Inocencia malvada

CAPITULO 13

VANCE

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Desconocidos. Es lo que somos.

Llegué a pensar que debido a nuestras edades sería bastante fácil lograr congeniar, lograr empatar y tener todo bastante claro. Pero la verdad es que muy poco sé de ella, muy poco sé sobre sus reacciones cuando se enfrenta a momentos traumáticos y muy poco sé de sus emociones.

Por eso sin pensarlo, dije lo que dije a pesar de que no me estuviera refiriendo a eso.

Es verdad que soy un mentiroso nato, pero con ella y con mis hermanos nunca he dicho una mentira. Salvo por la vez que omití las veces que llegué a ver a Marjorie, hace cuatro meses recuerdo tan solo que tomé su llamada y creo que estuve fuera de su casa, lo demás no lo recuerdo en absoluto.

Estaba cansado, hastiado, escuchando los grandes avances de Camorra y como es que las mafias se estaban moviendo en cuestión a los problemas que estaba teniendo entre la mafia rusa, italiana, polaca y la turca. Tenía que hacer algo, tenía que apresurarme y dejar algo de sangre en el mundo que perteneciera a los Cane.

Tenía un comodín y era el mismo que no deseaba usar.

La conocía de más tiempo, sabía un par de cosas sobre mí, era comprensiva y entendía mucho de mi mundo que parecía una buena opción. Sin embargo, comenzó a exigir dinero, comenzó a exigir la etiqueta y que le entregara el anillo cuanto antes porque ya llevaba demasiado tiempo conmigo.

No formalicé, solo era un recurso en dado caso de que mis planes no salieran bien.

No quería casarme aún, sin embargo, siempre he pensado en el bienestar de mis hermanos. Si las mafias comenzaban a tener más conflictos, si comenzaban a generar una guerra criminal, no quería dejar solos a mis hermanos y mucho menos que les hicieran daño.

Algo que es verdad es que no hay nadie más que me conozca más, que yo mismo.

Y algo dentro de mí me asegura que no me he acostado con Marjorie desde hace siete u ocho meses. Hubo dos ocasiones seguidas en las que la vi, lo hicimos y la tercera vez que fue hace cuatro meses estoy seguro de mí mismo de que no la follé, no lo hice, no me atreví por mi estado.

Y porque la presión incrementó.

La mafia turca y la mafia italiana habían caído, Baldassare estaba muerto, los Gauthier fueron atrapados por la central de Francia que está aliada con la mafia rusa que es el enemigo número uno de varias familias. Denisse se posicionó en lo alto y las mafias comenzaron a temblar.

Iba a luchar por el poder. Iba a destrozarnos. Iba a dejarnos vivir.

Con quien tendría misericordia y con quien no.

Teníamos que adelantarnos, con ella en el poder y considerando que tenía diversos territorios ya en sus manos, no sabía que nos iba a pasar y es cuando la presión me hizo explotar.

Tenía que seguir los códigos de la mafia, especializarte en algo no te hace más bueno, por ende, aunque me concentrara en las peleas, soy parte de la mafia de Nueva York por la compra de armas y la venta de drogas en mis clubes.

Debía proteger mi apellido, proteger a mi familia y lo que no saben mis hermanos del todo es que me estaba cansando de mi soledad. Por años estuve con ellos, los cuidé, los eduqué, yo fui el padre que nunca tuvimos pero el que ellos habían deseado y todo eso hasta cierto punto cansa.

Comenzamos a crecer, cada quien tomó su camino aunque no muy alejado del mío y comencé a resentir la soledad. Me di cuenta que mi único objetivo en esta vida era cuidar de ellos.