Capítulo XXX

13.1K 438 34
                                    

-Jueves- dije y me acaricié la barriga- hoy por dios no me des la lata- dije hablándole al pequeño ser que crecía en mi vientre- tenemos que comprarle un regalo a la abuela- dije y recapacité de lo que estaba haciendo…- estoy loca.

Preparé una pequeña maleta con lo dispensable para el viaje que me esperaba.

El sol brillaba, otra buena señal. Me duché y salí a pasear con Buster antes de desayunar, al volver de la panadería me cambié y me puse un vestido muy vaporoso en color rosa palo.

Parecía una muñeca con tutú, me miré en el espejo y la verdad es que me sentía feliz.

Era libre, pero no había nada de exquisito en ello.

Llegué a la oficina y el clima era extraordinariamente tranquilo.

-Así da gusto venir a trabajar- dije cuando recorría el pasillo entre las mesas para llegar a mi despacho.

Todos me miraron con una sonrisa en la cara, espero que sea una sonrisa sincera; por nada en el mundo dejé que mi tormentosa relación con Alex afectara para nada a los empleados.

-Buenos días Paul- dije dándole un beso en la mejilla, que lo pilló desprevenido.

-Buenos días- dijo mirándome extrañado- Te veo un aura brillante hoy.

-Soy feliz- dije entrando en el despacho y dejando a Buster en el suelo.

-Cuéntame, ¿Cómo es que vienes tan feliz?- dijo sentándose en el sofá mientras se comía un caramelo.

-No lo sé, deben de ser las hormonas- dije guiñándole un ojo.

-Si fuera hetero, con esa mirada y esa sonrisa me hubieras conquistado- dijo mirándome contento.

-¿Crees que te puedo traer de vuelta a este bando?- dije cruzando los dedos sobre la mesa.

-Creo que no- dijo riendo- Pero dime, ¿Cómo te has levantado hoy?

-Pues feliz, simplemente- conté mientras encendía el portátil- me marcho en coche a la boda de mi madre, le diré que será abuela, seré dama de honor, seré la madre soltera más consentidora del mundo, el bebé tendrá un tío gay- dije mirándolo- que también lo consentirá, y unas tías que siempre lo llevará a la última moda- refiriéndome a Christina y a Megan- sin contar a los padrinos- añadí por Melissa y Roger- que lo achucharán como si fuera un peluche…

-¿Y el padre?- preguntó con gesto amargo.

-He dicho madre soltera- dije alzando las cejas.

-Emily, Alex lo sabe, crees que lo dejará y punto, podéis acordar una custodia compartida.

-Yo no me quiero repartir a mi hijo por semanas, como si fuera una pelota- dije indignándome.

-Pues soluciona la situación- dijo levantándose- por cierto me llamaron de vestuario diciendo que vayas.

-Gracias- dije y me levanté dispuesta a ir, pero el teléfono sonó.

Contesté y di gracias de que fuera Melissa.

-Mel, habla más despacio no te entiendo- dije separando el auricular de mi oreja.

-Emily, Roger me ha pedido matrimonio- y al oír eso me fue imposible pensar en Alex.

-Mel, no sabes cuánto me alegro por ti, vais a ser el matrimonio más feliz del mundo- dije mientras el nudo en mi estómago se asentaba- hablamos en otro momento y me lo cuentas con pelos y señales como te lo propuso, besos- dije feliz.

Emily Wolf ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora