21 DON'T LOOK AT HIM.

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Finneas conducía con su novia Claudia al lado, mientras Billie y yo íbamos detrás, no hablábamos, habíamos discutido un rato antes, ya que una chica me había invitado a salir y ella no quería que fuera y me obligó a venir con ella a esta fiesta de sus amigos, a los cuales yo no conocía.

Al llegar divisé una gigante y hermosa casa, debí suponer que sería algo así. Fuera de la casa habían algunas personas hablando, otras besándose y todo tipo de cosas. Antes de entrar a la casa sentí a Billie tomar mi mano delicadamente e intenté soltarla, aunque no me molestó en lo absoluto.

-Déjame, yo estoy enojada contigo.- me intenté cruzar de brazos pero ella se posicionó frente a mí y me lo impidió tomando ambos de mis brazos.

-No me importa, yo también lo estoy, pero no pienso alejarme un centímetro mientras estés aquí. Me vas a tomar de la mano y no te vas a separar de mí ni un segundo.- habló firmemente, mientras me ofrecía su mano y me miraba con sus ojos azules, hermosos y penetrantes ojos azules.

-Está bien.- tomé su mano, me era difícil no ceder ante esa actitud y esos ojos que me ponían de rodillas. -pero sólo porque no conozco a nadie aquí.- recuperé mi compostura, no me gustaba sentirme controlada y con ella se hacía complicado no hacerlo.

Al entrar Billie caminó hasta unos sofás con muchas personas ahí, aún sin soltarme de la mano. Al llegar todos se emocionaron al verla, parecía ser muy querida.

-Hola chicos.- habló ella sonriendo, no pareciera que hace un minuto por poco y me terminaba atando con una correa. Que humillación.

-¡Hola Billie! ¿Quién es la linda chica a tu lado?- dijo un chico que me parecía conocido, mirándome fijamente con una sonrisa.

-Es _______, mi amiga.- aún sin soltarme de la mano, me jaló un poco más a ella, ganándose la atención de todos ahí.

-Oh, ese tipo de amiga Billie.- esta vez fue una chica la que habló, era linda, labios gruesos, piel almendrada y rizos.

-Da igual, no puedes, Brent.- su expresión se tensó un poco, pero volvió a sonreír.

-¿Y tú no te vas a presentar linda?- habló nuevamente la chica anterior.

-Lo siento, yo soy _______, amiga de Billie, un gusto.- hablé tímidamente, no era buena en socializar.

-Ven, siéntate aquí.- me susurró Billie, tomándome de la cintura para que me sentara, seguido de esto ella se sentó conmigo.

El chico anterior no paraba de mírame e igualmente yo no cortaba contacto visual con él, era tímida pero no iba a dejar que me intimidara. Él de vez en cuando sonreía mientras que yo mantenía una expresión neutra hacía él, cuando Billie me distrajo de mi pequeño juego de miradas con el tal Brent.

-______.- volteé hacia ella, quién estaba muy cerca, al captar mi atención volvió a hablar; -no hagas eso, no me gusta.- fruncí el ceño con confusión.

-¿De qué hablas?

-Deja de mirarlo, no lo mires a él.- sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo al escuchar el tono dominante de su voz.

-¿Por... ¿Por qué?- hablé nerviosamente.

-No quiero que lo mires a él, mírame a mí.- sentí su cálida mano tocar mi muslo y sentí un choque eléctrico recorrer desde esa área hacía todo mi cuerpo, cómo si cada célula de mi cuerpo reconociera el tacto de Billie.

Suspiré intentando relajarme, durante unos minutos Billie no quitó su mano de mi muslo y yo no aparte mis ojos de esa área, estaba inmóvil, su tacto me impedía realizar cualquier movimiento. Levanté la mirada, quería saber que pasaba ahora sí volvía a mirarlo, tenía curiosidad de saber que haría.

Nuevamente conecte mis ojos con los de aquel chico, que no había parado de mirarme ni un segundo, seguidamente sentí la mirada de Billie, no se parecía ni un poco a la de este chico, él no me hacía sentir lo que Billie.

-______ ven.- giré mis ojos a los de mi amiga, quién se encontraba de pie y mirándome con el ceño fruncido, parecía molesta, muy molesta.

La curiosidad mató al gato, y Billie me va a matar a mí.

Me puse de pie y Billie tomó mi mano, sacándome de ahí rápidamente. Caminamos fuera de la fiesta, hasta la camioneta de Finneas, Billie me hizo recargar en la camioneta delicadamente mirándome aún con esa mirada dominante y aterradora.

-Te dije que no lo miraras.- habló, con ese tono que me hacía ceder al instante.

-Sólo lo estaba mirando, ¿Cuál es el problema?- la miré retadora.

-¡Él te estaba coqueteando!

-¡No me dijo ni una sola palabra!

-¡Tan sólo como te miraba!, ¡parecía que te estaba desnudando con la mirada!- me sentía intimidada por ella, pero no se lo haría saber.

-¡¿Y por qué te molesta tanto?!- la miré con el ceño fruncido, yo no llegaba a ser ni la mitad de intimidante que ella.

-Sólo no quiero que lo hagas, ¿Entiendes?- se acercó un poco más, rozando nuestros labios. -No lo hagas más, no te empeñes tanto en hacerme enojar- cada vez que hablaba nuestros labios se rozaban un poco más.

-¿Por qué?- hablé en un susurro inocentemente, sabía porqué.

-Porque lo odio, odio verte coqueteando con alguien más y no conmigo, hazlo conmigo, nada más conmigo.- subió su mano a mi cuello acercándome más a ella. -no quiero ver que le des la mínima atención a cualquier otra persona, _______.- terminó su oración, para romper la poca distancia que quedaba entre ambas con un beso.

Un beso lento, que me daba la oportunidad de conocer cada rincón de su boca, saborear sus deliciosos labios. Me hace sentir que estoy en el cielo al probar sus dulces labios, la habilidad de besar que ella tenía, provocaba que mis piernas temblaran.

One Shots || [Billie Eilish] Where stories live. Discover now