Capítulo 38

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Drix

El rugir del lugar tras el traslado de los Miughter's fue algo que no nos esperábamos, no es su tiempo de migración y solo lo puedo considerar como un mal presagio, ya que estarían huyendo por instinto del lugar que ha sido siempre su hogar en ciertas épocas de los ciclos lunares. No había nada peligroso en aquel repentino movimiento si es que no hubiera generado un desequilibrio total en los cristales que abundan dentro del atajo. 

Mi instinto me obligó a detenerme detrás de madre tras percibir instantes antes de que el lugar empezara a desmoronarse, madre fue la que más rápido avanzó junto a otros cazadores para despejar la ruta hacia la salida y mi mente divagó si mi advertencia junto a la orden de la reina había hecho efecto en los seres que venían tras nosotros. 

Giré en busca de aquella comprobación antes de continuar despejando el paso y es ahí que vi en primer plano cuando un cristal cayó cerca de Fayks, pero que logró esquivarlo con gran ligereza en sus movimientos y que llevaba a esos otros dos humanos amigos de la presa de Kaie con ella. Más atrás Kaie estaba controlando la situación junto a Rheia e Irum... y yo tendría que haber continuado hacia adelante si no hubiera sido que en uno de esos bloqueos que recibió Fayks a causa de un cristal, no tuvo más opción que soltar a uno de los humanos que llevaba.

Soltó a uno en especial para mi dañada fuerza de decisión que he tenido establecido hasta ahora, cayendo aquella criatura testaruda a las aguas del manantial. Su grito perpetuó en mis oídos, por más lejos que estaba aún podía oír su respiración y el golpeteo escandaloso de su corazón al impactar con el agua y sumergirse a causa de las corrientes a las que un cuerpo tan pequeño como el de su especie no podría escapar fácilmente hacia la superficie. 

—¡Yo me encargo! Sal con ese otro humano —aseveré sin pensarlo dos veces, no me llevó mucho tiempo llegar hacia Fayks y mi cuerpo ya estaba sumergiéndose en el interior de las corrientes del manantial.

Fue un acto que no medí las consecuencias, un acto demasiado impulsivo para mi gusto y que luego tendría que establecerlo correctamente conmigo mismo. Las profundidades de este lugar son peligrosas para quienes no sepan persuadir las corrientes si es que se ven atrapados en ellas. Ahí en medio de una de estas corrientes estaba esa criatura que no debía volver a tener como eje principal en mi visión, luchando por salir a flote, aunque su cuerpo no se lo permitía y me impulsé hasta llegar a ella y sujetar su brazo para atraerla a mí.

Dimos algunas vueltas por culpa de la encrucijada de más corrientes en mi intento de sacarnos a flote, la envolví en mis brazos para evitar que su cuerpo saliera expulsado y ella se aferró a mis hombros con la misma fuerza, fijé mi objetivo para nadar lo más rápido posible. Nos habíamos sumergido más de lo que imaginé y aún quedaba una distancia en la que me percaté que su aguante del aire no llegaría a ser suficiente para salir y solo una idea llegó a mi cabeza.

Sylmoths...

Luego asumiría las consecuencias de mis acciones, pero no dudé y eso fue lo que más me fastidió al momento de juntar nuestras bocas, sería la segunda vez, y darle parte del aire que tenía retenido y que a ella ya se le había acabado. Sus ojos se abrieron por la sorpresa, vislumbré un celeste tan puro que competía con la claridad del agua y fueron pequeños instantes que parecieron durar una eternidad allí abajo, teniendo una mano detrás de su cabeza y la otra en su cintura, mientras nuestros ojos se encontraron y no querían soltarse por más que ambos teníamos toda la intención de hacerlo. 

Y por unos segundos pensé cosas innecesarias y que no eran verdad, cosas como que tal vez ese pequeño fragmento de tiempo significaba algo, pero de la misma forma que vinieron aquellas dudas, se esfumaron al reincorporarme con la realidad a la que debo afrontar sin más, aceptar tal cual son y han sido las cosas. Fui el primero de los dos en obligarse a cortar e ignorar ese momento cuando salimos a flote y me dediqué a salir del lugar con ella en brazos.

Renacidos en OrloxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora