One Shots || [Billie Eilish]

23 IN LOVE WITH YOU (only i can pt. 2)

Caminaba por el pasillo de la escuela dirigiéndome a mi clase de matemáticas, la clase que más odio. Aún me sentía asustada de ir sola por la escuela, pues Jason estaba aquí aún, pero no podría traer a Billie o a Claudia a mi lado 24/7 porque ellas también estudian.

Sumergida en mis pensamientos no me di cuenta de que alguien estaba frente a mí y terminamos chocando, provocando que mis libros cayeran.

-Lo siento no me fijé.- aún sin mirar a la persona, me agaché para tomar mis libretas pero el desconocido las pateó y fue entonces cuando dirigí mi mirada a la suya.

-Además de zorra, también eres chismosa, ¿No?- su voz, su mirada y todo su ser me provocaba escalofríos. Pude notar que tenía distintos golpes en su rostro y brazos, pero no quise pensar en la razón.

-Ya no sigas con esto Jason, por favor.- intenté alejarme, pero me tomó del cabello, estrellándome contra los casilleros haciéndome jadear.

-Si no fueras tan zorra ¿Tú crees que esto estaría pasando?- su mano izquierda fue hasta mi cuello, apretando esa parte.

-Me estás lastimando.- dije con dificultad. -Ya déjame.- parecía no escuchar, cada vez apretaba más su agarre y me hacía jadear.

-Ya sueltala jason.- una voz detrás de Jason habló y la reconocí de inmediato, el gran tipo se giró, dejándome respirar finalmente.

-¿Y tú quién se supone que eres?- se acercó a ella amenazante. -¿Crees que te tengo miedo a ti?

-Supongo que te quedaste con ganas de conversar con mis amigos, ¿No?- la expresión de Jason cambió inmediatamente alejándose de Billie y yéndose sin decir otra palabra.

Inmediatamente entendí su reacción y de que hablaba Billie.

-Gracias Billie.- le sonreí mientras me masajeaba el cuello, que había quedado adolorido.

Ella se acercó a mí apartando mis manos y poniendo las suyas en mi cuello, acariciándolo delicadamente. No sé si ella no se había dado cuenta pero yo, mi corazón y cada parte de mí estaba colapsando por lo cerca que ella estaba ahora mismo.

-Billie... Estás muy cerca.- dije, algo nerviosa, no estaba controlando ni mi mente ni mi boca, como solía pasarme con ella.

Había estado sintiendo emociones raras que llegaban cuando estaba cerca de Billie desde hace un año o quizás un poco más, creo que las había mantenido en control ya que nunca había estado tan cerca de ella, pero ahora que la tenía a centímetros me era difícil controlar esas mariposas de mi estómago, la taquicardia y la dificultad para respirar que me ocasionaba su presencia.

-¿Te incómoda?- dijo ella, mientras acariciaba mi cuello, siendo honesta, sus caricias empeoraba todo lo que pasaba en mi cuerpo ahora mismo.

-N... No... So... Sólo...- ahora también me era difícil hablar, claro.

-¿Qué pasa?- me miraba directamente a los ojos, con ese azul tan profundo que me hacía temblar. -¿Quieres que me alejé? ¿No quieres que te toque?- dijo algo preocupada.

-No... No sé...- me temblaba la voz, era débil, muy débil.

-¿Estás nerviosa?- su tono de preocupación y sus ojos inocentes ya no estaban, ahora estaba esa Billie a la que yo estaba acostumbrada, que me miraba con una sonrisa extraña.

-N... No- mentira.

-Lo estás.- sonrió, mordiendo su labio inferior mientras se acercaba más a mí. -¿Te molesta que me acerque?- habló casi en un susurro.

-Bi... Billie ya me... Ya me tengo... Que ir- dije yo, con la respiración entrecortada, producto de los nervios que me causaban sus bellos ojos y sus labios tan cerca de los míos.

Las caricias en mi cuello pararon pero sus manos seguían ahí, ella seguía acercándose más a mí estando a tan sólo milímetros de que nuestros labios choquen.

-¿Puedo besarte?- su respiración parecía igual que la mía, pero yo probablemente falleci y reviví al escucharla decir eso.

-¿Qué?

-Quiero besarte. ¿Me dejas hacerlo?- sus ojos estaban fijos en mis labios, mientras relamia los suyos, como alguien que ve su comida favorita.

-Sí Billie.- yo no sé que parte de mí me estaba controlando ahora mismo, pero sé que la mayor parte de mí estaba deseando un beso de Billie desde hace mucho tiempo.

Y sin más, Billie estampó sus labios con los míos como si estuviera desesperada, movió sus labios suavemente y los míos siguieron sus movimientos, saboreando cada parte de ellos, sus labios eran como el cielo. Este era mi concepto de elixir y no quería dejar de probarlo jamás, quería besarla hasta mi muerte.

Y de repente todo en mi cabeza y en mi corazón se aclaró, estos años había estado sintiendo esto porque me gustaba Billie, sentía atracción a ella y no sólo eso, estaba enamorada de ella, lo he estado durante dos años. El primer año la odie de verdad, el resto solamente fingía odiarla porque me negaba a aceptar que estaba terriblemente enamorada de ella y aunque en el fondo siempre lo he sabido, siempre lo había negado. Hasta ahora, que me es imposible negarlo.

Me separé de golpe de ella, sorprendida, mientras ella me miraba con confusión.

-¿Qué pasa? ¿No te gusta como beso?- dijo ella preocupada.

-Billie estoy enamorada de ti.- dije, asustada de mis sentimientos mientras en el rostro de Billie se formaba una gran sonrisa.

-¿Estás qué?- parecía drogada, sus ojos se veían extremadamente brillantes y el azul había subido de intensidad.

-¿Cómo pasó esto? O sea, yo sí lo sabía porque era imposible negarlo, ¡Pero no sabía que tanto! ¿Cómo me hiciste esto?- hablé rápidamente mirándola con mucha sorpresa mientras ella seguía sonriendo.

-Yo también estoy enamorada de ti.- como si no fuera posible, sonrió aún más.

-¿Estás qué?- dije, aún más sorprendida que antes.

-¡Por fin!- gritó emocionada, besando toda mi cara haciéndome reír. -¡Finneas y Claudia tenían razón!

-¿De qué hablas?

-¡No sabes lo feliz que estoy! Dímelo de nuevo, quiero escucharte decirlo una vez más.- me tomó de las mejillas, mirándome sin borrar su sonrisa.

-Estoy... Estoy enamorada de ti Billie.- sentía mis mejillas arder, estaba más que nerviosa.

-¡Yo también estoy enamorada de ti ______!- nuevamente, beso mis labios intensamente por muchos segundos hasta separarnos por la falta de respiración.