Por supuesto! ¿Qué no has visto que con el anuncio de la película la venta de sus libros han subido una barbaridad?

No estaba enterada, pero tampoco quería indagar en el tema.

—¿Has leído sus otros trabajos? Aparte de los de Tempestad en Lilith.—pregunté.

—Si te soy sincera ni siquiera he terminado el tercero, no me gusta mucho leer, prefiero las películas y... ¿Sabías que ya habían sacado una de otro de sus libros?

—Sí, de algo me enteré... 

No he querido seguir con esa lectura por dos cosas; primero porque no quería saber de la existencia de esa mujer y segundo porque creo que tocó un tema que me incomoda.

No soy homofóbica, pero no puedo seguir leyendo, por lo menos ya sé lo que pasa en la película y me puedo hacer una idea. Llevo veintitrés años conociéndome y aún no me comprendo bien.

—Vi la película que estaba inspirada en ese libro... —Añadió haciendo una pausa para recordar. —Último Alborada.

¿Sabías que en el libro las almas perdidas son las dos mujeres?

—¿Y qué tal? —Ignoré mis pensamientos para no decirlos.

—¡Que historia tan deprimente! ¡Lloré un montón y me dejó un vacío tremendo el final!

—¿Qué esperabas de una historia escrita por E.M.W? Literalmente ahora grabaremos cuando casi los mato a todos y termino por ser más una antihéroe que un protagonista con la ética que se esperaría.

Una ráfaga de viento helado me hizo temblar. Me encogí para intentar conservar mi calor corporal.

—¿No deberías colocarte algo encima mientras tanto? —Sugirió preocupada.

—Como soy una estúpida solo traje esa camiseta negra de polar con la que me viste en el bus para la parte de arriba.

Y como nunca lo hago, la ropa en cuestión era apretada a mi cuerpo, si la coloco por encima podría llegar a dañar el traje.

Después de la tempestad.Where stories live. Discover now