Capítulo 44

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Gerardo Steiner ordenó a su equipo de seguridad desalojar a todas las personas de la sala de espera del hospital, siendo sus familiares los únicos en quedarse dentro.

Peleé con todas mis fuerzas por no ser sacada del hospital, pero mis fuerzas no llegaron ni a una cuarta parte de la que poseía el musculoso hombre que terminó por llevarme afuera del edificio. He intentado volver a entrar, aunque todos mis intentos han sido fallidos, y ya para este momento es imposible que pueda entrar, puesto que la policía del pueblo ya hace presencia en el lugar. Ahora la entrada a la sala de emergencia no solo está siendo vigilada por los guardias personales de la familia Steiner, sino que la policía se les une.

Afuera todo es un caos aún peor. Hay reporteros por todas lados, cámaras que apuntan a las puertas del hospital y un sin fin de uniformados caminando de un lado a otro.

—He traído café —anuncia Éber.

Levanto la cara y lo veo traer en sus manos dos vasos de plástico. Le acerca uno a Abril, la cual me acompaña sentada a mi lado y el segundo me lo ofrece a mí.

Ellos llegaron a acompañarme hace unos minutos. Ahora, esperan conmigo sentados en una banca fuera del hospital.

Acepto el vaso.

—Gracias.

El vapor del café se eleva hasta darme en la cara. Éber toma asiento a mi otro lado.

—¿No has revisado Instagram, Mer?

Ni siquiera he leídos mensajes.

—No.

—Pues, la noticia del tiroteo se ha hecho sumamente viral. —Con el dedo señala al océano de prensa que hay en los alrededores del hospital —. Ahí hay prensa de todo el país.

Me humedezco los labios.

—¿Cómo una noticia tan trágica se hace viral?

Él se recarga por completo en el espaldar del banco.

—Empezaron a salir fotos de Steiner y Adán y al parecer a la gente se le hizo más atractivo la apariencia de ellos que la misma noticia. En TikTok incluso hay teorías absurdas de todo lo que pasó.

Eso es enfermo.

—No quiero saber nada de eso —concluyo.

Éber asiente.

—¿Por qué sacaron a todos del hospital, Mer? —investiga, cambiando de tema.

Cuando mis amigos llegaron ya habían vaciado la sala de emergencia del hospital, ellos pudieron salir de la preparatoria hasta ahora porque por seguridad los tuvieron resguardados en los salones.

Quisiera tanto poder tener una respuesta para darle, pero no la tengo.

Después de que el abuelo de Darek llorará como un niño, lo que le siguió fue la orden que dio y ya no supe qué fue lo que le dijo el doctor Julián.

—No lo sé —respondo al cabo de unos segundos en los que los ojos se me vuelven a bañar en llanto —. Gerardo lloró y luego... acabe aquí afuera.

Abril me pasa la mano por el hombro para luego atraerme a su cuerpo en un abrazo.

—Todo va a estar bien, Mer —me anima.

Ojalá que sí.

—A Adán se lo llevó la policía.—añade Éber.

—Y Alison habló con la policía de las cartas —comenta Abril.

La mirada me baila entre los ojos de ambos.

—¿Adán dijo por qué disparó? —Eso es lo primero que se me ocurre preguntar.

No acercarse a DarekМесто, где живут истории. Откройте их для себя