Capítulo 24: Ellie 1.

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Solo las miraba de reojo, había más gente bailando, pero no me importaban en lo absoluto, era una mezcla de querer ver cómo se movía, el hermoso espectáculo que eso me generaba junto a un deseo enorme por separarla de su amiga y llevármela a otra parte. Tristan me estaba hablando pero no podía seguirle el hilo a la conversación. Se acercaron aún más dentro de lo que cabe, parecía que se iban a besar. Apreté mi mandíbula, hoy mismo oí muy claro de su boca que era "hetero" -viéndola no creo que lo sea, pero sonaba muy segura de sí misma-.

—¡Ellie! —Me llamó la atención con un grito.

En un inicio no sabía por qué se veía preocupado y agarraba servilletas, luego noté que había roto la copa que tenía en mi mano, le hice una grieta, lo que provocó que el líquido comience a derramarse por la mesa. De inmediato me levanté e imité lo que hacía para arreglar el desastre.

—¿Qué sucedió? —Una mesera se acercó a preguntar.

—La copa se rompió... ¿Nos puede traer algo para limpiar?—Comentó.

Yo solo me quedé callada y me limité a tomar aire con fuerza.

No entiendo en qué momento me volví tan celosa, jamás lo había sido, incluso llegué a pagar mis celos con ella misma al decirle esa sarta de barbaridades de las que todavía me avergüenzo, viajaría en el tiempo para golpearme a mí misma antes de haber dicho algo así. Quizá sea porque esas otras personas con las que la he visto tienen muchas más posibilidades que yo, independiente de que la mayoría sean hombres y tengan más ventaja; son jóvenes, más agradables y compatibles en personalidad, viven en el mismo mundo y no tienen una condena prescrita de hacerle daño por el solo hecho de compartir el apellido Maddison con todos esos imbéciles.

Pagué lo que había roto y me retiré de para subir a mi dormitorio. Estaba mareada por la copa y media de vino, de nuevo sentía esa necesidad estresante de fumar un cigarrillo. No me opuse mucho a la tentación, en cuanto llegué al piso veinte fui hasta la zona de fumadores.

Me senté en la banqueta que tenía al lado un cenicero y me quedé mirando el paisaje. Ese mismo con el que pudimos tener una plática amigable a pesar de todo, esa noche el alcohol me había hecho bajar la barrera que prefiero poner entre nosotras para no conocerla mejor y terminar por descubrir que Juno me encanta más de lo que me gustaría.

Pero eso ya está pasando, no puedo dar crédito a que si ya notó que mis pupilas se dilatan cuando la tengo cerca lo prefiera asociar a que me parezco a un gato y no a que estoy haciendo un esfuerzo bestial por no besarla. De solo pensarlo solté una carcajada a la vez que continuaba con mi cigarrillo. Hacía frío, pero me gustaba estar ahí, recordando todo lo que ha pasado en este viaje aunque "no me perdonó.", que me haya hecho olvidar el motivo por el cual estaba triste esta semana como cada año y reírme como hace mucho no lo hacía. Mismo motivo por el que esto me asusta, es peligroso y necesito parar antes de perderme por completo. Mi vida ya está en orden como para que venga un tornado categoría EF5 para arruinarla, además de ser la protagonista de la película y si tiene éxito tendremos que seguir trabajando juntas en un futuro, es pésima idea mires por dónde lo mires.

La primera vez que la vi en pantalla supe que tenía talento, me transmitió un cúmulo enorme de sentimientos cuando sé que todo eso es falso y ese pensamiento me arruina cada película. Lo que no esperaba era que al conocerla su personalidad me iba a desagradar por completo. No puedo negar que al verla en persona me sorprendió lo grande que estaba ya que los filmes que miré fueron hace años, y lo peor, que era mucho más hermosa en la vida real, que sus ojos eran los más lindos que vi alguna vez y que tenía algunas pecas que suelen desaparecer por el maquillaje. Pero eso no quita que albergaba cada una de las características que detesto de cualquier persona, de todas a excepción de ella.

Después de la tempestad.Where stories live. Discover now