VEINTIUNO

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Su ropa olía a ella. Olía a Becky, y Freen estaba intentando reprimir el impulso de gritar mientras intentaba recobrar la compostura en la puerta de la librería. Si entraba en aquel estado, Irin se daría cuenta de que algo estaba pasando y no sabía por dónde empezar a explicar aquello.

Becky y ella se habían despedido hacía unos minutos. Freen debía entrar a trabajar, y Becky, aunque hubiera podido pasarse la tarde sentada en aquel sofá de piel marrón parcheado solamente observando a Freen colocar libros, decidió que ya había obrado más que de sobra como acosadora durante aquel día.

-Entiendo que no tienes ganas de trabajar, pero para eso directamente llama y di que estás enferma. Una vez aquí ya no tienes escapatoria -

- Vaya, ¿eres mi amigo Heng? ¿O debería decir un señor desconocido llamado Heng? - dijo Freen volteándose para encontrarse con el chico.

- ¿Un señor? Qué soy ahora, ¿tu padre? - rio

- Qué va, tú estás presente en mi vida -

-Auch, humor de autoflagelación - dijo poniendo cara de dolor - Lo echaba de menos. -

- ¿Se puede saber dónde estabas metido? Llevo días sin verte. Claro, ya no está Nam y no te interesa saber de mí - fingió estar dolida.

- Claramente sí, ese es el motivo. De hecho me fugué con ella y hemos pasado dos días de tórrido amor. - dijo con tono dramático echando su pelo moreno hacia atrás. Suspiró - En fin. Qué más quisiera yo -

- Eso digo yo, qué más quisieras -

- Encima de que te he estado cubriendo -

-¿A mí?-

- Sí, señorita estoy desconectada del universo haciendo yo que sé qué - Freen se sonrojó levemente y rezó para que Heng no se diera cuenta - He estado ayudando a Irin con las inscripciones para el festival de arte -

- Ah joder. El maldito festival de arte se me había vuelto a olvidar -

-Nos hemos dado cuenta, sí -

-Lo siento Heng-

-No pasa nada. Solamente espero que estés disponible para ir a recoger los materiales -

-¿En serio otra vez tenemos que ir a por ellos? No me puedo creer que se sigan negando a hacernos el envío -

- Nada. Siguen en sus trece. Dicen que ellos no se hacen responsables y que todo el mundo va a sus almacenes. - se encogió de hombros - Creo que nos odian por hacer cada año la misma pregunta -

- Lo parece, sí. - suspiró - bueno, supongo que me lo merezco por haber estado algo desaparecida con el tema del libro y con...- se paró en seco - con mis cosas, digo-

- ¿Cosas? ¿Desde cuándo tienes "cosas"? ¿Cosas que yo desconozco?-

- No es nada Heng, solo estoy distraída -

- Distraía con cosas -

- Sí-

- Tú. Distraída -

- Sí, Heng -

- Con cosas -

-¡Quieres dejarlo ya! - elevó la voz ante la sorpresa de Heng que poco o nada había visto a Freen alguna vez descontrolar sus emociones.

- Estás rara -

Freen suspiró agotada. La puerta de la librería se abrió ante ellos y el sonido de las campanitas fue como una bendición para Freen. Irin salió del local mirando a uno y a otro sin entender nada.

-¿Se puede saber qué hacéis los dos aquí discutiendo? -

- Nada, Irin, ya íbamos a entrar - contestó Freen colándose por la puerta abierta. Heng la siguió.

- Estábamos hablando de "sus cosas"- dijo susurrando a Irin gesticulando exageradamente con la cara.

- ¿Pero qué "cosas" tiene Freen? - susurró Irin de vuelta.

- Pues eso quisiera yo saber -

Freen estaba ordenando compulsivamente los papeles esparcidos por el mostrador pensando en coger el teléfono y escribirle a Becky para decirle ¿qué? Realmente no tenía ni idea de qué decirle después de aquel momento en el río. Aún temblaba un poco al recordarlo, y seguía sin explicarse qué la llevó a abrazarla de aquella manera. Supuso que verla tan vulnerable con el tema de su abuela provocó sus ganas de consolarla, sin embargo había algo, una sensación en la nuca como una corriente muy leve de viento que le provocaba escalofríos desde que la vió asomarse por el puente.

-Odio los puentes - pensó mientras apilaba un montón de flyers del Festival de Arte.

- Vaya, primera vez que pones las manos sobre eso este año, en el sentido literal y metafórico de la palabra - dijo Irin.

-Lo siento Irin de verdad - se disculpó - Sé que he estado bastante despistada pero ya estoy aquí, dime, qué hago. Soy toda tuya -

-Vaya, tentador - levantó una ceja. No pudo evitar reír ante la expresión de Freen - Ya sabes que no eres mi tipo precisamente, pero lo tendré en cuenta -

- Espera, ¿no soy tu tipo? - Freen se sintió ofendida.

- No realmente. Eres... demasiado seria, sí. Creo que es eso -

- Yo no soy seria -

- Por supuesto que lo eres -

- Pues no todo el mundo opina eso- se defendió.

- ¿Ah no? ¿y quién cree que no lo eres? - Irin sonrió de nuevo ante la cara de Freen, que estaba a medio camino entre la vergüenza absoluta y la indignación - Espera - de pronto recordó algo - ¿estamos hablando de Rebecca? -

Freen se quedó petrificada. ¿Tanto se le notaba? ¿llevaba a caso el nombre de Becky escrito en la frente? ¿En qué momento la conversación había terminado ahí? -Estamos hablando de Rebecca - confirmó la chica sin esperar a que Freen contestara - Vaya Freen, eso sí que no me lo esperaba -

-No sé de qué me hablas -

- Pues yo creo que sí que lo sabes. Y eh, que me parece genial -

- De verdad que no sé de qué me hablas Irin -

- Podrías invitarla a venir con nosotros este fin de semana -

- ¿Qué? -

- Sí, a lo de ir a buscar los materiales. Creo que Heng te lo iba a decir ¿no te lo ha dicho? lo voy a matar - dijo Irin buscando al chico con la mirada por la librería.

- Sí que me ha dicho lo de los materiales pero no me ha dicho nada de que fuese este fin de semana -

- Pues lo es, porque de todas formas yo tenía que ir a arreglar unos papeles, así que hemos decidido ir los tres. Bueno, ahora los cuatro -

- No voy a pedirle a Becky que venga con nosotros ¿estás loca? -

- Vamos Freen - dijo Irin ladeando la cabeza.

- He dicho que no -

- Vale, está bien - dijo mientras cogía su bolso y se dirigía a la puerta de la librería para marcharse - Os espero a las dos el sábado a las nueve y media aquí -

- Pero Irin - Freen no pudo terminar la frase porque la chica salió del local despidiéndose con la mano cerrando la puerta tras de sí. - No voy a pedirle que venga con nosotros. Es una locura. -murmuró- Lo es ¿no?-





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LEJOS  DE  ERIS  • FreenBecky •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora